La raíz de loto (Nelumbo nucifera), también conocida como renkon en la Medicina Tradicional China, es un tubérculo comestible que crece bajo el agua a grandes profundidades y que se cultiva en diversos lugares de Asia.
Es un alimento elogiado en diversas culturas desde hace miles de años. En la India es símbolo de pureza, perfección y belleza, una de las plantas más bellas que se conocen que aporta, además, una gran energía vital.
Texto con informaciones de Belén García.
La medicina Ayurveda nos enseña que deberíamos ser como la flor de loto, que crece en el fondo del estanque y se eleva esplendorosa de entre el lodo libre de impurezas, conservando su equilibrio y belleza majestuosa. La flor de loto irradia salud, paz, equilibrio y armonía, y es fuente inspiradora de los más altos ideales.
Las grandes civilizaciones solares la utilizaban como alimento potenciador de la salud. Y en el antiguo Egipto se consideraban un gran mucolítico, sedante y tónico cardio-respiratorio.
Beneficios
Tanto en medicina natural como en macrobiótica se sigue utilizando tal como ya hacían los chinos hace miles de años. El té de la raíz seca de flor de loto se usa como diurético, expectorante y para las afecciones del aparato digestivo.
• Sistema respiratorio. La anatomía de la raíz muestra cavidades que funcionan como verdaderos pulmones de la planta. A través de dichos tubos, el loto retira del fondo lodoso el oxígeno necesario para su supervivencia. No es de extrañar que la tisana o té de su raíz actúe directamente sobre los riñones, reflejando sus efectos directamente sobre el pulmón.
Los médicos orientales explican que disuelve la mucosidad de las vías respiratorias y actúa contra la tos, gripes y resfriados como un verdadero tónico pulmonar y cardiaco, a la vez que antialérgico y descongestionante.
Tanto las raíces como las flores contienen enzimas proteolíticas con una marcada acción anti-inflamatoria sobre las mucosas, provocando el exudado de la zona traqueobronquial, lo que facilita la eliminación del moco.
• Asma. Es igualmente antialérgica en los procesos congestivos ocasionados por agentes irritantes externos (humo, contaminación ambiental…) y en caso de asma permite respirar de una manera sorprendentemente rápida al dilatar los bronquios.
• Corazón. Los alcaloides que contiene le otorgan una potente acción estimulante de la función cardiorespiratória, regulan la presión arterial y previnienen las hemorragias.
• Prevenir contagios. Su acción estimulante sobre el sistema inmunitario del organismo ayuda a prevenir el contagio de diferentes infecciones respiratorias.
Su acción bactericida se atribuye a los antioxidantes flavonoides que contiene. Los taninos desarrollan una actividad astringente que reduce las secreciones.
• Psicología. Es un excelente sedante natural y un bálsamo general para el organismo. Actúa como tonificante por su gran aporte energético, regenerador y purificante de mente y alma.
Preparación
Podemos encontrar la raíz en tiendas especializadas, bien sean de productos asiáticas o bien dietéticas o herbolarios, tanto fresca como en rodajas secas, aunque la forma más frecuente es en polvo. También se comercializa congelada, en forma de conserva o como pickles fermentados.
Decocción de la raíz de loto
Pelar y cortar en rodajas la raíz fresca o bien dejar en remojo durante una hora, en caso de usar el loto deshidratado. Añadir agua con un poco de sal marina (o rosa del Himalaya) y hervir tapado durante unos 20 minutos, hasta que veamos que se ablanda. Por último echar un chorro de tamari.
Esta bebida, tomada caliente de 2 a 3 veces al día, ayuda a disolver las acumulaciones de mucosidad de todo el árbol bronquial.
Té de loto en polvo
Ponemos a calentar a fuego suave durante unos cinco minutos una o dos cucharaditas de polvo de loto en una taza pequeña de agua y en torno a 1 gr de polvo de jengibre. Añadimos en el último momento unas gotas de salsa de soja y lo dejamos reposar tapado un par de minutos más antes de tomar.
Si nos acostumbramos a beber todos los días una taza ayudaremos a fortalecer una constitución débil al aprovechar su efecto preventivo frente a múltiples enfermedade y facilitaremos también el proceso digestivo si la tomamos después de las comidas principales.
En la cocina
La raíz es ligeramente dulce y puede comerse cruda o cocida. Sus posibilidades culinarias son casi infinitas: hervidas, asadas, fritas a la plancha como guarnición, en caldos, sopas, sofritos… Tomando como ejemplo a los chinos, podemos confitarla en dulce, o como los indios, hacer un encurtido picante.
La cocina de vanguardia ha recurrido a ella por su versatilidad y por la belleza que proporciona a los platos. Su textura es muy parecida a la de la patata y el nabo, pero con un sabor más suave similar al del coco. Es muy agradable cortada en láminas finas y después fritas, a modo de chips crujientes. En la India preparan con ella sopas y cremas, de efecto regenerador.
Uso externo
Se puede aplicar como emplasto para eliminar la mucosidad en los senos nasales. Se mezclan tres partes de loto en polvo con dos de harina de trigo y una de polvo de jengibre en un poco de agua hasta formar una pasta consistente que se debe depositar sobre la frente, especialmente encima de las cejas. Si la tapamos con una venda podemos dejarla toda la noche. Aplicar durante unas dos semanas.
Composición
La raíz de loto es rica en cobre, enzimas, flavonoides, glucósidos y alcaloides. 100 g de raíz contienen:
- calorías: 62 kcal
- 2,4 g de proteínas
- 0,1 g de grasas
- 13,4 g de almidón
- 0,9 g de fibra
- 20 mg de calcio
- 80 mg de fósforo
- 0,5 mg de hierro
- 0,05 mg de vitamina B1
- 0,03 mg de vitamina B2
- 0,5 mg de vitamina B3
- 20 mg de vitamina C.