John Grinder
«Muchos problemas se complican si pensamos»
La Programación NeuroLingüística (PNL), es una técnica muy eficaz para identificar y realizar las metas personales, creada en los años 70 por John Grinder y Richard Bandler.
ENTREVISTA: VÍCTOR AMAT ES PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PSICOTERAPIA BREVE. SELECCIÓN DE TEXTOS: LAURA TORRES.
Psicología humanista
John Grinder es uno de los creadores de la Programación Neurolinguística (PNL) y de su nuevo código, que potencia la capacidad de curación y cambio de cada persona. Graduado en Psicología en la Universidad de San Francisco, Grinder trabajó en el ejército y los servicios de inteligencia de EE.UU. durante la guerra fría, y se doctoró en Lingüística en la Universidad de California de San Diego. Colaboró con notables estudiosos y científicos como George A. Miller, uno de los padres de las neurociencias cognitivas y con el pensador y lingüista Noam Chomsky, creador de la gramática generativa. Junto con Richard Bandler creó la PNL, una técnica cuya difusión no ha dejado de aumentar desde entonces, tanto en el mundo de la formación laboral como en el del desarrollo personal. John Grinder ha escrito varios libros acerca de su especialidad (ver al final del texto), hoy considerados como indispensables en psicoterapia. En la década de 1980 Grinder revisó sus postulados y formas de trabajo, dando lugar a lo que denomina nuevo código de la PNL y en torno al cual imparte formaciones por todo el mundo. John Grinder es un buen motivador y muy didáctico en sus conferencias. Un hombre vivaz, flexible y acogedor, con una forma física envidiable que resulta un gran conversador: habla castellano y se muestra como una persona congruente y cercana a los demás.
Del nacimiento de la PNL al nuevo código
¿Qué es la PNL?
La PNL surgió como expresión de nuestra curiosidad acerca de cómo los seres humanos hacen las cosas. Con Richard Bandler nos afanamos en descubrir las pautas que hacían que una persona tuviera comportamientos y habilidades excelentes para la comunicación y trabajamos para crear un método que nos permitiera comprender y comportarnos como esa persona modélica. Fuimos muy osados y estudiamos a grandes «magos» de la terapia, como Fritz Perls, el padre de la terapia gestalt, Milton Erickson, que situó la hipnosis clínica al nivel científico que merece, o Virginia Satir, impulsora de la terapia familiar sistémica.
Nuestra intención era descubrir qué patrones de comunicación usaban los grandes terapeutas de la época. Con ello queríamos encontrar la piedra filosofal que lleva a las personas lograr cambios positivos. Observar, escuchar y sentir nos permitió reproducir lo que estas personas hacían e incluso creer lo que creían. ¡Nos funcionaba tan bien que nos animó a seguir investigando!
¿Así es como surge la PNL?
La PNL sería el estudio de los programas inconscientes que permiten que nuestra neurología se exprese a través de todo tipo de lenguaje. Esos programas se extienden a todo nuestro funcionamiento y a cómo nos enfrentamos a la vida y a nuestra realidad… o cómo disfrutamos de ellas.
¿El código antiguo de la PNL consiste entonces en modelar cambios a base de preguntar, observar, escuchar y estudiar lo que hacen las personas, aprendiendo a reproducir esa serie de actitudes?
Y también a aprender cómo haces tú las cosas cuando te salen bien. ¡Es como copiarte a ti mismo en tu mejor versión! Es bueno saber que en muchas ocasiones funcionaste de manera apropiada, y conocer cómo lo hiciste puede serte muy útil. «La evolución personal para mí es percibir el propio cambio como camino de vida; centrar la atención en el aprendizaje.»
¿En qué se diferencia el nuevo código de la PNL del antiguo? ¿Sigue siendo PNL?
¡Pues claro! La PNL es una filosofía de vida. Pensamos que si los programas con que actuamos son casi siempre inconscientes, debíamos proponer un trabajo con ese inconsciente, darle mayor importancia. En colaboración con Judith De Lozier, empezarnos a profundizar en ese trabajo, que luego he ido actualizando con la ayuda imprescindible de mi esposa, Carmen Bostic St. Clair. En el nuevo código trabajamos también con el inconsciente, es decir, esa parte de nuestra mente que no controlamos.
No podemos dejar que la mente consciente se ocupe por sí sola de cosas tan complejas como la curación, el cambio, etc. Por ello proponemos dar un espacio a esa parte del cerebro que suele estar dominada por el hemisferio derecho para que se haga cargo de funciones básicas.
En el código antiguo de la PNL preguntábamos a las personas qué tipo de cambio era el que necesitaban, y las personas nos respondían conscientemente, con el tipo de pensamiento que, seguramente, no sólo no había resuello sus problemas sino que los empeoraba. Ese trabajo no se le puede dar en exclusiva a la parte consciente de la persona. Es muy complicado. El código nuevo propone una solución que está más allá de lo que la persona puede pensar. La mente inconsciente puede resolver el problema de un modo impensable para nosotros.
¿Propones ser más intuitivos?
Muchos problemas se complican si pensamos. Cuando tienes dudas, por ejemplo. ¿Me casaré con Juan o con Antonio? Nuestra mente consciente, racional, no puede ir más allá de elaborar listas comparando pros y contras. Sin embargo el amor no es algo racional. No puedes encontrar respuestas en la lógica cuando la propuesta no comparte esa misma lógica. La lógica del amor no es racional. ¿Cómo sabe alguien si su media naranja será Juan o Antonio?
Uno lo siente. Creo que sientes que es así…
Eso es un ejemplo para lo que quiero decir. ¿Lo ves? Seguramente tu mente inconsciente obtiene de manera rápida los datos necesarios para tomar una buena decisión. Tal vez lo llames intuición. Yo pienso que tiene que ver con nuestra sabiduría interior. Si haces caso omiso de esa intuición y sigues pensando, seguramente lo vas a complicar.
El arte de curarse a uno mismo
¿Cómo podemos aplicar ese enfoque cuando nos encontramos enfermos?
Entiendo la enfermedad como una falta de conciencia a la hora de escuchar los síntomas que nos suceden. Si sufrimos de falta de conciencia, sufriremos falta de respuesta de nuestro organismo o bien obtendremos respuestas equivocadas. Cuando me refiero a la sabiduría inconsciente hago hincapié en cómo nuestro inconsciente puede colaborar en nuestra curación. ¡Pero cuidado! No estoy diciendo que no haya que utilizar los avances de la medicina. Al contrario, pienso que nuestra intuición inconsciente puede colaborar con los enfoques médicos en agilizar los procesos de sanación de nuestro organismo.
¿Nuestra mente puede ser entonces un asistente médico?
El mejor. Hay que tener cuidado en cómo afrontamos los procesos curativos. Muchas veces recibimos un diagnóstico y una maldición. Primero nos dicen el diagnóstico: tiene usted tal o cual cosa, y luego viene la maldición, predicen un resultado. Las palabras nos marcan, de modo que es posible que sigamos ciegamente aquello que nos han dicho. Llamamos a eso sugestiones posthipnóticas. Es como la orden que te da un hipnotizador, como los mensajes subliminales: los sigues y ya está. Por ello, al estar en contacto con nuestro inconsciente podemos recuperar el sendero de lo que nuestro propio organismo necesita. Escucha tus síntomas: son mensajes que estás recibiendo de una sabiduría superior.
Se están celebrando ahora los cien años de la psicoterapia. A pesar de ello, ¿el mundo va peor?
No, no. No creo que el mundo vaya peor. Ni siquiera a pesar de la psicoterapia. La clave es que los terapeutas estén bien afinados. No podemos pretender un mundo perfecto, pero cuando uno no está bien puede tener tendencia a ver el mundo de determinada manera. Un terapeuta tiene que estar libre de sus propios fantasmas, de lo contrario los irá encontrando en su consulta cuando hable con sus clientes. Un trabajo de evolución personal es indispensable en un profesional de la salud.
Desarrollo personal permanente
¿Y a qué llamas evolución o crecimiento personal?
Llamo así al arte de ser impecable. La evolución personal para mí es percibir el propio cambio como camino de vida. Poner el foco de nuestra atención en el aprendizaje. Ser curiosos. Marcel Proust decía: «No hace falta ver distintos lugares, sino ver los mismos lugares con distintos ojos».
Eso debe de ser útil también para la vida de pareja…
Claro. Las buenas intenciones no son suficientes. La rutina está llena de buenas intenciones, por ejemplo.
Oscar Wilde decía: «Con las mejores intenciones se consiguen los peores efectos».
¡Ja, ja, estoy de acuerdo! No podemos caer en los gestos previsibles. Hay que ser genuino. No permitamos que un gesto de amor se convierta en un gesto sin significado. Creo que hay que acompañar el gesto con un significado profundo. Creo que las cualidades básicas de un buen practicante de PNL son las mismas que necesita un buen amante: la congruencia personal, la inteligencia, una gran curiosidad, desarrollar una fobia a repetirse y, sobre todo, un excelente sentido del humor.
Acabar con el diálogo interno
Las personas casi siempre andamos diciéndonos lo que debemos hacer o no…
¡Y así nos va! Precisamente ese es el punto importante de lo que deseo decir. Ese diálogo interior suele ser limitante, a veces es positivo, pero casi siempre lo usamos para decirnos cosas negativas. Nuestra mente consciente interfiere en el cuidado a la integridad del entorno. Lo hace en forma de cosas que nos decimos a nosotros mismos o mediante bloqueos generados por su incapacidad de hacer frente a las situaciones que no controla o frente a las emergencias que pueden suceder. Propongo un salto a un nivel superior. No se trata de modificar el diálogo interno: se trata de no tenerlo. Si tenemos un estrecho contacto con nuestra sabiduría consciente, vivimos en el ahora. Yo no tengo diálogo interno. Solo actúo.
Esto se antoja difícil, ¿requiere mucho entrenamiento?
Bueno, como todo ¿no? El objetivo de todo aprendizaje es dominar la habilidad hasta el punto de que se convierta en inconsciente, es decir, que surja sin necesidad de darte instrucciones a ti mismo. Presta atención a lo que está rodeándote y responde a ello. Si tu mente está bien, la respuesta será la correcta. Las personas tenemos recursos ilimitados. ¿No sería bueno que lo recordáramos a menudo?
Libros de John Grinder y Richard Bandler en castellano:
La estructura de la magia I y II. Ed. Cuatro Vientos
De Sapos a Príncipes. Ed. Gaia.
Trancefórmate. Ed. Gaia.