Jardines en un bol de musgo
Las kokedamas son plantas naturales elaboradas de manera artesanal siguiendo una técnica tradicional japonesa, que consiste en albergar la planta en una maceta orgánica de musgo en forma de bola, de ahí su nombre Koke (musgo) Dama (bola).
Textos: Joan Català Margarit y Redacción de Integral*
Una experiencia
Vi por primera vez una kokedama el año 2018 mientras paseaba por el barrio de Nakameguro, en Tokio. Desde entonces, mi pasión por este arte japonés ha ido creciendo día a día, descubriendo por el camino otras fascinantes técnicas como los jardines en un bol y las rosas preservadas.
Las kokedamas son naturaleza, artesanía, diseño, tradición, modernidad, calma, elegancia, minimalismo, verdor y esencia misma de Japón. En el verano de 2019 descubrí los jardines en un bol. Me sorprendió muchísimo que solo necesitaran ser regados una vez al año. Quedé enamorado de la técnica y comencé a crear y diseñar estas composiciones de inmediato. A parte de tener unos cuidados mínimos, son un elemento decorativo precioso y elegante y resulta muy interesante ver cómo las plantas van creciendo en el interior de estos pequeños ecosistemas.
Wabi-sabi
La kokedama es una mezcla de tradición y modernidad, algo característico de Japón, donde lo ancestral convive con lo futurista. Las kokedamas han ido pasando de generación en generación y hoy en día se han convertido en una moda para decorar interiores. En los últimos años se han popularizado en países de todo el mundo, convirtiéndose en un elemento decorativo de referencia. Se basa en gran medida en la filosofía del wabi-sabi, el arte japonés de encontrar belleza en la imperfección. El wabi-sabi (ver Integral 521) combina una apariencia controlada con un toque más salvaje y natural. En el caso de las kokedamas, la esfera representa la parte controlada, mientras que el musgo y la planta en sí misma aportan el aspecto más salvaje. El término wabi-sabi es único y no tiene una traducción directa, como ocurre con muchas palabras en japonés, por ejemplo:
- Komorebi: la luz solar que se filtra a través de las hojas de los árboles.
- Hanami: la tradición japonesa de apreciar la belleza de las flores de cerezo.
- Tsundoku: el hábito de adquirir muchos libros y acumularlos sin leerlos.
Cómo empezó
La técnica de la kokedama nació hace más de quinientos años en Japón. Fue la voluntad de la gente de llevarse un pedacito de naturaleza a casa la que impulsó este nuevo arte. Los bonsáis, al igual que hoy en día, eran caros, requerían mucha atención y cuidados, y el acceso a los materiales era costoso. Los japoneses inventaron la kokedama como una solución mucho más económica para tener un trozo de naturaleza en el hogar.
¿Qué planta elegir?
La técnica de la kokedama se puede aplicar a una amplia variedad de plantas, pero algunas se adaptan mejor que otras. Al comenzar a trabajar con plantas, realicé pruebas con varios tipos y seleccioné aquellas que funcionan mejor con esta técnica. En primer lugar, es importante elegir plantas de interior. Si se coloca una kokedama en exteriores, aunque la planta en sí esté cómoda y se desarrolle bien, el musgo puede verse afectado, especialmente si recibe luz solar directa o si las temperaturas son extremas. En segundo lugar, es recomendable seleccionar plantas resistentes y de bajo mantenimiento. Personalmente, me encantan el Ficus ginseng y la Pachira aquatica. Son plantas hermosas y elegantes que se adaptan perfectamente a la kokedama y son fáciles de cuidar. De hecho, estas dos kokedamas resultan las más populares en nuestra página web. Además de estas, mencionaré otras que también son bonitas, resistentes y han tenido éxito entre nuestros clientes. El Ficus ginseng que usamos nosotros para las kokedamas es una planta que, al llegar a nuestro taller, ya es un bonsái.
Una mirada sencilla. Un trozo de naturaleza en casa
Algunos de los beneficios que el musgo aporta a las plantas:
- Contiene el sustrato sustituyendo a las macetas convencionales.
- Retiene la humedad en el sustrato, disminuyendo la necesidad de riego.
- Aporta a la planta un diseño original y funcional al mismo tiempo.
Musgo como maceta
Utilizar el musgo como maceta nos permite crear kokedamas con cualquier planta, tanto para exterior como para el interior de casa. El tamaño tampoco es un límite, haznos tu propuesta y descubriremos juntos las infinitas posibilidades que nos ofrece esta sorprendente técnica. ¡Nos encantan los retos!
Las kokedamas son plantas de tocar, plantas de sentir. ¿Cómo se cuidan?
EL RIEGO
Sumergir la bola por completo en un recipiente con agua para permitir su absorción a través del musgo.
Si la bola está totalmente sumergida observaremos un burbujeo que solo cesará cuando el sustrato se colme por completo de agua. Suelta aire y absorbe agua igual que haría una esponja.
Una vez haya finalizado este proceso, sacamos la bola y ayudamos a evacuar el exceso de agua con una palpación suave o también podemos dejar que escurra por si sola.
La regularidad de riego óptima para cada kokedama se establece en función de la variedad de cada planta. No todas necesitan la misma cantidad, por lo que es siempre conveniente conocer las características particulares de nuestra planta para saber ofrecer las condiciones y frecuencias de riego óptimas.
Estrés hídrico. Una cuestión importante es conocer que todas las plantas sufren de estrés hídrico. Hay que evitar los contrastes que experimentan cuando las llevamos al 0% de su capacidad, para después llenarla al 100% en cada riego. Es mucho más conveniente y sano para ella mantener la humedad del sustrato entre el 30% y el 70%. De esta manera la variación es menor y no sufre tanto estrés.
Vamos a observar cómo, aproximadamente, tarda entre 6 y 8 días en agotar su capacidad de agua en invierno. En verano será más corto este período por la evaporación que se produce con aumento de la temperatura.
Si dejamos reposar el agua de riego al menos un día, mejorará su composición.
Además de atender al riego es conveniente pulverizar con frecuencia tanto el musgo como las hojas para aumentar la humedad ambiental y favorecer la limpieza y el correcto desarrollo de la planta.
ENCONTRAR SU LUGAR
¿Dónde la ponemos? A la hora de elegir el lugar donde colocar nuestra kokedama, tendremos en cuenta si se trata de una planta que soporte las condiciones del exterior, en la época del año que nos encontremos, o por el contrario, requiere de un lugar a resguardo de la climatología de nuestra ciudad en el interior de casa. Todas las plantas son de exterior, no existen las plantas de interior propiamente dichas, aunque dada la procedencia tropical de muchas de las plantas ornamentales que conocemos, las ubicamos en el interior de casa para conseguir recrear la temperatura de su medio natural.
Cuando tenemos una planta dentro de casa, debemos colocarla en un lugar bien iluminado, evitando que los rayos del sol incidan directamente sobre ella, incluso a través del cristal de la ventana, puesto que se pueden quemar sus hojas.
Mantenimiento. Es conveniente elegir la planta según la ubicación y no al revés, de este modo podremos elegir una planta con unas necesidades de luz y temperatura que se ajusten al lugar que hemos pensado para ella.
Evitaremos colocarlas cerca de fuentes de calor como los radiadores que resecan el ambiente y pueden elevar en exceso la temperatura a su alrededor.
Podemos ayudar a nuestras kokedamas a crecer más sanas y fuertes en determinadas épocas del año aplicando un abono líquido diluido en el agua de riego.
TRASPLANTE DE LAS KOKEDAMAS
Con el paso del tiempo nuestra kokedama necesitará, al igual que cuando tenemos una planta en una maceta convencional, un trasplante para poder seguir desarrollando en las mejores condiciones. Cuando la planta haya crecido hasta tener un tamaño desproporcionado para su bola, o cuando el deterioro de su maceta de musgo se haga evidente, será el momento de considerar la necesidad de realizar el trasplante.
Con el paso del tiempo observamos cómo el musgo va tornándose marrón, es algo habitual, sigue cumpliendo su función de retener la humedad y contener el sustrato. Os proponemos dos opciones para realizar este proceso de forma satisfactoria:
- Sustitución del musgo.Para renovar la cubierta de musgo tendremos que retirar el musgo viejo y renovar el sustrato para después volver a colocar una cubierta de musgo nuevo. Nosotros ofrecemos el servicio de trasplante de tu kokedama, encargándonos de todo lo citado anteriormente.
- Trasplante a maceta.Enterramos la bola directamente en una maceta convencional de mayor tamaño y rellenamos con sustrato los huecos que quedan dejando la bola completamente tapada, de esta forma y aunque ya no tendremos una kokedama, garantizamos la supervivencia de la planta que es siempre nuestra prioridad.
EL TACTO
El principal aspecto que hace que estas plantas sean tan especiales, es que las kokedamas son “plantas de tocar”. Podemos sostenerla entre las manos para enseñarla, cuando la regamos, para matizar su forma o simplemente cuando queramos relajarnos sintiendo su agradable textura y además, ellas estarán encantadas, las encanta que las toques.
A través del tacto generamos una interacción, que sin darnos cuenta, deriva en un vínculo emocional con nuestra planta. La relación entre tú y tu kokedama se hace más fuerte con el paso del tiempo y acabas cogiéndole el cariño propio de tu mascota verde.
Su peculiar aspecto las hace muy atractivas. Veréis cómo, cuando vienen visitas a casa y pasan cerca del kokedama, todos sienten la necesidad de preguntar por ella para satisfacer su curiosidad. Es algo magnético.
Hay personas que tienen «buena mano» con las plantas, a diferencia de otras que no tanto. Todo es cuestión de prestar la atención e implicación necesarias. Cuando elegimos utilizar una planta como elemento decorativo, estamos asumiendo una responsabilidad, ese aspecto debería estar siempre presente para conseguir cambiar el concepto que, en ocasiones, tenemos de las plantas como mero objeto decorativo y empezar a otorgarles el caracter de ser vivo que las corresponde. Tomando conciencia de este aspecto, ya todos podremos afirmar que no hay planta que se resista a nuestros mimos.
* Con informaciones de Laura Torres y Kayto Kokedamas.
Para saber más:
– Joan Català Margarit. Kokedamas y jardines en un bol. Ed. Oberón.
– Parker Coraleigh. Kokedama: plantas sin recipientes para el hogar. Ed. Blume.