El investigador argentino Pedro Jaureguiberry lideró un estudio para concer co detalle cuáles son los impulsores humanos que provocan la reducción de poblaciones y especies. Fue destacado con el premio Frontiers Planet en Suiza
Jaureguiberry identificó que el cambio climático no es el único impulsor de la pérdida de la biodiversidad de comunidades, poblaciones y especies en el planeta Tierra.
Otros promotores causan un impacto similar o mayor, según la investigación que hizo con colegas de Bélgica, Japón, Reino Unido, EE.UU., Luxemburgo, Alemania, Hungría e Italia. Los resultados de ese trabajo permitieron sugerir que el grave problema de la pérdida de la biodiversidad se debe abordar de manera holística. Es decir, que se deberían buscar soluciones para el cambio climático junto con los otros factores que también impactan:
Según estos investigadores, los impulsores de la pérdida de biodiversidad son:
- el cambio climático (principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero realizada por actividades humanas).
- los cambios en el uso del suelo (por la agricultura o la ganadería, entre otras actividades) y de los océanos (por la pesca a gran escala).
- la explotación directa de los recursos naturales.
- la contaminación (incluyendo los plásticos que llegan al mar).
- las invasiones por especies introducidas en regiones donde no habitaban.
El trabajo, publicado por la revista editada por la Asociación Estadounidense para el Avance de las Ciencias, le valió el premio a Jaureguiberry como Campeón Internacional del Premio Frontiers Planet en Suiza. El investigador, que trabaja en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Universidad Nacional de Córdoba, en Argentina), recibirá más de un millón de dólares de premio que deberá usarlos en investigaciones.
Ese documento es un aporte directo al «Marco Global de Biodiversidad post-2020» (MGB) delineado por la Convención de Diversidad Biológica. Esto implica que «los países miembros cuentan con esta información para saber cuál es el papel de estos impulsores, y dónde deben enfocarse para implementar políticas afectivas. Hay muchas otras fuentes de información que han contribuido a desarrollar el MGB, y todos deben verse como un conjunto, ya que ninguno de los estudios puede aportar todo lo necesario por sí solo».
Con informaciones de Valeria Román