La clave de la felicidad placentera es una buena percepción de la vida

Si de verdad existe un camino físico para ser feliz, ¿estás poniendo y haciendo lo necesario para serlo realmente? ¿Cómo puedes saberlo? Existen unos hechos físicos que causan, acompañan y mantienen las sensaciones de felicidad. Ser feliz no es una utopía, sino algo que se puede inducir mediante la percepción de distintos estímulos agradables.

Se han vertido miles de palabras sobre la felicidad, Y en todos estos años hemos procurado acercarnos a ella con puntos de vista y propuestas muy diferentes. Ahora bien, sus parámetros no son aleatorios sino totalmente tangibles: el aspecto de la gente feliz es alegre; con su voz contagia alegría, sus movimientos son amplios y relajados, y sus casas son espacios que irradian placidez.

Los signos externos de la felicidad nos ligan con otras especies. Así, cuando un perro mueve la cola en señal de satisfacción está agitando el extremo inferior de su columna vertebral, que para nosotros sería exactamente lo mismo que agitar las caderas. El movimiento del coxis tiene un efecto euforizante sabido por todos que explica la euforia que representa bailar desbloqueando esta zona.

En general, los signos externos de felicidad se refieren a dos conceptos: movimiento y distensión. Además, al realizar un ejercicio exhaustivo se segregan automáticamente endorfinas, sustancias que actúan en nuestro sistema nervioso igual que lo haría una droga potente, disminuyendo nuestro sentido del dolor y del cansancio, y animando nuestro cuerpo.

De esta forma cuando nos movemos, nos autosuministramos dosis de endorfinas que nos trasmiten la sensación de que es fácil seguir en acción. Las personas deprimidas o que pierden su capacidad para sentir alegría creen que ponerse en acción es muy difícil, que todo cuesta mucho esfuerzo. y sienten su cuerpo desanimado. Sus movimientos son lentos. con tensión y limitados. Los fármacos antidepresivos no hacen otra cosa que compensar el déficit de neurotransmisores que existe en la depresión, restableciendo los niveles que permitan mantener un funcionamiento normal.

¿De qué se compone la felicidad?

Puede ser causada por los estímulos que percibimos del exterior que tienen efectos directos en nuestro estado de ánimo, así como por nuestra propia conducta.

Del exterior:

Sensaciones visuales: la luz del sol es la fuente de nuestra estimulación básica, es el canal más importante de entrada de información. Se ha comprobado que el efecto del sol es estimulante de la glándula pineal, situada en la base del cerebro, y detonadora de un nivel más activo de respuestas. Así se explica lo euforizante que resulta la luz del sol, y el hecho de que en los países con poca luz solar se den las tasas de suicidios más altas.

Los colores condicionan también el estado de ánimo. Se han realizado numerosos experimentos demostrando cómo, al alterar el color de un espacio, varía la conducta de las personas que lo habitan. Es conocido el hecho de que ciertos colores como el amarillo activan y otros como el azul relajan. Cada color desencadena una respuesta, por lo que podemos manejar la decoración ambiental con vistas a sentirnos mejor. Los colores pueden además combinarse produciendo armonías, lo que crea en nuestra retina una reacción agradable.

Sensaciones auditivas: los sonidos que ofrece la naturaleza (como el ruido del mar, el de la vegetación que se mueve al viento, el del agua al correr, de la lluvia…) son los que proporcionan sensaciones más felices. Son estímulos que ancestralmente nos hacían sentir integrados en el primer hogar de nuestra especie, el bosque (siempre relacionado al agua), en el que la humanidad ha pasado la mayor parte de su historia.

Sensaciones olfativas: este canal parece relegado culturalmente pero es básico, respondemos afectivamente ante los olores, tenemos una fuerte memoria evocativa ante esos estímulos. Respondemos inconscientemente a los olores y, cuanto mejor se encuentra una persona más recupera su conciencia olfativa.

Sensaciones gustativas: hay sabores dulces y amargos. Y hay gente capaz de agriar la leche. La armonía de sabores nos lleva a las cumbres de la felicidad.

Sensaciones táctiles: estos estímulos, entran por la piel, especialmente a través de manos y pies. La sensación feliz del primer contacto táctil del recién nacido al alimentarse se transforma en el reflejo de succionarse el dedo o un sustituto, mientras toca algo con los dedos. Más tarde, las texturas, las temperaturas, nos proporcionan una fuente constante de satisfacción que no llega a ser consciente.

De nuestra conducta:

Respiración: es una función automática que podemos ejercitar para hacerla más productiva y euforizante. Una buena postura nos dota también de una capacidad de fonación correcta.

Alimentación: es el aprovisionamiento de materia prima. Los componentes determinan nuestro estado de ánimo. Cuando hace mucho que no comemos la concentración en nutrientes de la sangre es distinta, lo que provoca una sensación de dificultad en el movimiento. Si ingerimos alimentos con azúcares de absorción rápida el nivel en sangre asciende provocando una euforia, pero luego baja bruscamente. Por ello una ingesta variada y no elaborada tiende a facilitar un estado de ánimo sostenido y una respuesta positiva estable.

Sexo: pocas actividades son tan indispensables para la especie y tan gratificantes para el individuo como una actividad sexual exenta de ansiedad y hostilidad. La liberación de tensiones por esta vía es notable.

Sueño: mientras dormimos el cerebro se recupera del trabajo del día, el sistema nervioso elimina los impulsos nocivos que ha recibido y se prepara para afrontar el día siguiente. Pensar que el tiempo pasado durmiendo es tiempo perdido no sólo es erróneo sino contraproducente. Un sueño largo, relajante y reparador es la base para poder alcanzar luego nuestros objetivos.

Otras actividades: los entretenimientos o las tertulias con amigos son otras formas de acercarnos a la felicidad. Igual que el contacto con animales, por ejemplo a través de una mascota, de la que aprender formas de felicidad que nuestra sociedad pasa por alto.

Amortiza tu felicidad

Las experiencias felices, además de ser vividas, pueden almacenarse en un bienestar a largo plazo al expresarlas socialmente y comunicarlas a las personas con las que podemos disfrutar de una relación sincera.

La fuente más importante de felicidad es la intimidad o comunicación con otra persona a un nivel absolutamente sincero y no condicionado, que proporciona un sentimiento de comprensión mutua auténtico.

Para poder cultivar la intimidad en nuestras vidas debemos ejercitar nuestra capacidad de comunicación honesta y espontánea, para lo que precisamos primero ser honestos y sinceros con nosotros mismos. El resultado será una vida más feliz que facilitará relaciones más felices, propiciando más experiencias de intimidad.

Así, lo importante y fundamental para ser feliz será conocerte a ti mismo. Muchas veces somos nosotros mismos los primeros enemigos de nuestra felicidad, con actitudes erróneas y posiciones rígidas y contraproducentes, que nos encasillan en ciertas costumbres y relaciones negativas.

No es fácil darse cuenta de cómo se está impidiendo uno mismo ser feliz. Conocernos más a nosotros mismos, por nuestra cuenta, es difícil y lento; es como intentar cortarse uno mismo el pelo, aunque puede con la práctica llegarse a resultados sorprendentes en ambos ejercicios…

Un procedimiento sencillo es el de vernos a través de los demás, siendo receptivos a sus propios puntos de vista. Una oportunidad idónea se da participando en reuniones planeadas

al efecto.

Test original: Paz Torrabadella.

UN JUEGO-TEST

Para ser feliz… ¿pones de tu parte?

  1. En mi casa…
  2. a) hay mucha luz de sol;
  3. b) hay más bien claridad natural;
  4. c) es un apartamento interior. 
  1. Cada día…
  2. a) conduzco más de cinco horas;
  3. b) hago una hora de ejercicio;
  4. c) ninguna de las anteriores.
  1. Cuando tengo oportunidad…
  2. a) pienso en mi futuro;
  3. b) salgo al campo;
  4. c) voy de compras.
  1. Tengo…
  2. a) poco tiempo;
  3. b) proyectos;
  4. c) aficiones. 
  1. El lugar donde vivo…
  2. a) es muy tranquilo y sólo se oyen ruidos de la naturaleza;
  3. b) se oyen de lejos murmullos sociales;
  4. c) se oye constantemente ruido de tráfico.
  1. El deporte que hago es:
  2. a) ver la tv;
  3. b) cada semana hago algo;
  4. c) de vez en cuando, si me llaman.
  1. El sol…
  2. a) me molesta a veces;
  3. b) me atrae mucho;
  4. c) me pone moreno/a.
  1. Los fines de semana…
  2. a) dejo que me den ideas y propongan planes;
  3. b) voy haciendo lo que se me ocurre;
  4. c) los planeo con actividades que me gustan.
  1. Los colores con los que está decorada mi casa…
  2. a) me hacen sentir muy a gusto;
  3. b) no sabría decir cómo me hacen sentir;
  4. c) los eligió alguien con quien no comparto el gusto.
  1. Después de correr durante una hora…
  2. a) tengo los bronquios por el suelo;
  3. b) me he sacado de encima mucha tensión;
  4. c) no sé, no hago esas cosas.
  1. Lo que los demás piensan y sienten cuando me tratan…
  2. a) me sería útil saberlo;
  3. b) no me preocupa;
  4. c) me interesa para fomentar mi intimidad.
  1. En mis ratos libres…
  2. a) trato con alguna de mis amistades;
  3. b) estoy más bien solo/a;
  4. c) los comparto con quienes mejor me comunico.
  1. El olor de mi hogar…
  2. a) me da seguridad;
  3. b) me pasa desapercibido;
  4. c) no me gusta y lo noto al entrar.
  1. Bailar es…
  2. a) no bailo; b) divertido; c) difícil.
  1. El color del cielo…
  2. a) es algo que paso por alto;
  3. b) es siempre diferente;
  4. c) me dice el día que hace.
  1. Me costaría prescindir de tomar cada día:
  2. a) pan y pastas;
  3. b) café;
  4. c) fruta y verduras.

RESPUESTAS al TEST

Marca la letra que has elegido en cada pregunta y suma las columnas.

Mayoría de respuestas I

Eres una persona de costumbres sanas, conserva tu gran sentido común y tu instinto de supervivencia. Acostumbras a crearte entornos satisfactorios y a cuidarte; has sabido aprender lo que deseas realmente y es bueno para ti. Continúa en esta línea, ¡la felicidad no tiene límites!

Mayoría de respuestas II

Eres alguien práctico, tu sentido de la utilidad puede estar apartándote de la finalidad primordial de ser feliz. Puedes hacer más por escuchar al animal físico que eres y disfrutar sin preocuparte tanto. No dejes que la sociedad pese más que tu sensibilidad: si hay alguna verdad está dentro tuyo.

Mayoría de respuestas III

Urge que cambies de vida. Estas siendo casi cruel contigo mismo. Puedes empezar por las cuestiones externas y continuar por tus costumbres. Sólo puedes ser feliz dentro de tu cuerpo: empieza a tratarlo con cariño y te lo agradecerá pidiéndote más y más (al principio pueden extrañarte sus rutinas viciosas: sé gradual).

Salir de la versión móvil