A lo largo del desarrollo de las niñas y niños, su paladar y sus gustos sobre las comidas van cambiando, tanto en los formatos como en los alimentos. A veces notamos que aquello que hace poco les apasionaba pasa a no apetecerles en absoluto. Debemos tener en cuenta que los adultos también tenemos esos momentos en los que un alimento no nos atrae tanto y dejamos de comprarlo o cocinarlo. En el caso de nuestros peques no es tan sencillo, porque es una decisión que no depende de él.
¿Qué podemos hacer? ¡Un poco de ingenio!
Puede que no tenga mayor relevancia si solamente son unos pocos alimentos ya que podremos sustituirlos por otros y mantener una alimentación nutritiva, pero si es una conducta que se extiende a demasiados ingredientes, que por lo general suelen ser las verduras, tenemos que hacer uso de nuestro ingenio para que continúen comiendo adecuadamente.
- Camuflar estas verduras en su plato para que sigan tomándolas sin que generen rechazo puede parecer complicado, veamos algunas ideas para lograrlo:
- Preparar cremas o purés es la opción más sencilla para camuflar la forma de los alimentos. En ocasiones sólo se trata de evitar que distingan visualmente un ingrediente. De esta manera podemos preparar prácticamente cualquier verdura.
Rehoga cebolla, puerro o cebolleta para crear una base de sabor, añade una verdura y patata para aportar densidad. Agrega agua o caldo y cocina hasta que todo esté tierno. Para verduras fibrosas como los espárragos puedes colar después de triturar.
La cebolla puede generar cierto rechazo y como es algo que está presente en muchas elaboraciones puede ser problemático.
- Pica la cebolla muy fina o tritura con un procesador, así no se identificarán trozos regulares. Rehoga a fuego medio hasta que esté muy tierna antes de añadir otros ingredientes. De esta manera durante la cocción quedará prácticamente deshecha y no se reconocerá en el plato.
- El sabor. Si el problema con una verdura en concreto es su sabor, tendremos que camuflarlo «tapándolo»con salsas, aliños o condimentos. Una salsa de cacahuete, de tomate, un ajoarriero, una bechamel o el uso de especias como el curry o adobar y marinar las verduras pueden convertir un sencillo calabacín o una coliflor en una verdadera fiesta de sabor.
- Triturar o no triturar. Aunque el uso de purés sea socorrido, en ocasiones no es la solución y si queremos que nuestros hijos e hijas tomen legumbres y lo hagan junto con verduras, podemos cocinar las verduras en trozos muy grandes y cuando el plato esté terminado, triturar solo aquellas que no les apetezcan. Esto generará una base más sabrosa y aportará densidad al plato.
Meriendas para niños: mejor caseras
A media mañana o a media tarde, a los niños no les viene mal tomar una pequeña ración de energía y nutrientes. Hay que tener en cuenta que su gasto energético suele ser proporcionalmente mayor al de las personas adultas.
Pero si los tentempiés son demasiado calóricos y saciantes, cabe el riesgo de que los niños prefieran alimentarse con ellos y rechacen las comidas principales. Por tanto, los tentempiés solo tienen lugar si el niño ya come bien en las comidas principales y tiene un peso adecuado.
Los padres de niños pequeños saben que es mejor no salir de casa sin un refrigerio. Los snacks para niños comprados en el supermercado a menudo contienen demasiado azúcar, grasas de mala calidad, aditivos o sal.
La solución es hacer tú misma los tentempiés para los niños. Elegiremos alternativas saludables, como las frutas y verduras troceadas. Los refrigerios más sustanciosos, como los palitos o los muffins, también se pueden hornear rápidamente en casa. Y para endulzar tenemos bastantes alternativas al nocivo azúcar blanco: xilitol (azúcar de abedul), pasta de dátiles, o incluso el sirope de ágave de absorción lenta en pequeña cantidad.
Tortitas de arroz, palitos, galletas, pastas, batidos, zumos de frutas…. existe una una gran selección de productos supuestamente adecuados para los niños. Sin embargo, con demasiada frecuencia, estos refrigerios no contienen precisamente los ingredientes más saludables, lo que los convierte en lo opuesto a lo que una se necesita en una dieta sana y equilibrada.
Snacks naturales: frutas y verduras
Los tentempiés más saludables son las frutas (plátano, naranja, mandarina, etc.), los frutos secos y frutas desecadas (nueces, almendras, pasas, etc.) y las verduras(palitos de zanahoria, pepino, tomates, etc.). Estos alimentos se pueden guardar en la fiambrera o la mochila y los tiene siempre a mano.
Tentempiés rápidos al horno que puedes hacer en casa
Solo tienes que elegir los ingredientes naturales, si es posible, de producción ecológica.
Palitos de espelta
Ingredientes:
250 g de harina integral de espelta
50 ml de aceite de oliva virgen extra
1 plátano
1 trozo de manzana rallada
Elaboración:
- Haz una masa a partir de la harina de espelta, el aceite, el plátano maduro machacado y un trozo de manzana rallada.
- Forma rollos del grosor de un dedo. Hornea los palitos durante 25 minutos a 180 ºC en un horno precalentado.
- También puedes «rebozarlos» con algunas semillas de sésamo o pipas de girasol antes de hornearlos.
Panecillos sin azúcar
Ingredientes:
85 g de avena
1 manzana finamente picada
65g de pasas
1 cucharada colmada de aceite de coco virgen extra de producción ecológica
1 cucharadita de bicarbonato sódico
Elaboración:
- Mezcla la avena con la manzana finamente picada, añade las pasas y una cucharada colmada de aceite de coco y luego mezcla los ingredientes hasta obtener una masa uniforme.
- Añade una cucharadita de bicarbonato y mete la masa en moldes para muffins. Hornea durante 15 a 20 minutos a unos 180 ºC.