Suplementos de colágeno: ¿sí o no?

Collagen powder in a plastic measuring spoon above a glass of water, top view. Nutritional supplement for the skin

Hace casi un milenio, una monja medieval sugirió comer gelatina para reducir el dolor en las articulaciones. Desafortunadamente, en nuestros días, cuando se puso a prueba en un ensayo multicéntrico, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, la cosa no funcionó*.

¿Comer colágeno?

Una docena de años después, analizando la osteoartritis de rodilla y cadera, todavía no había evidencia en general de que los suplementos de colágeno funcionaran mejor que el placebo. Sin embargo, la más reciente recopilación de estudios hecha en EE.UU. pretendía mostrar que existía un beneficio y que mejoraba los síntomas de la osteoartritis. En un índice de síntomas, pareció ayudar con la rigidez, pero no con el dolor o la discapacidad. Pero una mejora en los síntomas generales y un índice diferente de dolor sí fueron estadísticamente significativos.

Sin embargo, si se excluye el estudio más pequeño, cuyos autores eran empleados de una empresa de colágeno, todos los resultados perdieron importancia clínica, es decir que los efectos generales fueron imperceptiblemente pequeños. De hecho, todos y cada uno de ellos fueron financiados por empresas de colágeno o dirigidos directamente por empleados de las empresas.

El sesgo de lo que se publica. Otra cosa que podemos notar acerca de estos datos es que, con esta única excepción, cuanto más pequeño era el estudio, mayor era el efecto. Este patrón es un signo común de sesgo de publicación: la tendencia a realizar un montón de ensayos pequeños, pero publicar sólo los que funcionan a tu favor y dejar de lado en secreto el resto. Esto, junto con todos los conflictos de intereses, plantea la preocupación de que se hayan realizado pequeños estudios adicionales que hayan convenientemente desaparecido. Y luego, otros hallazgos sospechosos son que dosis más pequeñas parecían tener efectos mayores Y lo mismo pasaba cuando se usaba durante un período de tiempo más corto. De acuerdo, pero el último estudio se publicó en 2016. ¿Y qué ha pasado desde entonces?

Efectos secundarios adversos. Una revisión sistemática exhaustiva publicada en 2022 mostró sorpresa al observar que el último estudio realizado sobre suplementos de colágeno para la artritis reumatoide se publicó hace más de una década, y el último estudio sobre osteoartritis seguía siendo el de 2016. ¿Por qué? Bueno, una posible razón es la alta incidencia de efectos secundarios adversos reportados en quienes toman suplementos de colágeno. Otra razón puede ser que simplemente no funcionan muy bien.

Es decir, que si los ejecutivos de las empresas de colágeno realmente creyeran que están vendiendo algo que funciona, ¿por qué no hacen más estudios? Si pensaran que el colágeno tiene buenas posibilidades de funcionar, podrían hacerse ricos. El hecho de que no hayan patrocinado un ensayo de este tipo sugiere que no están tan seguros de que realmente mostraría beneficios.

El mismo efecto. Un estudio que sí se ha publicado desde 2016, el más grande hasta el momento, con más de 150 personas, fue financiado por una empresa de colágeno. En él, los investigadores encontraron una disminución significativa en el dolor de rodilla y una mejora significativa en la función de la rodilla entre los asignados al azar a suplementos de colágeno. Pero también encontraron una reducción significativa en el dolor de rodilla y una mejora en la función de la rodilla en los asignados al azar al placebo, sin una diferencia real entre ellos. Entonces, el hecho de que una pastilla de azúcar haya funcionado tan bien como los suplementos de colágeno sugiere que el colágeno no funciona.

Lo mismo… con un poco de más de hummus. Pero eso plantea otra cuestión. Si nos fijamos en lo que se utilizó como control en los estudios de colágeno, vemos básicamente fue azúcar. Así que incluso si se descubriera que el colágeno es útil de alguna manera, no hay pruebas de que tenga ningún efecto, más allá de ser una fuente de aminoácidos como cualquier otra proteína. Así que, si cualquier supuesto efecto del colágeno es solo una cuestión de mayor disponibilidad de aminoácidos, entonces ¿por qué no simplemente tomar un poco de hummus extra o algo así?

Sobre el colágeno

Efectos secundarios posibles: ● Alteración en las evacuaciones.
● Afecciones estomacales. ● Mal sabor de boca. ● Afecciones en la piel.
● Reacciones de hipersensibilidad. ● Aumento de peso y distensión abdominal.

El colágeno es esencial en la ejecución de muchas de nuestras actividades diarias y está encargado de dar estructura, firmeza y elasticidad a la piel y mantiene la salud de los músculos, ligamentos, tendones y articulaciones.

Lo producen diferentes células especializadas, como los fibroblastos (los fibroblastos permiten ensamblar aminoácidos en polipéptidos y crear colágeno).

Los frutos rojos y azules destacan por ser ricos en colágeno y atrasar el envejecimiento, pero hay una fruta que destaca por ser la que contiene más colágeno: es el nanche, o nance (Byrsonima crassifolia), cultivada en México.

Col repollo. También las coles, el tomate y un sinfín de frutas.

Magnesio. Para que nuestro cuerpo produzca colágeno de forma natural, vale la pena estar atentos al nivel de magnesio en nuestro organismo.

El ejercicio aumenta naturalmente la producción de colágeno, ¡también los ejercicios faciales!

Más sobre el colágeno en Integral 485.

* Sobre texto el médico naturista norteamericano Dr. Michael Greger ha publicado también (www.nutritionfacts.org):

– ¿Funcionan los suplementos de colágeno, para el envejecimiento de la piel?

– Cómo potenciar la síntesis de colágeno con la dieta.

Traducción: Jon Aske.

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