El Dr. Greger* repasa la historia, los beneficios y la seguridad de la fluoración del agua, y explica su cambio de opinión sobre este tema.
Salud dental, dieta vegetariana y dentífricos
Un metaanálisis de todos los estudios sobre las implicaciones para la salud dental de las dietas vegetarianas mostró un número significativamente menor de dientes cariados, dientes perdidos y número de dientes con empastes.
Pero uno de los estudios contradecía la tendencia y mostraba que los vegetarianos tenían más caries, debido a que eran significativamente menos propensos a elegir pasta de dientes con flúor (se apoyaban en el hecho de que los que sí utilizaban pasta de dientes con flúor tenían significativamente menos dientes cariados que los que no lo hacían).
Se cree que el flúor protege los dientes mejorando la estabilidad intrínseca de la estructura mineral del esmalte dental. Un metaanálisis reciente de casi 100 ensayos controlados aleatorizados de dentífricos con flúor en los que participaron más de 10.000 personas encontró “pruebas de alta certeza” de que los dentífricos con flúor reducen la caries dental significativamente más, tanto en niños como en adultos. Ahora bien,
¿Qué ocurre con la adición de flúor al suministro de agua?
Un consenso médico de autoridades de salud pública de todo el mundo ha considerado que la fluoración del agua a niveles adecuados es un medio seguro y eficaz de prevenir la caries a escala comunitaria. De hecho, los CDC, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., consideraron la fluoración del agua potable como uno de los diez mayores logros de la salud pública del siglo XX. Sin embargo, la fluoración del agua comunitaria ha sido durante mucho tiempo un foco de polémica y polarización. Los activistas contrarios a la fluoración subrayan que no existe ninguna necesidad dietética humana de fluoruro y sostienen que la fluoración del agua no es lo bastante eficaz como para justificar los costos, que pueden incluir riesgos para la salud.
El flúor
Es un elemento mineral de la corteza terrestre que se encuentra de forma natural en la mayoría de los suministros de agua. Esta es una de las razones por las que la fluoración ha resistido desafíos constitucionales. Los tribunales han dictaminado que, más que un medicamento añadido, el flúor puede considerarse un nutriente que se encuentra de forma natural en algunas zonas pero no en otras, y que la fluoración de los suministros de agua es simplemente una cuestión de igualar las condiciones, sobre todo para las comunidades pobres que pueden tener un acceso limitado a la atención dental. La fluoración puede definirse como “el ajuste al alza o a la baja del nivel de contenido de flúor en el agua potable hasta alcanzar un nivel óptimo, suficiente para prevenir las caries pero no suficiente para causar fluorosis”, o cambios estéticos en los dientes.
Alrededor de 1930 en EE.UU. se dictaminó que el flúor podía alcanzar niveles en torno a 1 parte por millón sin causar fluorosis grave. Algunas estadísticas señalaban menor presencia de caries y hoy muchos países fluoran su agua potable. Muchos otros tienen agua fluorada de forma natural o añaden flúor a la leche o a la sal de mesa.
Y entonces, el rechazo a la fluoración empezó casi inmediatamente.
Hoy las redes sociales actuales también están plagadas de mensajes contra la fluoración. Los estudios han revelado que el 63% de las publicaciones de Instagram relacionadas con el flúor podían clasificarse como antiflúor.
Y en países no fluorados…
¿Dónde se sitúa la ciencia respecto a la fluoración del agua? Se atribuye el pronunciado descenso de la caries dental en EE.UU. en la segunda mitad del siglo XX a la fluoración del agua, pero se observaron descensos similares en países no fluorados, atribuidos en gran parte a la amplia distribución mundial de dentífricos fluorados. Las mejores pruebas que disponemos proceden de estudios prospectivos con controles concurrentes, que comparan las tasas de caries a lo largo del tiempo en poblaciones fluoradas y no fluoradas. Hasta la fecha se han realizado más de 100 estudios de este tipo y, en general, la fluoración produce un 35% menos de dientes de leche cariados, perdidos u obturados y un 26% menos de dientes permanentes cariados, perdidos u obturados. Así pues, la fluoración comunitaria ayuda efectivamente a reducir las caries. La pregunta es: ¿a qué precio?
El agua naturalmente fluorada de cerca de dos partes por millón puede poner a los niños menores de nueve años en un mayor riesgo de fluorosis dental, y una vida entera con un consumo de agua de cuatro partes por millón puede causar fluorosis esquelética y aumentar el riesgo de fracturas óseas. Estos niveles se pueden encontrar en los cinturones naturales de fluoruro de la Tierra que se extienden desde Turquía a través de Irak, Irán y Afganistán hasta China y Japón.
Maduración del esmalte
La razón por la que la susceptibilidad a la fluorosis dental termina alrededor de los ocho años es porque es cuando se completa la maduración del esmalte, antes de que los últimos dientes permanentes terminen de erupcionar. Después de que los dientes se forman, la fluorosis dental ya no puede desarrollarse ni empeorar. Las autoridades de salud pública estadounidenses estimaron que menos del 10% de los niños desarrollarían la condición, y solo de forma más leve. Desde entonces, aprendimos que la prevalencia y gravedad de la fluorosis es mucho mayor de lo previsto. Cerca de un tercio de los niños estadounidenses ahora tienen alguna forma de fluorosis dental, con alrededor de uno de cada 30 que experimenta un caso de moderado a grave. Esto puede reflejar la exposición a múltiples fuentes de fluoruro que no se tuvieron en cuenta en los cálculos originales.