¿Qué le ocurre a mi cuerpo cuando como picante?
Sudoración, dolor de estómago, dolores de cabeza… veamos lo que sucede fisiológicamente y lo que eso puede significar para la salud.
Textos: Blanca Herp*
Comer picante a menudo suele producir diversas reacciones fisiológicas, como un hormigueo en la lengua y los labios, o sudoración. «Cierto ardor; a todos nos gustan las experiencias sensoriales y la comida picante hace la vida más interesante», explica David Julius, fisiólogo de la Universidad de California en San Francisco.
Pero desde el punto de vista de la salud, no todas las reacciones posibles son bienvenidas, ni siquiera para quienes disfrutan su sabor. Esto es lo que sabemos sobre los efectos (positivos y negativos) del picante en el organismo.
Te hace sudar
Lo más probable es que los amantes del picante estén familiarizados con una reacción física inmediata: la sudoración. Esto se debe a que algunos de los alimentos más picantes contienen compuestos que se unen a los receptores nerviosos del tracto gastrointestinal, incluida la boca, que se activan con el calor.
Las guindillas (ají, pimiento o chile, según cada país), ese sabroso ingrediente que es la base de muchos platillos picantes, contienen capsaicina, que se une a esos receptores y envía una señal de dolor al cerebro.
Las sustancias químicas principales de los granos de pimienta, el rábano picante y la mostaza también se unen a los mismos receptores, aunque con menor potencia.
¡Fuego! El cuerpo suda para enfriarse
Estos nervios envían al cerebro señales similares a las que recibiríamos si estuviéramos en contacto con fuego real, y por eso solemos sudar o nos sonrojamos: es la manera que tiene el cuerpo de enfriarse.
«La capsaicina engaña a tu cuerpo haciéndole creer que la temperatura ha subido, y entonces tu cerebro piensa que necesita liberar el calor. En los humanos, eso lo hacemos en mayor medida a través del sudor», dice Julius.
Malestar gastrointestinal
Comer picante con moderación suele ser seguro para las personas que no tienen problemas estomacales; sin embargo, puede causar inflamación en las zonas que facilitan la digestión y, en ocasiones, provocar acidez, dolor de estómago o diarrea.
Las personas con gastritis, que se produce cuando se inflama el revestimiento del estómago, suelen ser más susceptibles a un dolor abdominal más intenso.
Puede ser beneficioso para la salud
Varios estudios demuestran que el consumo de alimentos picantes se asocia a algunos beneficios para la salud. Uno de esos estudios reveló que tomar un suplemento diario de capsaicina (que contenía la cantidad que hay en cuatro o cinco chiles habaneros) aceleraba el metabolismo. Los participantes quemaron el equivalente a 200 calorías extra al día durante un periodo de 14 semanas.
En un estudio de 2022 en el que participaron más de 6000 adultos, los científicos descubrieron que el consumo de chile estaba relacionado con una reducción de la acumulación de calcio en las paredes de las arterias coronarias, que suministran sangre al corazón.
De todas formas, no está tan claro si el consumo de alimentos picantes ayuda a reducir la tendencia a la obesidad o a sufrir infartos a largo plazo.
Capsaicina: persona a persona
Las pruebas sobre si el picante aumenta o disminuye el riesgo de cáncer son contradictorias. En experimentos de células en laboratorio se observa que la capsaicina y la piperina (la sustancia química que se encuentra en los granos de pimienta) pueden ayudar a impedir —o destruir— la aparición de células de cáncer de mama humano, pero todavía no existe una conclusión rotunda, y menos aún un tratamiento.
En medicina natural se insiste en la importancia decisiva de lo que comemos sobre la salud. Y la conveniencia de considerar cada persona, cada caso, cada momento, cada dieta.
Un estudio publicado en 2015, en el que participó casi medio millón de personas en China, reveló que quienes comían alimentos picantes de seis a siete veces por semana durante varios años tenían un 14% menos de riesgo de muerte en comparación con quienes consumían comida picante menos de una vez por semana.
Estos resultados pueden estar relacionados con los efectos antioxidantes y antiinflamatorios de los alimentos picantes, que además suelen proteger de afecciones como la diabetes y algunas enfermedades cardiovasculares.
Reacciones extremas en raras ocasiones. ¿Qué hacer?
Alguna vez, las guindillas muy picantes han provocado reacciones fisiológicas extremas (dolores de cabeza fulminantes o vómitos tan intensos que pueden afectar el esófago de una persona), aunque se trata de algo poco común.
En caso de morder un alimento con más picante del que puedes soportar, lo mejor es ingerir algo con alto contenido en grasa, como un vaso de leche o una cucharada de crema agria. La capsaicina es un compuesto liposoluble, por lo que no se disolverá en agua por mucha que bebas.
«Comer algo con grasa ayuda a sacar la capsaicina de tus tejidos cuando tienes dolor. En este momento, el agua hará poca cosa», dice Julius.
Es mejor respetar tus propios límites y no sobreestimar la cantidad de picante puede soportar tu cuerpo. Bien equilibrado, es posible que una leve dosis de picante hará que una comida sea satisfactoria.
Y ya sea que comas por salud o por gusto, los expertos señalan que si te gustan los alimentos picantes y tu cuerpo puede soportarlos, no hay razón para evitarlos.
* Con informaciones de Laura Torres y Trisha Pasricha (gastroenteróloga, Hospital General de Massachusetts, EE.UU.).