Texto: Ester Naval y Helen Casanovas
Etimológicamente la palabra matriz proviene de la palabra latina mater (madre) más el sufijo trix, que significa agente femenino. Según el diccionario de la Real Academia Española la palabra matriz tiene 11 acepciones diferentes. Una de ellas es «útero» y otra «entidad Principal, generadora de otras». El útero es el órgano encargado de crear y gestar el gran milagro de la vida, nuestro primer hogar y es el único órgano del cuerpo capaz de crear otro órgano en su interior, la placenta, encargada de aportar oxígeno y nutrientes al bebé.
A nivel energético, el útero es la sede de nuestra energía vital y sexual, el centro del poder creador de la mujer y de su creatividad. La matriz es un gran contenedor, que se ha comparado con un caldero mágico, un cáliz sagrado o incluso con el Santo Grial, capaz de generar vida, proyectos y sueños. Es una puerta de acceso a nuestro potencial divino y a su vez es un contenedor de emociones, historias y memorias.
Conocer, sentir y honrar nuestro cuerpo a todos los niveles es fundamental para poder entender cómo somos y vivir en congruencia con lo que necesitamos a cada momento, respetando nuestros ritmos, que son cíclicos como la naturaleza de la que somos parte. Poner conciencia en nuestro útero, sentirlo, respirarlo, moverlo y honrarlo nos ayuda a conectar con él, liberarlo y reconectar con nuestro principal centro de poder creador.
CONEXIÓN ÚTERO-CORAZÓN
Una vez hemos tomado consciencia de nuestro útero, éste necesita alinearse con el centro energético del corazón y ese canal vital es capaz de inspirar acciones creativas que, acompañadas por la genialidad de la mente, pueden dotar a la experiencia humana de poderes ilimitados para expresar una existencia plena.
Si los observamos con atención tienen muchas similitudes: el útero y el corazón son dos órganos huecos de complexión muscular que comparten la misma fisiología, tipo de movimiento y la función de propulsión. Su trabajo es coordinado por la oxitocina, la llamada hormona del Amor, porque entre sus funciones está la de propulsar Sangre, Leche y Vida.
En su pequeñez son igualmente poderosos, fundamentales y por discretos, utiles:
- El corazón con sus 12 centímetros y 250 gramos nos compaña desde la 6a. semana de gestación hasta el final.
- El útero de 8 centímetros y 60 gramos crece hasta los 33 centímetros y 1000 gramos a término de una gestación.
A nivel energético, útero y corazón colocan la ENERGÍA MATRIZ al servicio de todo nacimiento. Todos hemos sentido su abrazo y contención, así como su contundente fuerza para empujarnos a la luz. Pulso e impulso, ritmo y fuerza se unen a la primera experiencia expansiva de la respiración. Y ese potencial primordial está siempre presente en toda nuestra vida.
Según la Medicina China la energía vital del cuerpo circula por canales específicos, llamados meridianos. Uno de ellos es el Chong Mai (o Mar de Sangre), el más importante de los ocho meridianos curiosos porque conecta el arriba con el abajo y tiene influencia en pecho, corazón, sistema digestivo y reproductor y, entre otros, impulsa la sangre y la energía entre el corazón y el útero.
El Yoga reconecta, fortalece y nos permite hacer consciente esta bella conexión útero y corazón. Más allá de la parte orgánica, representa la unión con el origen, con nosotras, la creación y por ende con TODO.
Hemos elegido de entre las posturas de yoga (asanas) aquella que nos prepara para abrirnos a esta experiencia y culminarla con la que creemos representa mejor este nexo: Uttitha Trikonasana o Postura del Ángulo Extendido. El nombre hace referencia a la figura o figuras triangulares que pueden verse representadas en esta postura.
GEOMERIA SAGRADA Y YOGA
El triángulo es una figura geométrica que desde la antigüedad se ha considerado sagrada, relacionada con el número 3, la Divina Trinidad. En el mundo alquímico el triángulo con la punta hacia arriba es el símbolo del Sol, el fuego y lo masculino, mientras que si está invertido es el símbolo de la Luna, el agua y lo femenino. Las antiguas civilizaciones tenían conocimientos mucho más avanzados sobre la geometría sagrada y en concreto de la frecuencia del Triángulo, que podemos ver en las pirámides.
Según Pauline Wills, en su libro Yoga de Luz sostiene que los triángulos que formamos con nuestros cuerpos tienen una frecuencia concreta capaz de reproducir el macrocosmos del que somos parte. La geometría sagrada se encuentra en todo lo que forma parte del Universo y al reproducir dichos patrones geométricos podemos armonizarnos y sintonizar nuestra vibración.
En la postura del triángulo extendido una mano se conecta con el Cielo juntamente con la mirada y la otra, se conecta hacia la Tierra, mientras que el útero y el corazón se abren y expanden en el centro de la figura, alineados, conectados al mismo nivel y paralelos al Cielo y a la Tierra.
Uttitha Trikonasana es la postura perfecta para crear y abrazar el símbolo del triángulo y sentir como su fuerza nos alinea y harmoniza. Te invitamos a observa con atención esta postura ¿cuántos triángulos ves en ella?
Si hablamos a nivel físico, Uttitha Trikonasana es una postura de inclinación lateral que estira y desarrolla la musculatura de la columna y da movilidad y elasticidad a los músculos intercostales. Estira y abre las caderas, las ingles, los isquiotibiales y las pantorrillas; así como los hombros, el pecho y la columna vertebral. Además, al practicarla, los nervios de la región lumbar se tonifican y estimulan, lo que influye directamente en todos los órganos abdominales.
Como entrar en la postura:
- Separa las piernas aproximadamente un metro de distancia.
- Gira el pie derecho hacia afuera 90º al frente y el izquierdo puede girarse ligeramente hacia dentro unos 15º.
- Abre los brazos en cruz y desplaza el tronco alargándote lateralmente todo lo que puedas, doblando la rodilla ligeramente si es necesario y luego lleva el brazo y la mano derecha hacia abajo.
- La mano se apoya en el suelo o en el pie pero, atención! esto requiere mucha práctica, empieza siempre colocando la mano sobre la pierna o en un soporte (un bloque o silla, por ejemplo) mientras que el brazo contrario se eleva hacia arriba (en caso de molestias en el hombro se puede colocar la mano en la cadera).
- En la postura final las piernas, el tronco, los brazos y la cabeza permanecen en un mismo plano, puedes imaginarte que te encuentras entre dos paredes. Intenta evitar que el tronco caiga hacia delante y si sientes que esto ocurre coloca la mano más arriba de la pierna. Mantén la postura entre 20 y 30 segundos.
- Para salir, empujando con los pies el suelo y activando todo el cuerpo, realiza el movimiento al revés. Repite hacia el lado izquierdo.
Recuerda escuchar tu cuerpo, no forzar y practicar siempre con una persona experta que te guíe y ayude de manera personalizada. Deseamos que disfrutéis de la práctica. NAMASTE
Ester Naval es comadrona con más de 25 años de experiencia profesional en hospitales, centros de primaria, domicilios y casas de nacimientos. Ha sido profesora en la Universidad de Enfermería durante 12 años y ha impartido formaciones a profesionales de la obstetricia y talleres y cursos a diferentes colectivos. Como comadrona está especialmente interesada en empoderar a las mujeres y a las familias y a promover el autoconocimiento como camino para poder tomar decisiones conscientes y el autocuidado.
Helen Casanovas es profesora de yoga. Actualmente imparte clases grupales e individuales de hatha, yin yoga, ashtanga, vinyasa y yogadanza para mujeres en la provincia de Barcelona. También organiza círculos de mujeres y talleres enfocados a trabajar, la ciclicidad y el despertar femenino.