¡Fiestas!
Celebraciones con consciencia
Se acercan unas fechas muy señaladas, marcadas por innumerables celebraciones en las que nos reunimos con familiares y amigos para festejarlas.
Texto: Montse Bradford, experta en nutrición natural y energética, escritora y terapeuta de psicología transpersonal y vibracional. Imparte seminarios por toda Europa y en 2008 fue galardonada por su trayectoria a favor de la alimentación responsable y desarrollo sostenible. www.montsebradford.es
Las tradiciones son enriquecedoras si realmente las honramos de forma sencilla, con corazón y consciencia. Nos ayudan a unirnos un poco más con todos los de nuestro entorno y a reforzar lazos de amor y amistad. Seguramente esto es lo más importante de las navidades, aunque a menudo el centro de atención se sitúe en los excesos con la comida y la bebida.
Si nos encontramos vacíos internamente, sin un trabajo diario para fomentar nuestra paz y armonía interior, desearemos encontrar estímulos externos que compensen esta carencia, y estos son excesivos: regalos, comida y bebidas que nos ayudan a tapar lo que realmente necesitamos, es decir, calidad de vida, estabilidad emocional y conexión interior.
La comida física es tan sólo para nuestro cuerpo físico y este funciona muchísimo mejor si le proporcionamos diariamente alimentos muy simples y naturales, cocinados con entendimiento energético y sentido común.
Comida física y centro personal
Cada alimento y bebida nos genera una energía y efecto particulares. Si tomamos alimentos y bebidas de efectos extremos, estaremos fuera de nuestro centro (y es lo que la mayoría suele acabar haciendo durante las fiestas). ¿Realmente queremos estar fuera de nuestro centro, de nuestro equilibrio, durante unas horas? ¿Vale realmente la pena? Hemos de aprender a amarnos, a entender que somos las personas más importantes de nuestra vida ¡y nadie lo va a hacer por nosotros!
Por otra parte, el consumo de alimentos simples y naturales no está reñido con la confección de platos suculentos, sabrosos y coloridos. Si tienes invitados, con simplicidad, creatividad, color, formas y sabores diferentes puedes sorprenderles muy agradablemente. Puede que algunos no compartan nuestro estilo de vida, pero si sienten un poco de curiosidad por probar algún plato más natural, ¡aprovecha la ocasión para sorprenderlos! Pueden incluso maravillarse de que con la cocina energética no se sufre pesadez o digestiones difíciles, niacidez, somnolencia y aquel estado letárgico que muchos experimentan en los días de las comilonas familiares navideñas.
Para que una comida social sea un éxito, hay que integrar:
- Los colores: que se perciba vistosa y atractiva.
- Los sabores (ácido, picante, el dulce de las verduras, el salado y amargo de ensaladas y verduras verdes).
- Las texturas (blanda, crujiente, seca y húmeda).
Agasajar a los invitados
Si en casa ya hemos logrado comer más sano a diario, con recetas plant based veganas o vegetarianas, con más verduras e ingredientes naturales, ¿cómo integrarlas a una cocina festiva para amigos y familiares? También puede ser que nos inviten a diferentes lugares con distintos estilos de cocina. Aquella cocina que familiares y amigos preparan cada año, seguramente con efectos más pesados, difícil de digerir, con más aceite, o productos animales que ya no utilizamos.
Si somos nosotros los que invitamos…
1. Planear el menú con antelación. Evita la presión de estar en la cocina durante horas antes de tu fiesta.
2. No hacer experimentos nuevos. Cocinaremos lo que ya conocemos o lo probaremos de antemano.
3. No empezar a cocinar para una fiesta si estamos cansad@s o de mal humor. ¡Se transmite a lo que cocinemos!
4. Hay un sinfín de formas de agasajar a nuestros invitados y cada una de ellas, tiene un estilo diferente: buffet, comida tradicional, fiesta con música, pica pica. ¡Hay un sinfín de recetas donde elegir!
Sugerencias si hemos de comer fuera de casa, en estas fiestas
1. Si hemos cambiado de forma de vida, podemos comunicarlo a nuestra familia y amigos. Así no nos sentiremos cohibidos y ellos podrán ofrecernos alimentos que podamos disfrutar. Si cambiamos de dirección, ¿no comunicamos a todos nuestros allegados el cambio? ¿Por qué no hacer lo mismo con el cambio hacia una forma de vida más natural?
2. La cantidad cambia la calidad. No es necesario ser fanáticos de nada, ni llevarnos nuestro arroz integral a cada fiesta. Podemos muy bien comer pequeñas cantidades y seleccionar entre lo que nos ofrecen.
3. Nadie nos obliga a nada. No nos hacen abrir la boca, para hacernos comer toda la barra de turrón, ni atiborrarnos de embutidos o hacernos beber algo que no deseamos. Podemos muy bien declinar con amor, agradecimiento y gentileza lo que consideremos innecesario. El pasarlo bien no esta relacionado con la comida física, es otra clase de alimento mucho más profundo, ¡un vínculo de corazón a corazón que hay que cultivar y compartir!
COMIDAS PICA PICA
Son esas comidas informales en las que todo el mundo puede probar con libertad lo que les apetece, sin ser el centro de la reunión, ni tener el compromiso de terminarlo todo. Podemos optar por variedad de:
- Montaditos.
- Patés caseros con crudités.
- Croquetas con proteínas vegetales.
- Pinchitos con verduras.
- Verduras rebozadas crujientes.
- Buñuelos de verduras.
- Tapas vegetales: champiñones al ajillo, escalibada de pimientos, bocaditos de tofu rebozado, queso de tofu, variedad de aceitunas…
- Quiches de tofu.
- Empanadas de verduras.
- Frutos secos o semillas…
Para beber, ¿por qué no hacer algún ponche casero, típico de las navidades, con zumos de frutas para que así, tanto niños como mayores puedan compartir?
Estas ideas pueden servir muy bien para sustituir el típico entremés de embutidos con algo nuevo y delicioso.
LAS COMIDAS TRADICIONALES
- Dependerá de las costumbres que tengamos en nuestra familia, pero incluso el típico caldo casero, tan tradicional en cualquier día de Navidad en lugares como Catalunya, con la típica «pilota», puede elaborarse fácilmente con seitán.
- Como punto de partida, podemos ofrecer alguna crema de verduras (espárragos, champiñones, apio y maíz, etc. servidas con coscorrones de pan frito).
- Una tercera opción es algún consomé vegetal con el toque especial de albóndigas de tofu o pasta, tallarines, etc…
- Los canelones, pueden hacerse con seitán, o incluso con puerros, acelgas, pasas y piñones. O rellenos de guisantes y almendras.
- El típico rustido se puede elaborar perfectamente con seitán.
- Las verduras rellenas también ofrecen un punto de sorpresa y deleite: alcachofas, tomates, cebollas, calabaza, pimientos rojos, hojas de col, endibias, pepino, calabacín, champiñones grandes tipo Portobello.
- ¿Y unos paquetitos en «papillote» al horno, con variedad de verduras con proteínas vegetales?
- Las crêpes rellenas de verduras, con una salsa de champiñones, etc. podrían dar un toque especial a la comida.
- Hay gran variedad de ensaladas y crudités servidas con aliños, vinagretas y hierbas aromáticas frescas, que darán el toque final a una buena ensalada.. Podemos jugar con el mundo de las texturas, sabores, colores para sorprender a nuestros invitados.
LOS POSTRES
Es aconsejable incluir en cada ágape festivo algunos postres naturales, elaborados sin azucares refinados, pero con todo el dulzor que necesitamos para dar un punto final a una comida sana y natural. Algunas sugerencias:
- Frutas enteras al vapor, y regadas con deliciosas salsas calientes: al café, con avellanas, de algarroba, a la vainilla, etc.
- O bien cocidas con mosto, canela, jengibre, clavo o vanilla
- Turrones de semillas, frutos secos…
- Frutas rellenas (dátiles, orejones, peras…) de mazapán casero.
- Tartas de frutas multicolores.
- Macedonias de frutas.
- Mousses: café o malteado, limón, mandarina, melocotón, manzana, etc.
- Crêpes rellenas con compotas naturales de frutas o macedonia, servidas con alguna salsa caliente, decoradas con almendras y piñones caramelizados con melaza de cebada y maíz o con miel de arroz… Las opciones son casi ilimitadas.
Puede que al principio nuestros invitados reaccionen con sarcasmo, conducta propia de quien no conoce el tema, y desea protegerse o esconder su vulnerabilidad. Pero si actuamos con naturalidad, y con mucho amor, poco a poco estas personas incluso agradecerán los efectos de una comida ligera, sana, apetitosa y festiva.