«El conformismo es la droga con la que muchas personas se automedican.
¿No eres feliz? compra esto. compra aquello. Nada más falso.
La consencuencia de ello es que vivimos más estresados que nunca»
¿Qué es el friganismo?
El mes pasado (ver Integral 463) recuperamos la simplicidad voluntaria con el «minimalismo vital». Esta vez nos acercamos a otro movimiento radical que se expresa con fuerza: con el nombre de friganismo o movimiento frigano (en inglés freegan es la contracción de free, gratis/libre, y vegan, vegano).
Se trata de un estilo de vida anticonsumista, con una participación limitada en la economía convencional, mínimo consumo de recursos y mejor aprovechamiento de los mismos. Una propuesta radical, más allá, por ejemplo, de los intentos de vivir sin plástico.
Un boicot total a un sistema económico donde el beneficio ha eclipsado las consideraciones éticas y donde complejos sistemas de producción masiva aseguran que todos los productos que compramos tengan impactos perjudiciales, la mayoría de los cuales ni siquiera habíamos considerado.
Una de las estrategias friganistas es evitar el consumismo innecesario,y otra la recolección de alimentos que han sido previamente tirados a la basura o descartados por estar próxima o pasada su fecha de caducidad.
Los activistas friganosse manifiestan contra el consumo y desperdicio excesivo de productos,y son los alimentos el foco de atención en muchas de sus acciones.Sus actividades son básicamente nocturnas y cerca de restaurantes y supermercados, donde es posible encontrar alimentos seguros y en condiciones para preparar sus propias comidas o para compartirlas en reuniones públicas.
El norteamericano Adam Weissman es la persona que ha popularizado este movimiento, especialmente a través de su sitio web (http://Freegan.info). Dice: «el friganismo es un movimiento en respuesta a la cultura occidental contemporánea, al desperdicio y la industrialización».
- Tiramos a la basura 1/3 de lo que producimos.
- La comida que desaprovechan EEUU y Europa podría alimentar 4 veces a los 1.000 millones de personas que pasan hambre.
- En Europa, cada ciudadano es responsable de tirar entre 95 y 115 kilos de comida apta para el consumo cada año. Los países desarrollados tiramos al año 222 millones de toneladas de alimentos, el equivalente a la producción del Africa Subsahariana.
- Buena parte de los alimentos que diariamente se tiran en los supermercados se encuentran en condiciones aptas para el consumo.
- Debido a “políticas de empresa”, en las grandes superficies se tritura la comida aunque no se haya visto perjudicada la calidad del producto y, sobre todo, tratan de esperar a que pase el camión de la basura para sacar los contenedores del establecimiento.
- El movimiento frigan pretende frenar el despilfarro con una estrategia básica, recoger los alimentos desechados en perfecto estado para su consumo y redistribuirlos.