El cáncer es una enfermedad medio ambiental que se relaciona con cómo comemos, cómo vivimos y cómo nos relacionamos con nuestro medio. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 80-95% de los cánceres tienen un origen medioambiental y un 5-15% ocurren por una causa genética.
Con este dato en nuestras manos tenemos las claves para prevenir la aparición de la enfermedad si, como veremos, modificamos nuestra alimentación y nuestro estilo de vida.
Dra. Odile Fernández
Sustancias cancerígenas
Cada día entramos en contacto con sustancias químicas que han sido identificadas como cancerígenas por la Agencia de Investigación del Cáncer (IARC: www.iarc.fr/). Muchas de estas sustancias entran en contacto con nuestro cuerpo a través de los alimentos que ingerimos, de los materiales de cocina donde cocinamos o de la cosmética que aplicamos en nuestro cuerpo. Las sustancias cancerígenas pueden ser el origen del 5% de los cánceres. Aquí incluimos el teflón de las sartenes, los plásticos, los metales pesados, el amianto, el asbesto, ciertos disolventes y aditivos, las dioxinas, las nitrosaminas, etc.
Ciertos virus y bacterias también se relacionan con la aparición de cáncer, por ejemplo el virus del papiloma humano (cáncer de cuello de útero), los virus de la hepatitis B y C (cáncer de hígado) o la bacteria Helicobater pylori (cáncer de estómago y linfoma intestinal).
Cáncer y alimentación
Pero, el factor que más peso juega en el origen del cáncer es nuestra alimentación. El 35% de los canceres están relacionados con una mala alimentación, es decir 1 de cada 3 cánceres de deben a una alimentación poco saludable.
¿Cuál es esa alimentación que puede ser perjudicial para nuestra salud?
La alimentación basada en carnes (especialmente rojas y procesadas), grasas de origen animal, lácteos, azúcares, alimentos refinados y procesados, el alcohol, los salazones y ahumados van a ser perjudiciales para nuestra salud.
¿Cuál es la alimentación que nos protege de la enfermedad?
Una alimentación preparada con alimentos frescos y ecológicos, en las que protagonistas sean los vegetales, las frutas, los frutos secos, las semillas, las algas, las setas, las legumbres y los cereales integrales nos ayudará a mantener alejada la enfermedad.
Fitoquímicos saludables
En esta dieta deben cobrar protagonismo ciertos alimentos que contienen fitoquímicos identificados como auténtica quimioterapia natural y sin efectos secundarios. Hablamos de la quercetina de las cebollas, el ajo y las manzanas, de la curcumina de la cúrcuma, del licopeno del tomate, del ácido elágico de los frutos rojos, del resveratrol de la uva y del vino tinto, de los carotenos de las zanahorias y la calabaza, del sulforafano y el indol 3 carbinol de las crucíferas, de las catequinas del té verde, de los terpenos presentes en las aromáticas, etc. Estos fítoquímicos en laboratorio son capaces de destruir a las células tumorales. Sin embargo, se desconoce cuál es la dosis óptima en humanos para que estas sustancias sean efectivas en la lucha contra el cáncer, pero lo que sí se sabe es que una dieta basada en estos alimentos nos va a ayudar a luchar contra la enfermedad.
El riesgo de padecer cáncer de cualquier localización disminuye si aumentamos el consumo de fruta y verdura. Por cada 200g de fruta y verdura que ingiramos al día nuestro riesgo de padecer cáncer disminuye en un 3%.
Hay cánceres que se relacionan especialmente con nuestra alimentación y son precisamente los más frecuentes en nuestra sociedad occidental, hablamos de cáncer de colon, mama y próstata.
Cáncer de colon
El consumo bajo de verduras y fibra y el alto consumo de carne se han relacionado con una mayor incidencia de cáncer de colon. Sin embargo el alto consumo de vegetales, fruta y pescado disminuyen el riesgo.
El 66-75 % de estos tumores podrían evitarse con una dieta rica en vegetales, pobre en carne y acompañada de ejercicio físico regular y el abandono del alcohol y el hábito de fumar.
Consumir 21-22 gramos de fibra al día disminuye un 25% el riesgo de padecer cáncer de colon. La fibra la encontramos en los vegetales, las fruta, los cereales integrales, las legumbres y las semillas.
Cáncer de mama y alimentación
El cáncer de mama se relaciona con una dieta rica en azúcar, alimentos refinados, grasas y proteína animal. Una alta ingesta de grasas saturadas en nuestra dieta aumenta en un 13% nuestro riesgo de padecer cáncer de mama.
La ingesta de abundante fibra procedente de las verduras se ha relacionado con una reducción de un 10% del riesgo de padecer cáncer de mama.
Cáncer de próstata y alimentación
El cáncer de próstata es el más relacionado de todos los tumores con la alimentación, siendo la alimentación responsable del 75% de estos canceres.
El cáncer de próstata se ha relacionado especialmente con el consumo de leche animal y derivados. Sin embargo un alto consumo de soja fermentada y tofu se ha asociado a una menor incidencia de cáncer de próstata.
Las recetas anti cáncer
Vamos a preparar algunas recetas basadas en la utilización de los alimentos anti cáncer.
Tallarines de calabacín con salsa napolitana
Los tallarines de calabacín son muy sanos y son una excelente alternativa a la pasta cocinada. Existen aparatos de cocina específicos para formar unos espagueti o tallarines similares a los de sémola de trigo, son las mandolinas, pero a falta de él podemos usar un pelador de verduras y el resultado es similar.
Para los tallarines de calabacín:
Cortamos a tiras el calabacín con ayuda de un pelador o mandolina, y dejamos reposar macerando con un poco de aceite de oliva y sal marina sin refinar.
Para la salsa:
2 tomates maduros
2 tomates secos hidratados 15 minutos en agua templada
el zumo de ½ limón
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
hierbas aromáticas frescas al gusto (albahaca, orégano, perejil, etc.)
½ cucharadita de cúrcuma
1 pizca de pimienta negra
agua filtrada
- Trituramos todos los ingredientes con ayuda de una batidora o de la thermomix.
Servimos sobre los tallarines. Si nos apetece podemos añadir también tallarines de zanahoria, crudités de apio, tomate en trocitos, etc.
Frutos rojos al mosto
Un postre anti cáncer muy vistoso y delicioso por el contraste de sabores entre las frutas y el mosto.
Ingredientes:
½ vaso de arándanos negros
½ vaso de frambuesas
½ vaso de moras
½ vaso de fresas
½ vaso de mosto de uva negra (opcionalmente, vino tinto eco)
1 palo de canela
2 cucharaditas de sirope de ágave
¼ vaso de agua filtrada
- En un cazo calentamos el agua, el mosto, la canela y el sirope de agave hasta que esté a punto de ebullición, después bajamos el fuego a fuego medio y calentamos durante 5 minutos.
- Vertemos sobre las frutas y dejamos enfriar. Y listo… a disfrutar del postre.
Lentejas estofadas a la cúrcuma
Os presento una receta de inspiración macrobiótica rápida y sabrosa. Contiene fibra procedente del arroz integral y las lentejas. En esta receta no falta la cúrcuma, uno de los alimentos más anti cáncer que existen. Es una especie originaria de la india responsable del color amarillo que tienen la mayoría de platos de la cocina india.
Ingredientes:
200 g de lentejas remojadas 8 horas
50 g de arroz integral
alga kombu
agua filtrada
1 hoja de laurel
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 zanahorias
1 cebolla
1 troncho de apio
1 cucharadita de cúrcuma
1 pizca de pimienta negra
- Cocemos las lentejas junto al alga kombu en una olla. Para ello añadimos las lentejas, el alga, el laurel y cubrimos con agua. Dejamos cocinar a fuego medio, 45 minutos más o menos, hasta que estén blandas.
- En otra olla cocemos el arroz integral con abundante agua. Cocinamos según indicación del fabricante, pues el tiempo de cocción del arroz integral es muy variable. Cocinamos, colamos y reservamos.
- Mientras se cuecen las lentejas y el arroz, vamos a preparar las verduras. Para esto salteamos la cebolla y el puerro con aceite de oliva en una sartén sin teflón. Añadimos las zanahorias troceadas y cocinamos unos 15 minutos removiendo para que no se quemen. Cocinamos a fuego lento.
- Cuando estén las lentejas las añadimos a las verduras junto al caldo de cocción restante de las lentejas, este caldo será escaso pues debemos cocer las lentejas con muy poca agua, solo la necesaria para cubrirlas.
Cocinamos las lentejas y las verduras juntas durante 15 minutos y a fuego lento junto a la cúrcuma y la pimienta. En los últimos 5 minutos añadimos el arroz y removemos.
- El resultado, unas sabrosas lentejas diferentes en sabor al potaje tradicional y cargadas de alimentos anti cáncer.
Makis crudiveganos
Es una receta ligera y con amplias propiedades anti cáncer gracias a su contenido en algas, cúrcuma y brócoli.
Ingredientes. Para el «falso arroz«: unos arbolitos de brócoli (desechamos el tronco)
un puñado de anacardos o piñones
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío
1 cucharadita de cúrcuma
1 pizca de pimienta negra molida
Para el relleno:
1 tira de pimiento rojo
¼ de cebolla morada
3 aceitunas verdes o negras.
1 hoja de alga nori
- Con la ayuda de un robot de cocina o la Thermomix trituramos el brócoli juntos a los anacardos, el aceite, la cúrcuma y la pimienta. Si queremos una apariencia más real de arroz sustituimos el brócoli por coliflor, pero yo lo prefiero con brócoli por ser un alimento anti cáncer más completo.
2.Cortamos los ingredientes para el relleno en trocitos pequeños.
- Colocamos el alga nori sobre una superficie lisa, y extendemos el «arroz», dejando un extremo libre para poder cerrar al final el maki.
- Mojamos ligeramente el extremo que hemos dejado libre con agua para sellar con mayor facilidad.
- En el centro del alga colocamos el relleno y empezamos a enrollar en dirección al extremo libre de «arroz», al enrollar presionamos con suavidad para que se extiendan de manera uniforme todos los ingredientes.
- Dejamos reposar 5 minutos y ya tenemos listo un rico tentempié.
Licuado de zanahoria, manzana y jengibre
Un licuado es la mejor forma de empezar el día.
Ingredientes:
1 manzana
2 zanahorias
1 rama de apio con hojas verdes incluidas
1 trozo de 2 cm de jengibre sin piel
2 cucharadas de semillas de lino molidas
- Licuamos todos los ingredientes (si son de agricultura ecológica los licuamos con piel, salvo el jengibre. En caso de ser de agricultura convencional debemos pelarlos por los pesticidas que puede contener la piel).
- Añadimos las semillas de lino molidas, mezclamos y bebemos. No deben pasar más de 2 horas desde que preparamos el licuado hasta que lo ingerimos, para que las vitaminas no se oxiden.
La Dra. Odile Fernández Martínez es médico de familia,
Superviviente de cáncer de ovario, y autora del libro “Alimentación Anticáncer” y del blog www.misrecetasanticancer.com