LA COCINA ENERGÉTICA DE MONTSE BRADFORD

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LOS DESARREGLOS DIGESTIVOS

Más y más personas se ven diariamente afectadas por algún desarreglo digestivo como gases, diarrea, estreñimiento, digestiones largas y pesadas, flora intestinal pobre, incompatibilidades con ciertos alimentos, intestinos débiles, acidez de estomago, cándida, indigestiones… ¿Nos hemos preguntado cuál es la razón por la que esta lista se va alargando cada vez más?

Texto: Montse Bradford (www.montsebradford.es).

Ayer y hoy

La forma de vida de nuestros antepasados era muy diferente a la nuestra. Desde aproximadamente los últimos 200 años, debido a la modernización de la agricultura y a los productos procesados, nuestra forma de vida y de alimentación se ha ido apartando de lo tradicional y natural, y nuestro cuerpo lo está expresando. Comida ya preparada, empaquetada, lista para calentar en el horno microondas, con un alto contenido en sal, grasas saturadas y calorías, pobre en fibra, vitaminas, carbohidratos y aceites de buena calidad. Una comida, por descontado, ¡carente de vitalidad, energía, frescor y vida!

Es comida vacía, que puede que nos llene al comerla durante un par de horas, pero que nos producirá de nuevo un bajón energético que necesitaremos reponer con más azúcar, estimulantes, snacks salados…. Es una rueda sin principio ni fin.

Nuestro sistema digestivo es el encargado de recibir, digerir y transmutar lo que comemos, y se ve afectado por la pobre calidad de lo que le damos; por eso es importante conocer lo que sucede. Primero vamos a reflexionar sobre las…

CUATRO FASES DE LA DIGESTIÓN

1. Masticación.

La masticación tiene muchas ventajas:

■ Tal como decía Gandhi: «masticar nuestras bebidas y beber nuestros alimentos».

■ La digestión de los carbohidratos integrales comienza con la masticación. La tialina que contiene nuestra saliva desglosa los carbohidratos integrales en azúcares mas simples para poderlos almacenar en forma de glucosa y mantener el nivel estable de energía y vitalidad que todos deseamos.

■ Si masticamos bien los cereales integrales, nuestras ansias por los «dulces» disminuyen radicalmente. Con ello también disfrutaremos de más estabilidad emocional.

■ Reduce la cantidad de comida que deseamos, los snacks y alimentos entre comidas… es decir, regula problemas de peso.

■ Fortalece los dientes y las encías.

■ Evita flatulencias, gases y digestiones pesadas.

■ Genera un estado general de relajación.

■ Fomenta la claridad y una buena salud mental.

■ Produce un estado de energía y vitalidad estable.

■ Estimula el funcionamiento general del sistema endocrino y con ello, refuerza el sistema inmunitario.

2. La digestión

■ Hemos de recordar a diario que el estomago ¡no tiene dientes! Si no masticamos bien, produciremos digestiones pesadas y lentas, acidez, dolor, somnolencia.

3. Absorción

■ Es importantísimo cuidar esta tercera fase, ya que es la que nos ayuda a generar energía y vitalidad. Si masticamos bien, digerimos estupendamente y nuestra flora intestinal esta en óptimo estado, podremos absorber los nutrientes de lo que comemos, generando energía estable y duradera, para poder seguir con nuestra vida diaria.

■ La señal de que estamos absorbiendo bien es que hacemos buenas comidas, y no tenemos hambre en medio de ellas; no padecemos gases ni flatulencias y nuestro nivel de vitalidad no oscila durante el día.

De qué forma podemos mejorar nuestra absorción

■ 1) Hacer comidas regulares.

■ 2) Masticar bien.

■ 3) Evitar lo que produce gases, flatulencias, inflamación y expansión de nuestros intestinos (carnes y azúcares rápidos, las harinas refinadas con levadura artificial de la bollería y harinas integrales sin masticar, así como  un exceso de crudos, es decir, ensaladas y frutas).

■ Legumbres: hay que cocinarlas con tiempo y con algas. Producirán gases si las mezclamos con otra legumbre, si las condimentamos con especies o si las combinamos con fruta en la misma comida.

■ Tofu: producirá gases si lo comemos crudo, lo combinamos con fruta o en postres.

◼ No tomar exceso de especies y picantes.

■ Exceso de frutos secos sin masticar bien.

■ Postres después de las comidas con proteína vegetal.

■ Beber líquido durante las comidas (diluye los jugos gástricos).

■ Bebidas con gas y frías.

■ El uso de vinagres y alcohol.

4. La eliminación

Esta fase es importantísima y hay que prestar atención a nuestras heces, observando a diario su calidad (color, olor, consistencia). Como adultos deberíamos tener una buena eliminación.

Estas etapas no sólo se refieren al tema de alimentación, también las podemos aplicar a la forma en que vivimos:

■ ¿Estamos masticando, viviendo nuestras experiencias diarias al 100%?

■ ¿Podemos digerirlas rápidamente o hay digestiones muy pesadas y difíciles?

■ Absorber y aprender nuestras lecciones con facilidad y enriquecer nuestra parte sabia con nuevas experiencias del día a día.

■ ¿Podemos eliminar del día a día todo lo que no necesitamos con agilidad y desapego? ¿O estamos atados al pasado, digiriendo y acarreando pesos inútiles que ya no existen?

■ ¿En cuál de ellos tenemos algún problema? ¿O todas estas etapas ocurren sin percibirlas, de forma fácil, y con calidad?

También podemos reflexionar en otros puntos fundamentales:

1. ¿Qué clase de alimentos necesitamos?

2. ¿Cuándo es el momento ideal de nutrirnos?

3. ¿Qué cantidad damos a nuestro cuerpo?

4. ¿Cómo o de qué forma comemos?

Tan solo recapacitando sobre estas preguntas o siendo los observadores de nuestros hábitos, podemos poco a poco relacionar la forma que nuestro cuerpo se siente con lo que hemos comido. Por supuesto, existen muchísimas mas razones que pueden causar desarreglos digestivos a otros niveles.

1. ¿Qué clase de alimentos necesitamos?

Alimentos puros, producidos de forma natural, libres de productos químicos en cualquiera de sus formas. Alimentos que nuestra madre Tierra nos proporciona, biológicos y sin procesar.

Actualidad en el mercado hay infinidad de productos llamados «naturales», especialmente carnes vegetales que, en el fondo, son una mezcla química de proteínas vegetales. Es pues importante que sea cual sea nuestra filosofía, nos alimentemos con productos naturales, sin procesar, ni refinar.

Puede que relacionemos esta clase de alimentación con un estilo aburrido y soso; que la vida es para disfrutarla; que temamos qué dirán nuestros amigos y familia; que no sepamos qué dar a nuestros hijos en lugar del bizcocho; que ya no podremos salir de fiestas, restaurantes o reuniones; qué nos pasaremos horas, comprando, lavando y cocinando.

A todas esta dudas, hay una respuesta categórica, clara y con base de muchos años de experiencia: Una alimentación sana y natural no esta apartada de una cocina deliciosa, sensorial, con color, sabor, atractiva, simple de cocinar y con la absoluta garantía de que nuestro cuerpo lo agradecerá al máximo.

2. ¿Cuándo es el momento ideal de nutrirnos?

Hay que reflexionar sobre nuestro estilo de vida y amoldarnos a nuestras actividades diarias. Cada persona es única y no hay reglas fijas que puedan adaptarse a todos.

Pero hay que observar cuando nuestro cuerpo se siente con más hambre, como nuestro metabolismo es diferente para cada uno de nosotros; cuándo podemos efectuar la comida principal del día y cuando una más ligera. Puede que cada día sea diferente de acuerdo a las actividades que efectuemos.

Es importante nutrir nuestro cuerpo tres veces al día. Un buen desayuno nos dará la base para empezar la jornada con energía y vitalidad. Olvidarnos de él, pasar el almuerzo con un simple snack y llegar a la tarde hambrientos, será la receta ideal para la desesperación de la tarde y noche. Es decir, ¡para no poder parar de comer y abusar de nuestro cuerpo una vez más! Es de esperar pues que este se queje y nos comunique sus molestias.

3. ¿Qué cantidad damos a nuestro cuerpo?

La cantidad juega también un papel importante en la futura calidad energética de nuestra salud. Es mejor pequeñas cantidades distribuidas tres veces al día, que una gran dosis una vez al día. Al ir comiendo varias veces durante la jornada, la energía será distribuida paulatinamente, proporcionándonos los resultados deseados para seguir con nuestras actividades diarias. Si ingerimos una gran cantidad de golpe, todos nuestros sistemas se colapsarán, nos sentiremos cansados, pesados y con sueño y sin energía.

4. ¿Cómo o de qué forma comemos?

Hoy en día vemos más y mas personas comiendo en la calle, caminando rápidamente para llegar a su destino, en transportes públicos o de pie en lugares de comida basura. O puede que si tenemos la suerte de sentarnos, estemos en frente de la televisión, en medio de una acalorada discusión de negocios, de una discusión familiar, hablando con una amiga de nuestros problemas emocionales o incluso trabajando al mismo tiempo. ¿Cómo podremos absorber la calidad máxima de lo que comemos? No podemos sorprendernos si, al cabo de unos minutos padecemos de indigestión o algún otro desarreglo. Es importante pues disponer de cierto espacio de tiempo para relajarnos antes de cada ágape y comer con tranquilidad y armonía, a fin de ayudar a nuestro cuerpo a absorber y digerir la máxima energía y vitalidad.

Primeros pasos para fortalecer nuestro sistema digestivo

■ Descubre el valor de la masticación.

■ Utiliza alimentos naturales y biológicos.

■ Utiliza alimentos fermentados.

■ Utiliza alimentos ricos en fibras.

■ Descubre las propiedades de las verduras del mar (algas).

■ Descubre el valor nutritivo de las proteínas vegetales.

■ Come con regularidad y sin exceso.

■ Cena temprano. Cenar tarde y con exceso debilita los intestinos.

■ Dispón de tiempo para comer con tranquilidad.

■ Evita los alimentos que produzcan inflamación (levaduras, especies, exceso de crudos, y frutas tropicales, vinagres, alcohol, tofu crudo, leche de soja, yogures de soja, azúcares refinados).

■ Evita alimentos que produzcan toxicidad, bloqueo y pérdida de flora intestinal (carnes, embutidos, lácteos, horneados de harina).

Sugerencias para mejorar algunos desarreglos digestivos

Gases

Es un síntoma muy común que afecta a muchos.  Una de las causas más importantes es el gran consumo de levadura artificial en bollería, panes, etc. La levadura   inflama, expande, hincha y, por descontado, también afecta a nuestro sistema digestivo. Y si a la levadura le añadimos azúcar refinado, el efecto de expansión es mucho mas acusado.

Comer despacio, con conciencia y masticando bien es el mejor remedio para este problema. Sugiero tomar regularmente infusiones de anís, hinojo o de menta poleo.

Observa además si ocurre con regularidad y cuáles son los alimentos que los producen. Reduce las ensaladas y cocina más las verduras.

Las leguminosas también pueden producir flatulencias si los intestinos están débiles y no se han cocinado debidamente. Hay que cocinarlas con mucho tiempo y con un poco de alga, especialmente kombu.

Evitar la combinación de leguminosas y frutas en una misma comida, así como el tofu crudo y la leche de soja, su energía es muy expansiva y flatulenta.

Diarrea

Puede producirse sobre todo por dos causas:

■ Alimentos que enfrían y distienden los intestinos, sea por su temperatura o efecto energético (helados, azúcar en todas sus formas, exceso de frutas, zumos tropicales, especies, alcohol, vinagres, bebidas azucaradas y con gas, cafés).

■ Consumo excesivo de productos animales, grasas saturadas y productos refinados.

La diarrea es un intento del cuerpo para deshacerse de algo que no necesita, ni desea, por lo que deberíamos dejar que el cuerpo lo elimine de forma natural durante un tiempo moderado. Luego, si todavía persisten los síntomas, podemos incluir en nuestra dieta tostadas, mijo, trigo sarraceno, sopa de miso, condimento de mesa de algas (ver mi libro Algas, las verduras del mar, editado por Océano), patés salados, verdura de raíz cocida (zanahorias).

Evita por completo durante las comidas especies, verduras con fibra, cereales integrales con mucha fibra (arroz, trigo, centeno, espelta), jengibre, vinagres, mostaza, aceites y fritos, alcohol, etc.

Estreñimiento

Para que se produzca una evacuación normal, tiene que existir el movimiento peristáltico, compuesto por dos fuerzas: de expansión y de contracción. Si una de ellas impera en demasía, o la otra es muy débil o inexistente, se producirá este problema: el intestino no se moverá.

■ Exceso de energía de expansión (paraliza el intestino por enfriamiento) se debe a un exceso de crudos, ensaladas, frutas, licuados, líquidos, alimentos que enfríen (ver diarrea), bollería y harinas refinadas, lácteos blandos, alcohol, vinagres, azúcares refinados, también combinado con muchos carbohidratos refinados.

■ Exceso de energía de contracción (paraliza por falta de fibra y genera putrefacción en los intestinos) se debe a productos animales y grasas saturadas, quesos salados, huevos, horneados de harina especialmente hechos con levadura artificial. Hay que volver de nuevo a una alimentación natural basada en cereales integrales de grano entero, legumbres, pescado, proteínas vegetales, verduras de tierra (raíces, redondas de hoja verde), verduras del mar, semillas, frutos secos, endulzantes y condimentos naturales.

Flora intestinal pobre

Debida a una alimentación caótica y con productos extremos que nos desmineralizan y acidifican el pH de la sangre: grasas saturadas (carne, embutidos, huevos, lácteos), azúcares refinados, excesos de especies, alcohol, vinagre, estimulantes y bebidas gaseosas azucaradas.

Hay que reducir estos productos y sustituirlos con alimentos fermentados de buena calidad: pickles o verduras fermentadas naturales como la chucrut (comer una cucharada sopera en cada comida), condimentos naturales fermentados (salsa de soja,  miso, el vinagre umeboshi, ciruela umeboshi) y tomar a diario una sopa de miso.

Cándida

Aunque el problema de cándidas va más en profundidad que un simple desarreglo digestivo, es importante mencionarlo, dada la cantidad de personas afectadas en estos momentos. Candida albicans es un hongo que vive normalmente en los seres humanos como parásito, al igual que miles de bacterias y otros microorganismos que habitan en nuestros cuerpos.

Cuando el sistema inmunológico pierde su eficacia por cualquier motivo, el hongo puede crecer exageradamente y causar una infección grave.

Las dietas modernas, altas en azúcares refinados y productos procesados constituyen un factor que contribuye a esta excesiva proliferación. Hay que centrarse entonces en varios puntos:

■ Reestablecer un equilibrio de la flora intestinal.

■ Reforzar el sistema inmunitario.

■ Eliminar la proliferación de hongos. Para ello eliminaremos los productos extremos, que produzcan un pH ácido en la sangre, que sean dulces intensos (azucares refinados), o de consistencia enganchosa  o pegajosa.

Eliminar / reducir:

■ Todos los productos que contengan levaduras, fermentos, azúcar e hidratos de carbono (especialmente refinados).

■ Alimentos ricos en azúcares naturales, como las frutas y sus zumos.

■ Todos los endulzantes: azúcar, miel, endulzantes de cereales, maíz, remolacha… Los hongos proliferan en un medio azucarado.

■ Las bebidas alcohólicas fermentadas (cerveza, vino, sidra).

■ Todos los horneados que contienen levadura (pastelería).

■ No consumir alimentos ahumados o procesados, ya que todos contienen azúcar y levaduras.

■ Todos los productos lácteos.

■ Toda clase de champiñones.

■ Todos los productos derivados del trigo, incluido el seitán.

■ Bebidas estimulantes (café, té) y las azucaradas.

■ Cacahuetes y frutos secos tostados y salados.

■ Todas las grasas animales y saturadas.

■ Aliños: vinagres, mostaza, pickles o encurtidos, mayonesa, aderezos de ensaladas.

■ Alimentos fermentados de la soja: miso, salsa de soja, tempeh.

Tomar:

■ Cereales integrales (en poca cantidad), especialmente arroz, mijo, quinoa, trigo sarraceno. Evitar los demás.

■ Leguminosas (en poca cantidad), especialmente azukis o lentejas.

■ Toda clase de verduras. A excepción de las que contienen fécula (patatas, boniatos). Las verduras especialmente recomendadas son los puerros, las cebollas, las coles, el apio, los nabos, los rabanitos, el daikon, las verduras de hoja verde (berros, brócoli) y el ajo.

■ Proteína: tomar  poca cantidad de leguminosas, tofu fresco (cocinado al menos 30 minutos).

■ Tomar variedad de algas en cada comida.

■ Utilizar poco aceite: sésamo, girasol, oliva virgen extra.

■ Si se desean galletas, utilizar galletas de arroz cuando los síntomas mejoren o bien un poco de pan alemán (sin levadura).

■ Utilizar un buen preparado de acidophilus, para restablecer el equilibrio en la flora intestinal.

■ Utilizar umeboshi y ajo a diario. Aunque el umeboshi sea una fermentación, su naturaleza es muy diferente a las demás.

■ Beber a menudo infusión de tomillo.

 

LAS RECETAS

Arroz negro con arame

Para 2-3 personas.

Ingredientes:

• 1 taza de arroz integral basmati.

• ½ taza de arroz salvaje negro.

• 1 hoja laurel.

• 2 cebollas cortadas a cuadritos.

• 1 taza de champiñones cortados finos.

• 1 pimiento rojo (escalibado, lavado y cortado a tiras).

• ½ taza de alga arame (remojada 10 minutos y escurrida).

• Aceite de oliva, sal marina, perejil fresco y crudo.

1. Lavar los arroces y colocarlos en una cazuela, junto con 3 tazas de agua, una hoja de laurel y una pizca de sal marina. Tapar y llevar a ebullición, reducir el fuego al mínimo y cocer durante 40 minutos.

2. Saltear en una cazuela grande y ancha las cebollas con aceite de oliva y una pizca de sal marina, sin tapa y durante 10 minutos a fuego bajo-medio.

3. Añadir los champiñones y unas gotas de salsa de soja. Cocinarlos sin tapa hasta que todo el líquido se haya evaporado.

4. Añadir el alga arame y el arroz cocido. Mezclar con cuidado.

5. Decorar con tiras de pimiento rojo (opcional). Servir caliente decorado con perejil.

Ensalada tibia de verduras verdes

Para 2-3 personas.

Ingredientes:

• Un buen manojo de judías verdes troceadas.

• Brócoli a flores.

• 2 calabacines cortados en rodajas en diagonal.

• Una pizca de sal marina.

• 1 mazorca de maíz cocida y troceada a rodajas.

Para el aliño:

• 1 c.s. de crema de cacahuete.

• 1 c.c. de mostaza natural.

• 1 c.s. jugo concentrado de manzana.

• 1 c.c. miso blanco.

• 1 c.s. ralladura de naranja.

• Agua caliente.

1. Hervir agua con una pizca de sal marina. Añadir las judías verdes y el brócoli. Hervir a fuego alto y sin tapa, 3 o 4 minutos. Lavar las verduras con abundante agua fría y escurrirlas bien.

2. Hervir los calabacines 2-3 minutos y repetir el mismo procedimiento.

3. Colocar todas las verduras en una fuente para servir.

4. Batir los ingredientes del aliño con un poco de agua caliente, hasta conseguir la consistencia deseada. Servir con la ensalada.

 

Salteado largo de verduras con piñones

Para 2-3 personas.

Ingredientes:

• 6 cebollitas peladas enteras.

• 4 zanahorias y 2 chirivias (todo cortado a trozos grandes).

• 2 c.s. de aceite de oliva virgen extra.

• Una pizca de sal marina.

• 1 c.s. de salsa de soja.

• 3 c.s. jugo concentrado de manzana.

• 1 c.s. de jugo de jengibre fresco (rallado y escurrido).

• 3 c.s. de piñones ligeramente tostados albahaca fresca troceada.

1. Calentar una cazuela de fondo grueso, añadir el aceite de oliva, las verduras y una pizca de sal marina. Rehogar 1-2 minutos a fuego vivo. Reducir, tapar y cocer con un difusor durante 35-40 minutos. Remover de vez en cuando para que no se peguen. Si fuera necesario, añadir varias cucharadas de agua.

2. Añadir el jugo concentrado de manzana a las verduras y unas gotas de salsa de soja al gusto.

3. Decorar con los piñones y la albahaca fresca. Servir caliente.

 

Potaje de judías rojas con fideos

Para 3-4 personas.

Ingredientes:

• 1 taza de judías rojas (remojadas toda la noche con 4 tazas de agua).

• 2 tiras de alga kombu.

• 2 cebollas cortadas a cuadritos.

• 2 tomates maduros(escaldados, pelados y troceados).

• 3 pencas de apio cortadas finas.

• 3 zanahorias y 1 nabo cortado a cuadritos, un ramillete de hierbas aromáticas al gusto.

• ½ taza de fideos aceite de oliva, sal marina.

• 1 c.s. mugi miso perejil, pimienta negra recién molida.

1. Calentar una cazuela grande, añadir un poco de aceite y saltear la cebolla con una pizca de sal marina sin tapa durante 10 minutos. Añadir el tomate troceado, tapar y cocer a fuego medio/ bajo durante 10-15 minutos más.

2. Tapar, llevar a ebullición y cocer a fuego lento durante 1 hora y cuarto. Si fuera a presión una hora. Lo importante es que estén bien blandas, sino cocinarlas de nuevo.

3. Añadir los fideos y cocer durante 7 minutos mas. Condimentar el potaje con el mugi miso disuelto con el liquido de la cocción y pimienta negra al gusto. Servir con perejil.

3. Lavar las judías y añadirlas al sofrito, junto con el alga kombu, y las verduras. Añadir agua, hasta cubrir el volumen de los ingredientes y las hierbas aromáticas.

 

Sopa de miso con verduras

Para 2-3 personas.

Ingredientes:

• 1 puerro cortado fino.

• 2 zanahorias cortadas a rodajas finas.

• 2-3 tiras de alga wakame remojadas tres minutos y troceadas.

• 2 vasos de agua.

• 1 y ½ c.s. de mugi miso.

• 1 c.p. de jugo fresco de jengibre (rallado y escurrido).

1. Hervir el agua, añadir los puerros y cocer sin tapa durante 2 minutos. Añadir las zanahorias y el alga wakame, tapar y cocer 10 minutos a fuego medio/bajo.

2. Diluir el miso con un poco del jugo de la sopa, reducir el fuego al mínimo, añadir el miso y el jengibre. Apagar y servir. Decorar con perejil fresco.

Condimento de mesa remineralizante

Ingredientes:

• ½ taza de alga dulce.

• ½ taza de alga wakame.

• 2 c.s. de semillas de sésamo.

• 2 c.s. de semillas de calabaza.

1. Tostar las algas en el horno o en una sartén, sin lavar directamente del paquete, durante 5-7 minutos o hasta que estén completamente crujientes y secas y se puedan pulverizar. Cuidando que no se quemen.

2. Desmenuzar las algas con las manos y hacerlas polvo en un mortero o molinillo.

3. Lavar las semillas, escurrirlas y tostarlas por separado, en la sartén sin aceite, hasta que empiecen a hincharse. Hacerlas polvo.

4. Mezclar el polvo de algas con las semillas. Para un efecto remineralizarte, convendría tener una proporción de 1 parte de polvo de algas por 4 partes de polvo de semillas.

Frutas al papillote con frutos secos

Para 2 personas.

Ingredientes:

• 1 manzana y 1 melocotón troceados a gajos medianos.

• 2 plátanos cortados a rodajas gruesas.

• 2 c.s. de pasas sultanas.

• 1 c.c. de canela en polvo.

• 2-3 c.s. de almendras tostadas y peladas.

• 2-3 c.s. de nueces.

• Una buena pizca de sal marina.

• 1 c.s. de ralladura de limón el jugo de medio limón.

• 4 c.s. de endulzante natural: melaza de cebada y maíz o miel de arroz.

 

1. Mezclar todos los ingredientes en una fuente grande.

2. Cortar 4 hojas de papel de estraza (aprox. 30×30 cm.). Colocar dos de ellas superpuestas (una sola podría filtrar los jugos de las verduras al cocerse) en la bandeja del horno y seguidamente la mitad de los ingredientes con sus jugos.

3. Cerrar con cuidado el paquete, ha de quedar holgado y herméticamente cerrado para que el vapor circule sin salir al exterior. Proceder con el resto de los ingredientes para el segundo paquete.

4. Colocar los dos paquetes con cuidado sobre una bandeja del horno. Pincelar el exterior del papel con un poco de aceite para que no se reseque y cocinar en un horno precalentado a 180 ºC. durante 20 minutos.

5. Servir inmediatamente los papillotes cerrados.

 

Manzanas rellenas

Para 2 raciones

Ingredientes:

• 2 manzanas

• ½ taza de pasas de Corinto

• sal marina

• 3 cucharadas de mantequilla de almendras

• 1 cucharadita de ralladura de limón

• ½ cucharadita de canela en polvo.

1. Lavar las manzanas enteras y extraerles el corazón.

2. En un recipiente, mezclar los demás ingredientes, añadir unas gotas de agua si es necesario para formar una masa espesa.

3. Rellenar cada manzana y colocarlas en una bandeja para el horno (con un fondo de agua).

4. Precalentar el horno a temperatura media. Cubrir la bandeja con papel de aluminio y cocer las manzanas. El tiempo de cocción variará entre 25 y 35 minutos.

5. Servir bañadas con endulzante o concentrado de manzana.

La cocina energética de Montse Bradfford

Montse Bradford es experta en nutrición natural y energética. Escritora y terapeuta de psicología transpersonal y vibracional, imparte cursos de cocina y seminarios de nutrición por toda Europa. En 2008 fue galardonada por su trayectoria a favor de la alimentación responsable y desarrollo sostenible.

www.montsebradford.es

Imagen de flora intestinal (los destellos coloreados en verde) en lucha con una salmonella (coloreada en rojo)

 

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