Texto: Patricia Restrepo, Directora del Instituto Macrobiótico de España y Consultora macrobiótica.
Menopausia, «la explosión de lo espiritual que va al encuentro de la unidad, de regreso a su morada».
Menopausia significa, literalmente, cese de la menstruación, que tiene una correlación fisiológica con la declinación de la secreción de estrógenos por la pérdida de la función folicular. El climaterio es pues la fase de transición entre la etapa reproductora y no reproductora de la mujer. Durante este período, los ovarios de la mujer dejan de producir óvulos y producen menor cantidad de estrógenos y progesterona.
Aunque la menopausia es un proceso totalmente natural, algunos tipos de cirugía, tratamientos oncológicos o medicamentos anticonceptivos pueden producir una menopausia prematura. Por ejemplo al extirpar el útero (histerectomía) o ambos ovarios (ooforectomia) se provoca el cese de la menstruación y los síntomas de la menopausia comienzan inmediatamente sin importar la edad.
Es decir que alrededor de los 50 años, en nuestro otoñó biográfico, florecemos de nuevo y recogemos los frutos de etapas anteriores añadiendo a la experiencia (lo que aprendimos de lo que vivimos) la eclosión de lo espiritual, que va al encuentro de la unidad.
Según la doctora Christiane Northrup, la menopausia es el paso a los años de la sabiduría. Y pese a lo que piense una sociedad focalizada en la rentabilidad y la sobreproducción, la menopausia puede ser una etapa de sosiego, plenitud y encuentro.
La hembra humana es el único ser viviente que experimenta el cese de su capacidad para procrear, mientras el resto de los animales mueren con sus cualidades reproductivas íntegras. Este parece un hecho caprichoso de la naturaleza, pero en realidad es un símbolo nítido de lo que nos diferencia de las demás especies o animales: es la capacidad de interiorización, la autoconciencia.
No cabe duda, pues, que este hecho refleja que si la mujer está viviendo esta fase de la vida, focalizada y conectada al orden natural, tendrá una vía directa a la realización espiritual, a la comunión con la sacerdotisa que lleva dentro.
«LA INTUICIÓN DE UNA MUJER ES MÁS PRECISA QUE LA CERTEZA DE UN HOMBRE» Rudyart Kipling
Con la menopausia se dejan atrás los teñidos días de regla, que son suplidos por la experiencia directa del fuego, el agua y el vapor, algo que vinculo a la purificación y transmutación de experiencias no comprendidas en el pasado .
Mientras vivíamos el proceso cíclico menstrual, vivíamos paralelamente en una corriente alterna de intuición y sabiduría. La sabiduría intuitiva que antes estaba a nuestra disposición sólo durante ciertas fases lunares del ciclo menstrual pasa a estar potencialmente disponible en todo momento (y digo potencialmente porque algunas prácticas en el estilo de vida moderno lo impiden).
Desde el punto de vista biológico estamos programadas para que en esta etapa de la vida nos retiremos del mundo exterior por un tiempo -yo las llamo «pausas conscientes»- y no me refiero necesariamente a una retirada externa. No hace falta que nos vayamos al lejano Oriente en busca de un templo, un maestro tibetano o un gurú; estas pausas sin ritmo externo tienen que ver más con la interiorización, la meditación y el silencio, que no es exclusivo de la edad de la sabiduría, pero sí esencial a esta edad.
Vuelvo y recalco «potencialmente», ya que si los hábitos de vida son caóticos en cuanto a la nutrición, ejercicio, respiración y emociones, pueden convertirse en obstáculos densos y más que sabias nos acabamos transformando en erudita, aguda, mental, focalizada en rentabilidad y producción y en otros aspectos de característica más yang.
Si tu nutrición incluye o está basada en alimentos que generen mucho calor y que procedan de animales de sangre caliente y hormonada (referido al propio proceso hormonal del animal), el paso a la edad de la sabiduría se convierte en la edad de la irritabilidad, la competitividad y el miedo, dando paso a un constante altibajo que alterna entre calor y sudor, hipo e hiperglucemia, hipo e hipertiroidismo, hiper o hipotensión, es decir, una esquizofrenia biológica donde se vive hacia afuera y se prima servir a las exigencias sociales.
Es fácil observar cómo paralelo al incremento del consumo de carne en la premenopausia y la menopausia las mujeres se sienten más atraídas por las cirugías estéticas (aumento de volúmenes en algunas zonas del cuerpo y obsesión por la figura). A veces tengo la sensación que se está creando otra raza de quirófano destinada a complacer lo masculino y a abortar lo realmente femenino.
Las hormonas son la partitura donde está escrita la dirección de la vida de la mujer y si nuestra alimentación y estilo de vida son armónicos con nuestra naturaleza, sabremos llevar a cabo la lectura adecuada. Según esta partitura, con la entrada de la menopausia, la mujer abandona su papel principal de educar y criar hijos y aunque sigue teniendo la cualidad maternal de cuidar, dispone de la libertad de elegir hacia donde dirigir su energía creativa y servir más a las demandas del alma, desarrollando la capacidad receptora al constante conocimiento intuitivo.
Podríamos concluir con esta analogía: durante la edad fértil estamos preparadas para dar a luz hacia el exterior y en la menopausia nos preparamos para darnos luz a nosotras mismas. Esta interiorización nos conducirá a un salto evolutivo para vivir los latidos del espíritu sin interferencias físicas y para alumbrar la pasión o a la artista creativa que llevamos dentro.
En la menopausia y premenopausia deberíamos nutrirnos teniendo más presentes los valores energéticos emocionales, evitando totalmente carne, aves, alimentos horneados y, en general, todo lo que esté muy seco y deshidratado, evitando lo muy yang y el extremo yin (azúcares simples, comida en bote, con hormonas añadidas y quimicalizada). Las proporciones también cambian y se precisa más cantidad de verduras que de cereales, más legumbres que pescado, más semillas que algas, así como reducir la sal.
Desde mi experiencia personal y clínica, una alimentación vegana personalizada e inteligente, sumado a la práctica del movimiento orgánico consciente no dogmático (yoga, tai chi, chi kung,) a la meditación, al abrazo desnudo a la naturaleza, a la comprensión y reconciliación con el pasado, a lacompasión y la gratitud hacen que vivas este periodo de la vida como un renacimiento floreciente.
Falsos mitos y verdades sobre la menopausia
- La menopausia no es el principio del fin.
- No se acelera el proceso de envejecimiento después de la menopausia. El proceso de envejecimiento se acelera por una nutrición cárnica, salada y seca.
- Si tu alimentación es adecuada no se aumenta de peso. Se aumenta de peso cuando intentas camuflar tus emociones comiendo.
- El cuerpo se adapta de forma natural a los cambios hormonales, no ingieras hormonas animales (carnes, aves, huevos, lácteos, pescados de piscifactorías).
- Hay una pérdida natural de calcio no peligrosa por la bajada de estrógenos (osteopenia natural).
- Haz ejercicio moderado al aire libre y expón el cuerpo al sol; junto con una respiración consciente nos ayuda a metabolizar el calcio. El que se toma en forma de lácteos o de suplementos no se metaboliza adecuadamente, se acumula en articulaciones y zonas blandas.
- El consumo de lácteos de origen vacuno, de cabra o cualquier otro mamífero incluyendo queso, yogourt, nata o mantequilla incrementan la desmineralización y descalcificación de los huesos.
- Las semillas de sésamo, tofu, algas hijiki y col verde son fuentes naturales biodisponibles de calcio.
- Existe una buena despensa de fitoestrógenos en la naturaleza.
- Comer tofu disminuye la sensación térmica de calor.
- No se pierde el deseo sexual: maduras sexualmente y sabes lo que quieres.
- Es el momento de redescubrir tu hobby y disfrutarlo, de conectar con tu verdadero sueño y realizarlo.
- Reunirse con mujeres es nutritivo y sanador.
- Es nuestra responsabilidad conocer la dimensión de la edad de la sabiduría y vivirla plenamente.
Recetas
Puré de ñame con tofu
El ñame es conocido por su gran aporte de fitoestrógenos y por potenciar el colágeno. Regula el calor y la humedad en el cuerpo.
Ingredientes:
- 1 kilo de ñame pelado.
- 6 cebollas.
- Aceite de oliva.
- Sal marina no refinada.
- Cortar las cebollas a medias lunas y saltear en un poco de aceite hasta que estén transparentes.
- Cortar el ñame en tajadas. Agregar las cebollas, cubrir de agua y cocer en la olla rápida durante 30 min., corregir de sal.
- Triturar y añadir un poco de pimienta.
Servir con tempura de tofu.
Sopa de almendras
Las almendras tienen una cualidad proteica estable y son fuente de calcio.
Al ser el mijo es diurético, la mezcla equilibrada del fósforo de este último, junto con el calcio de las almendras, hacen que este sea biodisponible y totalmente aprovechable por el organismo. Aumenta la inmunidad.
Ingredientes:
- ½ vaso de almendras tostadas.
- ½ vaso de mijo cocido.
- ½ cebolla cortada a cubos.
- Agua.
- Sal.
- Algas nori
- Triturar las almendras
- Pochar las cebollas en un poco de agua y una pizca de sal. Añadir el mijo y las almendras en polvo.
- Añadir agua y una pizca de sal. Hervir, bajar el fuego y cocer durante 15 min. Más.
- Triturar, servir caliente con alga nori en tiras.
Pepinos rellenos de paté de guisantes
Los pepinos crudos inducen a la micción y refrescan. Los guisantes relajan el hígado y el estómago. Esta cocción que genera relax.
Ingredientes:
• 2 pepinos crudos y pelados.
• 1 vaso de guisantes tiernos (pueden ser de conserva ecológica o congelados de tu propia cosecha).
• Un puñado de aceitunas verdes.
• Un puerro cortado a medias lunas.
• Una pincelada de aceite de oliva.
- Saltear el puerro en el aceite de oliva
- Mezclar con los guisantes y dejar cocer con una pizca de sal a fuego lento durante 10 min.
3. Cortar los pepinos en mitades, vaciar los pepinos respetando la parte de abajo. - Triturar los guisantes con el puerro y las aceitunas.
Reservar alguna aceituna para decorar cada pepino - Triturar los guisantes, rellenar el pepino y cubrir con una aceituna.
Natto
Es un fermento derivado de la soja, es útil en casos de sequedad vaginal. Lubrica, aporta calcio y tiene un elevado contenido en vitamina K2. Tiene un potencial efecto protector frente al Alzheimer.
Ingredientes:
- Natto.
- Cebollino.
- Mostaza.
- Soyu
- Mezclar dos partes de mostaza con una parte de soyu, añadir al natto y servir con un poco de cebollino.
- Acompañar con arroz.
El natto también puede agregarse a una sopa de miso y de esta forma genera calor en invierno.