Por qué crear sombra
Las hortalizas necesitan un mínimo de sol cada día, sobre todo los tomates, las berenjenas, los calabacines y los pimientos que a todos nos encantan….. Pero si tu terreno está inundado de sol y no tiene árboles cerca, tus cultivos pueden sufrir rápidamente cuando hace calor:
- las hojas se queman
- el suelo se seca
- y algunas hortalizas incluso dejan de crecer
Por ejemplo, por sorprendente que pueda parecer, los tomates (¡una especie exótica!) sufren rápidamente con el calor: las flores se estropean, las hojas se enrollan, la polinización disminuye ¡y hasta los frutos pueden quedarse verdes!
La razón es sencilla: a partir de unos 35°C, la savia prácticamente deja de circular por la planta, privando al fruto de nutrientes y minerales esenciales durante la mayor parte del día. La oscuridad parcial ayuda a poner en marcha su ciclo de crecimiento.
La sombra se convierte entonces en vital para mantener una temperatura óptima de crecimiento (entre 20 y 30°C). Pero gestionarla puede ser complicado: no se puede tener ni demasiada ni muy poca, y hay que dejar que circule suficiente aire y que se infiltre la lluvia… Así que aquí tienes 5 métodos que te ayudarán a proteger tu huerto este verano.
5 consejos para dar sombra a su huerto y proteger los cultivos del calor
1. Utilizar velos o redes de sombra
Me gusta mucho esta solución, porque es rápida, eficaz, modular y multifuncional (además de fácil de desmontar si tienes un jardín o huerto compartido).
Puedes instalar un velo temporalmente, durante las horas más calurosas del día, para proporcionar sombra parcial a ciertas plantas sensibles. Como ventaja adicional, disfrutarás de un espacio exterior más fresco, perfecto para relajarse.
Otra ventaja: ¡estos velos dejan pasar el aire y la lluvia!
Son fáciles de encontrar en tiendas de bricolaje y centros de jardinería, a precios que oscilan entre los 49 y los 200 euros. Siempre que sea posible, opta por materiales naturales como la fibra de coco o, mejor aún, recupera sábanas o manteles viejos y átalos a estacas firmemente clavadas en el suelo.
2. Utiliza cajas de madera
Cuando vayas al mercado puedes aprovechar para recoger algunas cajas de madera. Dales la vuelta y colócalas sobre tus plantones, lechugas, albahaca y otras plantas sensibles en las horas más calurosas del día. ¡Sencillo, gratuito y eficaz!
Sólo asegúrate de retirar este refugio temporal antes de la puesta de sol, de lo contrario podrías estar invitando a babosas y caracoles a pasar la noche…
3. Combina tus plantas
Esta es la forma ideal de maximizar tu superficie de cultivo y, al mismo tiempo, ¡proteger tus cultivos de la luz solar directa!
He aquí algunos ejemplos de combinaciones fáciles que puedes poner en marcha:
- intercalar lechugas, rábanos y albahaca entre tus tomates;
- utiliza la ‘milpa’ (judías, maíz y con calabaza a la sombra del maíz);
- cuando llegue el otoño, planta plantas de fresa debajo de tus puerros;
- planta hileras de girasoles junto a tus pepinos, calabazas y coles.
4. Haz que tus cultivos trepen
Mi método favorito de todos, permacultural por excelencia: ¡haz trepar las plantas comestibles por encima de tus parcelas! Requiere un poco de previsión, pero es una solución 3 en 1: obtienes producción, aumenta tu superficie de cultivo y crea una sombra beneficiosa.
Para que tus plantas trepen bien, necesitarás un soporte, como una valla o una malla metálica. Si eres mañoso, puedes incluso construir una especie de pequeña pérgola, con 4 postes y un armazón de madera para el techo, cubierto de paja o plantas. No lo olvides: cuanto más alta sea su estructura, más sombra proyectará.
En cuanto a los comestibles, te recomendaría
- judías pintas
- kiwis (¡que crecen muy bien en nuestras latitudes!)
- calabaza
- glicinas tuberosas (que florecen magníficamente)
- y, por supuesto, la vid más clásica.
- si prefieres las plantas ornamentales, busca la madreselva o la hiedra.
5. Plantar árboles
Por último, un consejo a largo plazo. A partir de este otoño, considera la posibilidad de plantar arbustos, árboles de hoja caduca de crecimiento rápido o frutales adaptados a tu clima y superficie. Dentro de unos años, crearán zonas de sombra natural en el huerto, ¡y te darán mucha fruta!
Como siempre, estas técnicas no son universales, sino que pueden adaptarse e idearse en función de tu huerto. Espero que lo disfrutes, ¡y hasta pronto con más consejos de temporada!
¿Qué son los cultivos integrados?
Hoy en día distinguimos dos modelos básicos de producción agrícola: la convencional (con fertilizantes, herbicidas, pesticidas) y la ecológica. Y una variante que procura situarse a medio camino entre las dos: la producción integrada.
En la agricultura ecológica, sobre todo si es de pequeña y a media escala, se respeta el funcionamiento propio de los agroecosistemas sin alterarlos con elementos ajenos o agresivos, permitiendo así que pervivan sin degradarse. En Integral somos pioneros en proponerla y defenderla desde 1978. Hoy la siguen todos los grupos ecologistas y movimientos como el de la Soberanía Alimentaria.
La producción integrada es una versión controlada del cultivo convencional, que surge en Europa para poner en práctica la transición hacia una agricultura más respetuosa. Este tipo de agricultura reduce el uso convencional de insumos químicos y artificiales, combinándolos con otros más respetuosos, , como los métodos biológicos.