Este artículo es el segundo de la serie sobre plantas medicinales y tisanas del médico acupuntor Ramon Roselló*.
No todas las plantas son aptas para preparar tisanas, ya que algunas son venenosas. Aunque ricas en principios activos curativos y utilizadas en buenas manos pueden convertirse en óptimas medicinas, su uso doméstico no es aconsejable. Sería conveniente que las plantas venenosas fueran bien conocidas por los adultos y especialmente por los niños, ya que son atraídos por la belleza o los colores de las plantas y expuestos de esta manera a sus peligros. Un claro ejemplo de ello, es durante la recolección de la gran familia de las umbelíferas, entre las cuales hay plantas útiles en la cocina y plantas altamente venenosas, como el perejil y la cicuta. Veamos a continuación una breve lista de las plantas tóxicas o venenosas más comunes en nuestro medio:
Acónito (Aconitum napellus): crece fácilmente en los Pirineos, en la falda norte de esta cordillera; toda la planta es venenosa. Se confunde fácilmente con el apio de montaña. Produce, en primer lugar una excitación del sistema nervioso central, que posteriormente se transforma en hormigueo en manos y pies, debilidad en las piernas y parálisis, con síntomas de intoxicación, como náuseas, vómitos y dolor de cabeza.
Adelfa (Nerium oleander): bellísimo arbusto que crece espontáneamente en el clima mediterráneo, sobre todo en zonas cercanas a los ríos. Son especialmente venenosas las hojas y las flores. Se han dado casos de intoxicación de personas que habían asado alimentos con los tallos de esta planta.
Beleño negro (Hyoscyamus niger): era utilizado para componer el “bálsamo tranquilo” utilizado por personas insomnes o nerviosas. Su uso por los profanos es siempre peligroso ya que toda la planta es venenosa.
Belladona (Atropa belladona): los alcaloides principales de la belladona actúan sobre el sistema nervioso vegetativo. Toda la planta es venenosa; las intoxicaciones suelen ocurrir al ingerir los frutos maduros de sabor dulzón. Bien utilizada (a dosis mínimas) es una planta que tiene muchas aplicaciones, no en vano forma parte de muchas fórmulas magistrales, no sólo de herbolario sino también de farmacia.
Celidonia (Chelidonium majus): el látex de esta planta se utiliza en aplicación tópica para combatir las verrugas, pero su consumo, a dosis elevadas, es tóxico: produce somnolencia, hipoglucemia o aumenta la tensión arterial.
Ciclamen (Cyclamen balearicum): planta muy apreciada por la belleza de sus flores, que aparece en muchas de nuestras terrazas, puesto que de manera espontánea sólo crece en lugares umbríos de zonas alpinas. Toda la planta es venenosa. Su ingesta produce un estado tóxico con vómitos y diarrea.
Cicuta (Conium maculatum): crece a la orilla de los caminos, al pie de los muros, y en los terrenos baldíos del clima mediterráneo. Cuando es joven, se confunde muy fácilmente con el perejil. Los síntomas que aparecen tras su ingesta son los vómitos, el vértigo y la parálisis progresiva. La muerte sobreviene por asfixia a las tres o cuatro horas de haberla ingerido debido a parálisis del centro respiratorio.
Cólquico (Colchicum autumnale): la colchicina, uno de los principios activos del cólquico, se usa en medicina para combatir los ataques agudos de gota, pero bien dosificado (de uno a tres miligramos por día). Las partes tóxicas de la planta son el bulbo y las semillas. A dosis altas puede producir la muerte por parálisis del sistema nervioso central.
Convalaria (Convallaria majalis): preciosa planta de la familia de las liliáceas que crece en los lugares sombríos de los bosques. Sus delicadas flores blancas desprenden un agradable aroma, por lo que se cultiva también en los jardines. Toda la planta es tóxica.
Digital (Digitalis purpurea): uno de los principios activos de la digital o dedalera, la digitoxina, es el que posteriormente dio paso a la digoxina, medicamento comercializado también con este nombre y que muchos abuelos de todo el mundo consumen para las alteraciones del ritmo cardiaco. Se trata de una preciosa planta cuyas flores adquieren la forma de campanas o dedales alargados de color púrpura. Toda la planta es tóxica, pero sobre todo la hoja durante la época de la floración.
Estramonio (Datura stramonium): “berenjena del diablo”, “higuera del infierno”, o “higuera loca” son algunos de los sinónimos de esta planta que orientan ya sobre los efectos que produce su ingestión. Toda la planta posee principios activos tóxicos.
Evónimo (Evonymus europaeus): antiguamente utilizada como purgante, en modo alguno se puede aconsejar el uso de esta planta por sus efectos sobre el corazón. Son venenosos los frutos y la corteza. Los frutos son particularmente atractivos por los niños debido a su forma dividida en gajos.
Helecho macho (Dryopteris filix-mas): el rizoma de esta planta (tallo horizontal subterráneo) se había utilizado para combatir parásitos intestinales, como la tenia, gracias a su capacidad para paralizar su musculatura. Uso que quedó desfasado porque también el sistema muscular del hombre es sensible a sus principios activos.
Nueza (Bryonia dioica): la brionina, uno de sus principios activos, es un purgante violento. Esta planta crece en los setos de todo el estado español, y la parte más tóxica es el fruto o baya, de un atractivo color rojo.
Ricino (Ricinus communis): el ricino es un arbusto que crece espontáneamente en las áridas zonas de Andalucía o del Algarbe. Las semillas contienen una sustancia venenosa. El aceite obtenido las semillas, purificado de su principio tóxico, tiene un efecto laxante que ya conocían y utilizaban los egipcios y los griegos en la antigüedad.
Sabina (Juniperus sabina): la esencia de la sabina es irritante para la piel y las mucosas. Toda la planta es tóxica, sobre todo el tallo y los frutos.
Tejo (Taxus baccata): el tejo posee unos frutos rojos muy bellos y por ello se cultiva como planta ornamental. Las raíces, ramas, hojas y semillas del tejo, es decir todos sus órganos salvo el fruto rojo que rodea la semilla, poseen el alcaloide denominado taxina, un poderoso veneno para el sistema nervioso y el corazón.
* Encontraréis el primer artículo en Integral 28, y las imágenes de todas las plantas en la web: www.larevistaintegral.net).