El pasado 17 de diciembre, durante la celebración del 116 Día Nacional y ante una audiencia de unas 30.000 personas, el Rey de Bután Jigme Khesar Namgyel Wangchuck, presentó la futura primera ciudad del mundo inspirada en la atención plena o mindfulness.
Textos: M. Teresa Palomas
El proyecto
El proyecto urbanístico de Gelephu, de más de 1.000 kilómetros cuadrados, en las estribaciones del Himalaya, ha sido diseñado por el equipo del reconocido estudio de arquitectura danés Bjarke Ingels Group (BIG), siguiendo la visión del propio Rey del país. Bjarke Ingels, fundador y director creativo de BIG, lo describe con estas palabras:
“El Plan Maestro de Gelephu da forma a la visión de Su Majestad de crear una ciudad que se convierta en una cuna para el crecimiento y la innovación sin dejar de estar basada en la naturaleza y la cultura de Bután. Imaginamos la Ciudad del Mindfulness como un lugar que no podría encontrarse en ningún otro. Donde se realza la naturaleza, se integra la agricultura y la tradición vive y respira, no sólo preservada sino también evolucionada. Gelephu, formada por vías fluviales, se convierte en una tierra de puentes que conectan la naturaleza y las personas, el pasado y el futuro, lo local y lo global. Al igual que los Dzong tradicionales, estos puentes habitables se convierten en hitos culturales y funcionan como infraestructura de transporte combinada con instalaciones cívicas. Entre ellos, el Templo-Presa de Sankosh incorpora los valores fundamentales de la ciudad en un paisaje en cascada de escalones y descansillos, que, como un Nido de Tigres(*) del siglo XXI, será un monumento hecho por el hombre a la posibilidad divina de una presencia humana sostenible en la Tierra. Convertir la ingeniería en arte y convertir las fuerzas de la naturaleza en poder.»
(*) Se refiere al mayor atractivo de Bután, el monasterio de Taktsang, un lugar sagrado del budismo.
El mayor Índice de Felicidad Bruta del mundo
Las bases de la Ciudad Mindfulness de Gelephu, se asientan en la cultura y en la herencia espiritual de Bután, el primer país del mundo con emisiones cero de carbono y pionero también en la aplicación del índice de Felicidad Nacional Bruta (FNB) que mide el bienestar y la felicidad general de la población, en contraposición del clásico Producto Interior Bruto (PBI). Gelephu aspira a demostrar que el desarrollo urbano sostenible es posible, al mismo tiempo que se promueven los valores que caracterizan la filosofía budista Vajrayana.
En su página oficial podemos leer:
“Gelephu Mindfulness City es una región administrativa especial en el sur de Bután, centrada en la atención plena, la sostenibilidad y la armonía. Por primera vez en el mundo, Mindfulness City será un entorno único, donde el desarrollo y el crecimiento coexistirán en armonía con la naturaleza y la vida consciente. Cuando esté terminada, Mindfulness City será un escaparate del desarrollo urbano sostenible e impulsado por valores para las generaciones futuras.”
La ciudad se centrará estrictamente en cuatro principios clave:
1. Atención plena y bienestar. Con un enfoque en la atención plena y el bienestar, la ciudad atraerá a los mejores talentos globales y creativos, que encarnan valores de autorreflexión y bienestar comunitario. Para apoyar un entorno que fomente dichos talentos, las instituciones y proveedores de servicios en esta zona deben centrarse en la sostenibilidad y la atención plena, y anclarse en valores compartidos alineados.
2. Sostenibilidad y Naturaleza. La ciudad será una zona ambiental sostenible entre dos reservas de biodiversidad: el Parque Nacional Royal Manas y el Santuario de Vida Silvestre Phibsoo. El concepto de construir con la naturaleza prevalecerá en todo momento, sus estructuras integradas con su prístino entorno. La comunidad contará con vehículos exclusivamente eléctricos, edificios neutros en carbono y productos ecológicos.
3. Sabiduría y Valores. La ciudad mantendrá como elementos centrales de su carácter los tres elementos únicos y renombrados de Bután en su planificación, arquitectura, geografía, desarrollo y políticas, a saber:
• Sostenibilidad como país carbono negativo;
• El mantenimiento de la felicidad nacional bruta como principio rector clave;
• La filosofía budista Vajrayana, que enfatiza la ética, la moralidad, la compasión y la meditación como prácticas para promover el equilibrio en la vida y el logro de la iluminación.
4. Innovación y crecimiento. La ciudad será un banco de pruebas para políticas innovadoras destinadas a promover un crecimiento consciente y servirá como un centro de mentes destacadas a nivel mundial. Con un marco de políticas especial que garantiza una apertura económica alineada con los valores nacionales de Bután, la ciudad será un centro para el crecimiento empresarial, la erudición y el intercambio internacional, facilitando conferencias globales, foros internacionales y festivales literarios y científicos.
Biodiversidad
El reino de Bután, considerado como uno de los últimos puntos críticos de biodiversidad del planeta, se encuentra en un lugar privilegiado, situado en la zona meridional de la cordillera del Himalaya, entre Tíbet e India, rodeado de montañas, con valles, ríos, selvas exuberantes y cubierto de bosques perennes en un 70%.
La nueva Ciudad Mindulness potenciará esta riqueza natural creando una red interconectada de ecosistemas y barrios. Inspirado en el caudal de 35 ríos y arroyos que atraviesan el lugar, el diseño de la ciudad presenta 11 barrios en forma semejante a los campos de arroz, formando terrazas que caen en cascada desde las colinas hasta los valles. Cada uno de estos barrios está diseñado basándose en los principios del Mandala: definido por una serie de tipologías repetidas organizadas simétricamente alrededor de un espacio público central, se crea una transición gradual en la densidad, que va aumentando gradualmente desde pequeños edificios dispersos en el paisaje en las tierras altas rurales, a edificios más grandes en las tierras bajas urbanas en el sur, fomentando una transición fluida entre los distintos entornos vitales.
Arrozales. Como medida de protección contra las inundaciones que suelen provocar los monzones, se establecerán arrozales a lo largo de los ríos y afluentes del terreno, de norte a sur, que también servirán de corredores para la flora y fauna locales, protegiendo así las rutas migratorias de elefantes y otros animales salvajes.
Los barrios de la ciudad, separados por ríos, están conectados a través de tres enlaces principales de movilidad, que tienen una doble función, pues no sólo funcionan como infraestructuras de transporte, sino que también como centros cívicos y culturales. Son los llamados ‘puentes habitables’, que se basan en los nueve ámbitos de la Felicidad Nacional Bruta.
Los puentes albergan destinos clave de la ciudad: el nuevo aeropuerto; un centro espiritual Vajrayana en el que se ofrece una visión de las prácticas cotidianas de monjes y maestros de mindfulness; un centro de salud que combina medicina oriental y occidental; una universidad que expone sus actividades académicas; un invernadero hidropónico y acuapónico que combina antiguos métodos de cultivo y la ciencia agrícola moderna; un centro cultural que invita a conocer en profundidad la cultura y las costumbres butanesas; y finalmente, un mercado engalanado con tejidos tradicionales. Estos espacios facilitarán la conectividad, ofreciendo un significado cultural y funcional a los residentes y visitantes de la ciudad.
El último puente, situado en el límite occidental de la ciudad, tiene la forma de una presa hidroeléctrica. Cuenta con un muro de contención escalonado con miradores, escaleras de meditación y un templo. Los visitantes y peregrinos pueden ascender o descender por diferentes caminos para llegar al centro de visitantes y al templo enclavado en el acantilado artificial. El Templo-presa de Sankosh encarna arquitectónicamente todos los elementos fundamentales de Gelephu: la coexistencia armoniosa de la cultura y la naturaleza, partiendo del rico patrimonio pasado de Bután, visionando un floreciente legado futuro.
Las calles de la ciudad están diseñadas para crear una sensación de intimidad, pavimentadas con materiales permeables que permiten que las aguas pluviales penetren naturalmente en el suelo en lugar de sobrecargar el sistema de alcantarillado. Para las nuevas construcciones se utilizarán materiales locales como la madera, la piedra y el bambú, inspirándose en diseños tradicionales como rabeles, cornisas, ornamentos y tejados habituales en Bután.
Citando a Giulia Frittoli, arquitecta paisajística de BIG: “
“Inspirada en la cultura butanesa de respeto y compasión por los demás y la naturaleza, Mindfulness City está diseñada para mejorar los sistemas ecológicos, a través de un desarrollo urbano que conecta la flora y la fauna, así como las personas y las ideas. Se convierte en un testimonio del vínculo inseparable de la humanidad con la naturaleza y un ejemplo global de cómo construir una presencia humana sostenible en la Tierra”.