Una experiencia transformadora
Aliciah es una mujer que tuvo un despertar espontáneo. Una experiencia que se da en muy pocos seres humanos y que supone una transformación radical y profunda para aquellos que la viven. En el caso de Aliciah, despertar al «silencio» la curó de las graves enfermedades que padecía y puso fin a años de sufrimiento.
Entrevista: Jai Arumi
Tras un periodo de asimilación e integración de la experiencia vivida, Aliciah entrega su vida a lo que ella llama: La Sanación Silenciosa. En contacto con este «Silencio Sanador» que expresa con su presencia, con su voz y con sus manos, Aliciah, nos ofrece la oportunidad de conectar con nuestra verdadera naturaleza y liberarnos del mundo ilusorio que nos enferma.
—Aliciah, creo que tu vida, antes de «despertar al silencio», no había sido nada fácil.
—Hasta los 45 años viví sumergida en un intenso sufrimiento, marcado por un entorno familiar difícil, la muerte de mi primera pareja, las drogas, la prostitución, dos enfermedades graves y un intento de suicidio.
—¿Qué sucedió el 11 de agosto del 2016?
—Es muy difícil explicar con palabras lo que experimenté la noche que desperté al silencio. Las personas que quieran conocer con más detalle la experiencia que viví ese día, pueden leer el libro La Sanación Silenciosa. Lo que puedo decir aquí es que viví una experiencia transformadora que me curó de las enfermedades que tenía, que se llevó los pensamientos y me sumergió en una paz profunda. Fue como si me hubiera conectado a una gran fuente de amor, a un corazón en el que todo y todos palpitamos al unísono. Un corazón que, con cada uno de sus latidos, me transmitía quietud, calidez, armonía, sincronía, compasión, comprensión, unidad… Esa noche supe que no había nada que buscar, nada que perseguir ni controlar. Todo estaba en orden, en el lugar que le correspondía. Todo cumple su función.
¿Qué significa «despertar» para ti?
Es salir del «sueño» del condicionamiento psíquico, emocional y mental en el que vivimos y contactar con una realidad que no vemos pero que siempre ha estado aquí. Es nacer a la realidad tal y como es, neutra, sin juicio.
—¿Qué diferencia hay entre un ser despierto y una persona «normal»?
—La diferencia fundamental es que la mayoría de las personas viven en el sufrimiento porque se identifican con los pensamientos «esto está bien, esto está mal», y están convencidas de que la vida es injusta con ellas, de que tienen que luchar con la vida para protegerse o conseguir lo que quieren. El ser despierto no discute con lo que pasa en el presente, sino que dice: «sí a la vida». Desde la noche en la que «desperté», la aceptación se ha instalado en mí. El agradecimiento llena mi vida.
—¿«Sí a la vida»?
—«Sí a la vida» es la práctica espiritual más profunda que existe. Si discutes, si te peleas con lo que te sucede, el sufrimiento no te deja ver la realidad. Tus pensamientos de juicio, esto es bueno o es malo para mí, no te dejan ver la realidad. Si das un sí a lo que la vida te presenta a cada momento, sin juzgar, si no discutes con la vida, terminas con el sufrimiento.
—¿Por ejemplo?
—«Hoy me duele el pie». Muy bien, ¿puedes no interpretar por qué te duele? ¿Puedes vivir el dolor en el instante presente? ¿Puedes vivirlo sin juzgarlo, sin etiquetarlo, sin interpretarlo, sin ponerle un relato mental? Es muy importante darnos cuenta de que estar en el presente nos cura. No anticipar lo que nos pasará mañana, ni recordar lo que nos pasó ayer o el año pasado, es esencial para abrirnos a la posibilidad de la curación.
Despertar espontáneo
Aliciah tuvo un despertar espontáneo que, además de llevarla al silencio, la curó de las graves enfermedades que padecía. Tras un periodo de asimilación e integración de la experiencia vivida, Aliciah entrega su vida a lo que ella llama: La Sanación Silenciosa. En contacto con este «Silencio Sanador» que expresa con su presencia, con su voz y con sus manos, Aliciah nos ofrece la oportunidad de conectar con nuestra verdadera naturaleza y liberarnos de la ilusión que nos enferma: el ego.
—¿Por qué esta experiencia del despertar se da solo en algunas personas?
—No se conoce qué fuerzas impulsan algunas personas al despertar espontáneo. En mi caso, yo no había leído ni un libro de autoayuda, ni me había interesado nunca por temas místicos ni había oído hablar de la iluminación o el despertar, sin embargo, el despertar se ha dado en mí. Tal vez la vida trate de decirnos que la puerta para acceder a lo que somos realmente está abierta para todos. Todos somos seres espirituales unidos unos con otros por hilos invisibles. Los seres humanos tenemos un potencial ilimitado.
—¿Qué es la Sanación Silenciosa?
—Es la manera en la que el silencio se expresa en mí. Es la manera en la que entrego el silencio a los demás.
—¿Cómo es esta entrega?
—Cuando entrego la Sanación Silenciosa entro en un estado de vacío, sin expectativas, y me dispongo para el grupo o para el ser humano que va a recibir la Sanación. A continuación, le pido a la persona o personas que respire profundamente y deje a un lado su identidad; es decir, que se olvide de que tiene una familia, una profesión, una enfermedad, una necesidad… Le pido que se entregue al instante presente.
Entonces dejo que mis manos vehiculen la energía; normalmente se mueven, y yo las dejo hacer, me dejo llevar. A veces toco el cuerpo, a veces solo es movimiento en el espacio.
—¿Cómo reaccionan las personas?
—Cada persona reacciona de una manera determinada, tiene su viaje y su propia experiencia. Hay personas que no experimentan nada significativo, que su paso por La Sanación Silenciosa, en apariencia, no produce ningún cambio en ellas. Está muy bien. Todo es perfecto.
Presencia
La curación surge de la quietud
En presencia de Aliciah tenemos la oportunidad de abrir nuestro corazón a la energía pura y sanadora del silencio. Los encuentros con Aliciah son una puerta que nos lleva más allá de nuestros pensamientos y emociones, para descubrir nuestra verdadera naturaleza.
La experiencia del despertar es una, pero se da de una manera única en cada ser humano que tiene la fortuna de rendirse a ella.
El libro contiene la historia del despertar de Aliciah, con la intención esencial de que sus palabras actúen, que su lectura pueda despertar un proceso de observación en aquellos que resuenen con ellas.
Las personas que están convencidas de que sus dificultades no tienen solución, no encontrarán nada en las páginas de este libro que pueda ayudarlas. Las creencias son murallas que erige el ego para protegerse, y hasta que no las derribamos no podemos descubrir la grandeza que somos.
El sufrimiento puede ser un gran aliado en el proceso de evolución y crecimiento del ser humano, siempre que no luchemos contra él, siempre que se aprenda a soltarlo llegado el momento.
La experiencia que se ha realizado en mí es una prueba de que cualquier forma de vida puede ser una celda o un camino hacia la libertad. He estado encerrada en la cárcel del sufrimiento hasta que, el mismo sufrimiento, me ha llevado a la liberación.
La importancia de la presencia en el trabajo terapéutico. Relacionarse con el ser humano que tenemos delante de una manera bidireccional. ¿Hay sensación de espacio dentro de mí y entre nosotros? ¿El espacio entre nosotros es presencia consciente?
Abrirse a la escucha. No quedarnos atrapados por el conocimiento o la técnica que practicamos. Descubrir en nosotros un estado de apertura completa que nos permita acoger al «paciente» mientras habla, hace o se mantiene en silencio.
Contactar con nuestra esencia para contactar con la esencia del otro. Renunciar a todo lo que sabes de ti y del otro, o presupones que sabes, y estar abierto a lo que pueda surgir de manera espontánea.
La presencia y la quietud son las bases para que se establezca una verdadera relación terapéutica.
Cualquier terapeuta puede ir más allá de la técnica y dejar que la vida tome el control. Cuando nuestro bienestar se ve comprometido por el estrés, el cuerpo sufre un desalineamiento energético que a veces degenera en una enfermedad. La Sanación Silenciosa te ayuda a conectar con el aquí y el ahora, el lugar donde los pensamientos se calman y el cuerpo puede abrirse a la posibilidad de curación.
Un nuevo ciclo humano
Percibo que la consciencia nos quiere más despiertos, y que la hegemonía del pensamiento está llegando a su fin. El pensamiento en el Ser humano ha empezado a morir. Un adiós lento, agonizante, que vincula todo tipo de conceptos y creencias, donde nada superficial quedará exento en esta transformación. El Ser humano ya lo ha pensado todo.
Hemos completado un ciclo y nos dirigimos a otro. Aún no hemos nacido verdaderamente. Nuestra gestación en el vientre cósmico sigue su curso.
Estamos generando espacio consciente individual y colectivo, para sintonizar con la vida de manera más amplia y creativa, que idealmente nos impulse hacia un lugar mucho más esencial. Un despliegue evolutivo en el que también está inmerso el planeta, que desencadenará multitud de reacciones a efecto global. No sabemos cuánto tiempo implicará esta transformación, imprescindible para la supervivencia humana.
Desde la mente pensante nada de lo que vemos del mundo es como tal.
Esto necesariamente nos sitúa en un lugar de crisis. El cambio es inevitable.
Hay literalmente una fuerza de vida invisible en escucha constante y nosotros somos uno con ella. Un vasto océano cósmico, poderoso y misterioso, anterior a la luz y a la oscuridad, que a través de nosotros se descubre y crece. El hecho de estar encarnados no nos separa de esta fuerza consciente ni nos exime del cambio.
Esta transformación no nos conduce hacia nuevas ideas, teorías sofisticadas, discusiones intelectuales, ni creencias revolucionarias. Nos dirige hacia el silencio y la quietud interiores, hacia el descubrimiento del alma cósmica que anima nuestro cuerpo con eco en la eternidad.
¿Cuánto sufrimiento necesita experimentar el Ser humano para salir del condicionamiento mental, para trascender sus creencias y la idea de separación?
No hay nada más natural y familiar en nosotros que la capacidad de resonar conscientemente con toda la creación.
Solo si entramos en lo desconocido lograremos resonar con la verdadera paz universal.