Nim e inmunidad natural

El nim (o neem en inglés) es una planta medicinal (Azadirachta indica, o Melia azederach) tan poderosa como la equinácea, pero mucho menos conocida.

Textos: Redacción de Integral, con informaciones de Laura Torres y Jaume Rosselló.

Recuerdo histórico

Según la mitología hindú, el nim se convirtió en un árbol sagrado bendecido con el don de curar todas las enfermedades. Un relato muy popular relata cómo el rey Indra bajó del Cielo con una olla de oro llena de ambrosía (artemisa); derramó un poco sobre un árbol de nim, bendiciéndolo y convirtiéndolo en un árbol de propiedades curativas casi milagrosas.

Hace más de 4.500 años de las primeras indicaciones sobre uso del nim como medicamento; en excavaciones hechas en el Noroeste de la India (Harappa, hoy en Pakistán) se encontraron preparados con hojas de nim. Entre los textos médicos hindúes más antiguos en los que se cita el nim se encuentran el sutra Caraka Samhita (unos 500 a.C.) y el Susrutha Asmita (unos 300 a.C.). En ellos aparecen abundantes explicaciones que son la base del Ayurveda, la ciencia médica hindú basada en la naturaleza. Y la mayoría siguen vigentes.

Muy valorado desde siempre por sus cualidades curativas, el nim sería como un programa de salud desde la cuna hasta la muerte y es parte de la vida cotidiana en la India hasta nuestros días, desde los cuidados del bebé hasta la atención a los ancianos. Se dice que el árbol del nim es «la farmacia del pueblo» para los herboristas y terapeutas tradicionales de la India y del Sudeste asiático.

El árbol farmacia

Se trata de un árbol tropical siempre verde, emparentado con la caoba, que puede llegar a los 15-20 metros de altura. Originario del Este de la India y de Birmania (Myanmar), se puede encontrar en gran parte del Sudeste asiático y también en África (Kenia, Tanzania). Recientemente se han realizado plantaciones en el Caribe y varios países centroamericanos. Sobrevive a temperaturas de hasta 50° C y puede llegar a vivir 200 años. Sus pequeñas flores blancas poseen un aroma dulce parecido al jazmín. Su fruto es ovoide (1,7 cm de largo). El árbol comienza a dar frutos (unos 50 kg al año) a los 3-5 años de edad.

En climas fríos, este árbol tropical puede ser cultivado en grandes macetas, dándole el mismo cuidado y tratamiento que el ficus. Como planta es ideal para interiores y puede desarrollarse con un mínimo de cuidados. Conviene colocarlo cerca de una ventana soleada y sacarlo al sol durante el verano, pero vivirá también en el interior.

Los árboles de nim son siempre verdes. Tras una sequía prolongada, o después de una helada, pueden perder su follaje; sin embargo revivirá enseguida con un riego bien drenado y el calor del sol. Entre los pocos males que pueden atacarlo está el exceso de agua o de riego, o el exceso de fertilizante, que amarille las hojas. Lo más aconsejable, en todo caso, es el cultivo ecológico.

Multiusos

Entre los miles –literal– de plantas medicinales que se utilizan en medicina ayurvédica sobresale el uso del nim, del que se aprovecha todo. Las hojas frescas se guardan con cuidado, y del polvo que se obtiene al moler las hojas secas se elaborarán extractos y tinturas en alcohol.

Cuando cambian de color, del verde al amarillo, se recogen los frutos para extraer el aceite. La cáscara y el hueso (almendra) se lavan para eliminar la pulpa sobrante. La pulpa se puede comer y también se elabora una especie de jalea o mermelada.

Se le quita la cáscara quebrándola con un palote de amasar entre dos trapos de algodón bien limpios. Finalmente se guardan las almendras en el frigorífico. Las cáscaras van al jardín como abono.

Con esas almendras se extrae el aceite en una prensa hidráulica o por presión. También se pueden macerar en aceite de sésamo durante dos semanas. Esta mezcla de aceite se usa como loción. Hoy en día el nim se prepara de muchas maneras: de las almendras, las hojas, la resina o la corteza cada vez se pueden encontrar más y más formas de presentación: extracto seco, hojas (para preparar un té o tisana), lociones, cremas, champú, lociones, en pasta para cataplasmas, resinas, aceites. Se aplica sólo o bien mezclado con aceite de sésamo.

El nim es una ayuda para que el organismo pueda combatir todo tipo de enfermedades, incluso crónicas, a lo largo de los siglos. Ahora bien, conviene hacer muy buen uso de este regalo de la naturaleza, ya que se trata de una especie protegida e insuficiente para abastecer la demanda provocada por el creciente interés en sus propiedades. En 1993, el departamento indio de salud concedió en 24 horas el permiso sanitario a las empresas para la venta de cápsulas de nim para tratar la diabetes (1993).

En el aceite

El aceite de nim es un excelente humectante compuesto por ingredientes medicinales ampliamente conocidos. En cosmética, el uso de este aceite ha estado limitado por su fuerte olor y su color oscuro. Como ingrediente para jabones posee mayor aceptación. Por eso las hojas han sustituido al aceite en el uso cosmético y en medicinas.

La semilla de nim es rica en ácidos grasos (hasta un 50% del peso de la almendra). El aceite de nim es muy amargo y tiene un olor entre azufrado y de ajo; contiene vitamina E y los aminoácidos esenciales. En los análisis de componentes se han encontrado (en porcentajes variables según las cosechas): ácido oleico, 52,8%; ácido esteárico, 21,4%; ácido lineólico, 2,1.

En resumen, las proporciones y combinaciones del caudal de componentes del nim (hojas, aceite, resina, corteza…) le otorgan sus extraordinarias propiedades.

Un torrente de virtudes y aplicaciones

El nim es, como decimos, una de las plantas más antiguas, conocidas y usadas en el mundo. Sin embargo, en Occidente las investigaciones científicas son muy recientes. Los compuestos hallados en la semilla, corteza y hojas del árbol han sido probados como antiséptico, antifebriles, antiinflamatorios, antivirales y fungicidas. Éstas son, brevemente, algunas de las aplicaciones más interesantes del nim:

Diabetes. El extracto de hoja de nim, en uso oral, reduce la necesidad de insulina entre un 30-50% para los pacientes con diabetes (Diabetes mellitus) tipo I.

Cáncer. Según diversas pruebas y estudios recientes, los polisacáridos y limonoides de la corteza, hojas y aceite del nim, ayudan a reducir los tumores sin efectos secundarios indeseables. En caso de tratamiento convencional, son un complemento excelente.

Corazón. Los extractos de nim tienen la capacidad de retardar la formación de coágulos en la sangre, combatir arritmias y taquicardia, reducir el trastorno del ritmo cardíaco (palpitaciones) y la hipertensión. El todos esos casos suele tomarse en forma de tisana, varias veces a la semana.

Problemas digestivos. Es también un gran protector del estómago y del sistema digestivo. En caso de acidez, indigestiones o gastritis se tomará en forma de té. Los extractos de nim son una protección eficaz en caso de úlceras (pépticas y duodenales) y acelerarán la curación en caso de lesiones gástricas. Se recomienda seguir un régimen de treinta días; tomar una taza de té de nim entre las comidas, con una cucharadita de algún fármaco que contenga subsalicilato de bismuto.

Hemorroides. Si las hemorroides ya están presentes, las cremas o los extractos de hojas y corteza de nim aplicados externamente en forma local externas ayudarán a desinflamar y a eliminar el picor y el sangrado. Durante las erupciones es conveniente tomar además té de nim dos veces diarias.

Higiene bucal, problemas dentales, herpes. En Alemania se hicieron unas pruebas para demostrar que los extractos de nim combaten eficazmente el virus del herpes. Igualmente previenen las enfermedades periodontales. Además, el Datum, uno de los componentes que contiene, se está estudiando en EE.UU. para aislar los componentes activos que previenen las caries y enfermedades de las encías en los que usan dichas ramitas como cepillo de dientes. El nim forma parte de algunos buenos dentífricos.

Enfermedades de transmisión sexual. El nim (en agua de hojas o en aceite) se ha usado tradicionalmente para tratar enfermedades de transmisión sexual e infecciones vaginales. Los hombres siguen un tratamiento a base de tomar tisana de nim y bañarse con agua hervida de hojas de nim. En la mujer se trata tomando té de nim y duchas vaginales de agua hervida de nim. En ambos casos se recomienda aplicar aceite de nim en las áreas afectadas.

Igualmente en caso de herpes, verrugas genitales o vaginales y candidiasis. Las aplicaciones se harán durante una semana (suele resolverse en 2-3 días).

En la piel. Los extractos de aceite y hoja de nim son un buen recurso en caso de eccemas, acné, piel seca, verrugas… y en el tratamiento de los síntomas de la psoriasis. Es, como mínimo, tan eficaz como el alquitrán y la cortisona y sin efectos secundarios nocivos. Se lava la piel con jabón o champú de nim  para eliminar bacterias y células muertas. Después de secar se aplica crema o loción de nim en las áreas afectadas.

En caso de parásitos externos y hongos, las propiedades bacteriológicas del nim dejan la piel fresca, y eliminan enseguida los parásitos. Una decocción de hojas de nim es segura y efectiva en caso de piojos, sarna, pie de atleta y hasta la tiña. El extracto de nim contiene nimbidines, cuya eficacia equivale a 800 unidades de penicilina o a 0,5 gramos de estreptomicina (sulfato).

Cosmética. El champú de nim ayuda a controlar la caspa y los picores en el cuero cabelludo, además deja el cabello suave y sano, brillante y fácil de peinar. En Asia es un ingrediente habitual en geles, jabones, mascarillas, cremas, sales… incluso en polvos de talco.

Botiquín de primeros auxilios: Cortes, rascadas en la piel, quemaduras… Se lava primero la zona con jabón de nim, luego se aplica el aceite de nim) y se cubre la herida. Y como antiséptico y cicatrizante es igualmente muy bueno.

Además, el nim alivia rápidamente la garganta irritada y en tisana minimiza los efectos del resfriado. Y actúa igualmente con eficacia en caso de procesos inflamatorios (artritis, reumatismos), alergias (es un gran antihistamínico natural en uso externo o en forma de supositorio).

En el campo. Actúa como repelente de insectos y es un excelente insecticida en la agricultura. Y no es tóxico para las aves ni los animales de sangre caliente.

Principales ingredientes activos conocidos

El árbol de nim tiene una gama amplia y compleja de ingredientes activos, de los que no todos se han identificado. Los ingredientes conocidos más comunes y más analizados del nim son:

  • Nimbi. Antiflamatorio, antifiebre, antiestamínico, antihongos.
  • Nimbidin. Antibacterial, antiulceras, analgésico, antiarrítmico, antihongos.
  • Nimbidol. Antituberculoso, antiprotozuario, antifiebre.
  • Genudin. Vasodilatador, antimalaria, antihongo..
  • Nimbinato de sodio. Diurético, espermicida, antiartrítico.
  • Quercetina. Antiprotozoario.
  • Salannin. Repelente de insectos.
  • Azadirachtin. Repelente, inhibidor del apetito, antihormonal (todo en insectos).

Hojas, resina y corteza. La concentración mayor de ingredientes activos del nim se encuentra en la semilla (almendra) y el aceite; también en la hoja y en la corteza, en menor proporción.

Las hojas de nim se componen de un 20% de fibra, 50% de carbohidratos, 15% de proteínas, 8% de minerales y oligoelementos, 5% grasas, 2% de calcio. Además contiene carotenos, ácido ascórbico y aminoácidos esenciales (alanina, aspargina, ácido aspártico, triptófano, taurina, valina).

En la resina obtenida directamente del tronco del árbol aparece una cantidad importante de aminoácidos y proteínas: lisina, histidina, arginina, treonina, serina, ácido glutámico, prolina, glicina, alinina, cisteína, vanina, metionina isoleucina, tirosina, leucina, fenilalanina y glucosamina.

La corteza se compone de 3,43% de proteínas, 0,68% de alcaloides y 4,16% de minerales. Los aminoácidos de la proteína que se han encontrado son: arginina, aspargina, cisteína, ácido glutámico, isoleucina, metionina, fenilalanina, norleucina, triptófano y asimismo, entre otras sustancias, ninbosterol y el amargo principal margosina, un alcaloide.

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