Los tés semifermentados, también llamados Oolong, reciben el nombre de «té azul». El oolong es un té chino tradicional que podemos situar entre el verde y el negro en oxidación, lo cual le da un característico tono azulado –pero se llama así sobre todo por los reflejos de sus hojas–. En China y en Taiwán está entre los tipos de té más populares y los tés oolong semioxidados se agrupan colectivamente como qingchá. Se ha llegado a decir que es el champagne de los tés.
En lugar de completar la oxidación, a mitad del proceso se detiene la fermentación –normalmente a las dos horas– para obtener este tipo de té. Su sabor equilibrado, combina características de otros verdes y negros y su contenido en teína suele ser bajo, pero depende de cuándo se interrumpe la fermentación (entre 10 y 55 mg por taza).
En todo caso es muy digestivo e ideal para saborear a media tarde, o incluso después de las comidas. Además, es un té del que podemos preparar una infusión más de una vez para apreciar sus matices en cada momento, por sus diferentes sabores y olores, entre los que destaca un ligero sabor natural a nuez.
8 beneficios del té azul o té oolong
- Es una bebida antioxidante. Destaca por su alto poder antioxidante, lo cual beneficia el sistema inmunitario. Se atribuye a la alta presencia de catequinas en su composición. Estas sustancias flavonoides y tienen gran capacidad para proteger a las células y retrasar el envejecimiento.
- Previene el cáncer y ayuda a reducir el colesterol. Gracias a las catequinas, el té oolong ayuda a reducir el colesterol.
- Preserva el sistema cardiovascular y regula el nivel de azúcar. Las catequinas ayudan también a mejorar la presión arterial y a reducir el nivel de azúcar en la sangre, limitando los efectos de la diabetes. En este caso, ten en cuenta que el té es solo un complemento, no una medicina.
- Ayuda a adelgazar y es diurético. También actúa como quema grasas. Cuando lo tomas, hace que tu cuerpo no asimile todas las grasas que ingieres e incluso ayuda a eliminar la grasa del organismo.
- Protege el hígado. Si tu estado de salud te requiere cuidar el hígado, el té azul es un buen aliado.
- Aporta vitaminas y minerales. Ayudan a mantener un buen estado de la piel… ¡junto a otros muchos buenos efectos!
- Tiene efecto rejuvenecedor.
El motivo por el que este té no es tan conocido como los otros es debido a que Asia solo exporta un 5% de su producción al resto del mundo. El otro 95% lo comercializan dentro de sus propios países.
¿Cómo se prepara el té azul?
Igual que con otros tés, hay que tener en cuenta…
- Temperatura del agua. La temperatura ideal para hacer el té azul es 90 grados. Ni más, ni menos.
- Tiempo de espera del té. Una vez tienes el agua, has de echar poca cantidad de té (entre 2-5 gramos) para una taza de té de 200 ml. Deja infusionar de dos a tres minutos y ya está. ¡A disfrutarlo!
Los tés
El té procede de la planta Camelia Sinensis, de la familia de las camelias (de ahí el nombre botánico). Ésta es la variedad china, porque en el nordeste de la India tenemos una segunda variedad, la Camelia Assamica, que fue descubierta en el siglo XIX. El arbusto del té tiene hojas finamente serradas, con numerosas glándulas oleosas. Las flores son blancas y desprenden una delicada fragancia.
El cultivo del té requiere zonas cálidas y húmedas y se considera que su calidad es superior cuando crece a mayor altitud, aunque también intervienen factores como el clima, la tierra, el modo de recolección y su posterior procesamiento.
La práctica totalidad de los tés se elabora a partir de hojas jóvenes. Cuando el arbusto alcanza la madurez necesaria, se realiza la recolección a mano. Para los tés de mayor calidad sólo se toma la hoja más alta y las dos siguientes. Acto seguido tiene lugar el secado. Las hojas se extienden y se dejan marchitar hasta que son lo bastante flexibles para enrollarlas sin que se rompan. Es precisamente durante el secado y enrollado que las hojas liberan las sustancias que les otorgan su color y aroma característicos.
Los lectores de la revista conocen bien las reticencias de los médicos ante el contenido en teína (o teofilina, un excitante equivalente a la cafeína del café) del té, en especial de los tés ahumados o muy fermentados. El hallazgo por los científicos de su riqueza en catequinas antioxidantes (un tipo de polifenol) ha hecho valorar sus ventajas. En todo caso siempre son preferibles los tés verdes que contienen muy poca teína, como los tés matcha o sencha.