Arrugas, manchas, pérdida de firmeza y elasticidad… Inevitablemente, el paso de los años va dejando huellas en la piel, y la oferta de productos para borrarlas o disimularlas es impresionante.
Quizá la palabra Bakuchiol pueda sonar a chino, pero seguramente muy pronto comenzaremos a oírla de forma frecuente cuando se hable de temas de cosmética natural.
El retinol es desde hace algunos años el activo cosmético de moda por su eficaz manera de frenar el envejecimiento de la piel, pero el bakuchiol, también conocido como “el retinol vegano” de nueva generación, no se queda corto y ha llegado a nuestras vidas para quedarse.
Medicina tradicional india y china
La historia de este potente activo tiene su origen en las medicinas tradicionales de China e India, donde comenzaron a utilizarlo hace ya algunas décadas.
De origen natural, el bakuchiol se obtiene a través de un proceso de extracción de la planta babchi o Psoralea corylifolia.
A diferencia del retinol, uno de los grandes beneficios del backuchiol es que es altamente tolerable en pieles sensibles.
Si se formula correctamente y con un uso adecuado, el bakuchiol puede mejorar notablemente la apariencia de la piel. Posee beneficios similares al retinol y tiene la ventaja de ser más conveniente para pieles sensibles que puedan presentar irritación y poca tolerancia a los retinoides.
Retinol en las cremas antiedad
El retinol, el retinal y el retinoico son formas de la vitamina A que integran la piel de manera natural y ayudan a mantener su función de barrera. Debido a su bajo peso molecular, el primero penetra a capas profundas de la piel después de su administración por vía tópica, lo que aumenta su eficacia frente a la de otros ingredientes en la lucha contra el envejecimiento cutáneo.
Actúa sobre distintos procesos químicos de la piel, retrasando e incluso revirtiendo los efectos del envejecimiento y el fotoenvejecimiento.
Estimula la síntesis de colágeno y elastina, proteínas que proporcionan sostén y que son fundamentales para el mantenimiento de la forma del rostro y la elasticidad de la piel, que se deterioran con el paso del tiempo. El resultado es una tez más tersa, firme y elástica.
Retinol, un antioxidante con efectos menos deseados
El retinol también tiene un efecto sobre las manchas producidas por el sol, actuando sobre los acúmulos de melanina. Además, sus propiedades antioxidantes ayudan a luchar contra los efectos de los radicales libres de origen endógeno y, sobre todo, exógeno, como la polución, radiaciones, sustancias químicas, etc. Y, por último, participa en la regulación de la secreción sebácea y la queratinización de la epidermis.
En resumen, incorporar el retinol a la rutina de belleza conlleva la reducción de las arrugas finas, así como la unificación de la textura y el tono de la piel, la regulación de la secreción sebácea y una mejoría en el aspecto general. Todo esto contribuye a que nuestro cutis presente un aspecto luminoso y juvenil. Pero…
La aplicación de retinoides en la piel causa a menudo una irritación local que se manifiesta con eritema –enrojecimiento, inflamación y picor– y descamación del estrato córneo, debido al aumento de la sequedad. Las zonas más sensibles, como el entorno de la boca y los ojos, son más propensas a sufrir esta dermatitis irritante, que puede llegar a ser dolorosa.
El nuevo superhéroe antiedad
En cambio, a favor del bakuchiol hay que decir que no suele producir reacciones alérgicas ni sensibilización de la piel.
Los efectos adversos también están relacionados con la cantidad de retinol aplicado. Suele recomendarse “acostumbrar” a la piel, exponiéndola a esta sustancia de manera paulatina, o bien retirar el producto tras una o dos horas en las primeras aplicaciones y alargar progresivamente el tiempo de exposición.
El bakuchiol reúne el pilar de evidencia científica que buscan los farmacéuticos, y carece de los efectos adversos y las precauciones que exige el retinol.
Aunque no se parece estructuralmente a los retinoides, puede funcionar como un análogo funcional del retinol.
Los ensayos clínicos indican que tanto el bakuchiol como el retinol disminuyen significativamente las arrugas y la hiperpigmentación, sin muchas diferencias entre ellos. La única distinción que han encontrado los investigadores es la presencia de más descamación, sequedad e irritación en las personas que utilizaron retinol.
Muy beneficioso
Un estudio realizado por la Dra. Zoe Draelos revela que la solución de bakuchiol al 1% es bien tolerada y eficaz en personas con piel sensible, eczema, rosácea y síndrome de intolerancia cosmética.
Entre sus efectos demostrados cabe destacar:
- sintetiza y evita la degradación del colágeno y la elastina;
- reduce las arrugas;
- previene el envejecimiento;
- mejora la firmeza cutánea;
- estimula las acuaporinas, proteínas que potencian la hidratación;
- es antioxidante y antiinflamatorio;
- mejora la síntesis de melanina, minimizando la pigmentación irregular;
- reduce la 5-alfa-reductasa, la enzima que transforma la testosterona libre en dihidrotestosterona (DHT) y puede ser responsable de muchos casos de acné.
Y puede administrarse durante el embarazo y la lactancia y no es fotosensibilizante ni fotosensible. Esto permite empezar a utilizarlo en cualquier época del año, por el día y sin necesitar acostumbrar la piel a su tolerancia. ¡Démosle una oportunidad al bakuchiol!
Con informaciones de: Marta González Álvarez, Blanca Llácer, Estefanía Hurtado Gómez, Isabel González-Álvarez y María del Val Bermejo Sanz (Universidad Miguel Hernández),