Desde el principio, el ser humano ha tenido que enfrentarse a innumerables microbios, a los dientes y garras de los depredadores, a los ataques de tribus rivales… Para ello, hemos desarrollado un mecanismo muy potente: la inflamación, que nos permite limpiar y reparar rápidamente las heridas.
Desgraciadamente, hoy en día… puede ocurrir que esta arma «ardiente» se vuelva contra nosotros.
Textos: Blanca Herp
En caso de lesión o infección…
La inflamación sigue desempeñando su función original: la zona se inflama y enrojece, el organismo se organiza para neutralizar los agentes atacantes y curar el tejido. Sin embargo, el estilo de vida actual (alimentación industrial, exceso de alcohol, falta de deporte y de sueño, estrés, etc.) tiende a provocar una producción continua y anormal de mediadores de la inflamación.
Esta estimulación excesiva del sistema inmunitario provoca una remodelación de los tejidos que puede dar lugar a numerosas patologías: enfermedades inflamatorias intestinales, artritis reumatoide, asma, cáncer, enfermedades cardiovasculares, Alzheimer…
Los «bomberos» naturales
Junto con el harpagofito (Harpagophytum procumbens), el más eficaz de ellos es sin duda la boswellia (Boswellia serrata), un árbol de incienso utilizado tradicionalmente como antiinflamatorio y analgésico, sobre todo en la medicina ayurvédica. Su principio activo, el ácido boswélico, inhibe la formación de leucotrienos, activadores de la inflamación.
La Boswellia es un antiinflamatorio no esteroideo 100% natural y perfectamente tolerado por el organismo.
La planta
La Boswellia serrata es un árbol originario de la India cuyas propiedades están reconocidas desde hace muchos años. Su uso terapéutico no es nuevo, ya que está presente en varias farmacopeas tradicionales, especialmente en la medicina ayurvédica. En Asia y en África, sus extractos naturales son utilizados tradicionalmente para aliviar diferentes dolores. Y ahora es fácil de obtener entre nosotros en forma de suplemento dietético (cápsulas) que, combinado con una comida rica en grasas de buena calidad, permite aumentar su biodisponibilidad y absorción. También con curcumina (Curcuma longa).
Boswellia, el antiinflamatorio de la medicina ayurvédica
Hoy se sabe que los ácidos boswélicos son antiinflamatorios naturales muy potentes. Tienen la capacidad de inhibir la síntesis, liberación o activación de ciertos mediadores de la inflamación, incluidas varias interleucinas (IL-1, IL-2, IL-4, IL-6), NF-κB, leucotrienos y 5-lipoxigenasa (5-LOX).
El AKBA es particularmente eficaz en la inhibición de la actividad proinflamatoria de la enzima 5-lipoxigenasa. Por eso ahora mismo existen ya unos cuantos eficaces suplementos alimenticios a base de boswellia.
● Potencial inmunomodulador. Además de actuar como antiinflamatorios naturales, los ácidos boswélicos también tienen un efecto sobre el sistema inmunitario. Algunos estudios sugieren que los ingredientes activos de la resina Boswellia serrata podrían tener efectos beneficiosos al actuar sobre los mecanismos de defensa del organismo. La actividad de los ácidos boswélicos tendría una influencia particular sobre la producción de anticuerpos y la proliferación de linfocitos. De esta manera, la resina de Boswellia podría participar en la protección del cuerpo y la prevención de ciertas patologías.
● Potencial antidepresivo. Un estudio reciente también sugiere que las plantas del género Boswellia tienen una actividad ansiolítica. Podría ser beneficiosa para luchar contra estados de ansiedad y trastornos depresivos. Se realizarán más estudios para profundizar el vínculo entre el boswellia y la depresión.
● Dolores articulares. En los últimos años, la suplementación con boswellia ha sido muy popular para aliviar el dolor articular inflamatorio. Varios estudios han demostrado que la actividad antiinflamatoria del AKBA y otros ácidos boswélicos reduce el dolor asociado con la osteoartritis, la artritis y la artritis reumatoide. Para una eficacia óptima, los estudios muestran que también es posible asociar ácidos boswélicos con otros principios activos beneficiosos para la salud de las articulaciones.
● Enfermedades crónicas inflamatorias del intestino. Las propiedades antiinflamatorias de los ácidos boswélicos también han atraído el interés de la investigación en el tratamiento de ciertas enfermedades inflamatorias del intestino (EII). Los estudios han demostrado que los principios activos de Boswellia pueden mejorar los síntomas de la enfermedad de Crohn. Estos resultados positivos son aún más alentadores ya que actualmente no hay tratamiento para esta enfermedad inflamatoria intestinal.
● Asma y leucotrienos. Esta inflamación crónica de las vías respiratorias es una condición inflamatoria muy restrictiva, pero podría aliviarse con el uso de suplementos dietéticos basados en la boswellia; los ácidos encontrados en la resina de boswellia pueden ayudar a aliviar algunos de los síntomas de las personas con asma, como el «ronquido», tan característico de los ataques de asma.
Los ácidos boswélicos actúan sobre los leucotrienos. Estos ácidos son sustancias que se encuentran en los bronquios de personas asmáticas. Hoy en día, existe una amplia gama de medicamentos antileucotrienos para combatir el asma. La resina de Boswellia serrata puede considerarse como un antileucotrieno natural.
Igualmente los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) encontraron una mejora en los síntomas.
La piel. En la medicina tradicional asiática, la resina de boswellia se recomienda para tratar diversos problemas de la piel. Los estudios sobre el tema muestran que los ácidos boswélicos podrían tener propiedades terapéuticas para combatir diversas enfermedades inflamatorias de la piel, como la psoriasis y el acné.
Ansiedad y depresión. De manera similar, se espera que los estudios confirmen los potenciales beneficios del Boswellia serrata para combatir la depresión y los trastornos de ansiedad. En resumen, ¡la resina de este árbol no deja de sorprender!
En la práctica
Dadas sus propiedades y beneficios, la resina del Boswellia serrata se ha hecho cada vez más popular en los últimos años. ¿Dónde encontrarla? ¿Cómo beneficiarse de sus propiedades? Antes de responder a estas preguntas, primero es necesario recordar su proceso de extracción. Realizando una incisión en el tronco del Boswellia serrata, es posible recuperar una oleorresina. Esta debe filtrarse antes de que pueda ser utilizado. Después de la filtración, se obtiene un aceite esencial de Boswellia serrata y la valiosa resina rica en ácidos boswélicos.
¿Cómo elegir la dosis correcta? Se han realizado varios estudios sobre la dosis y la efectividad de los suplementos de boswellia. Los resultados muestran que la dosificación varía generalmente entre 900 y 1200 mg por día, pero según el suplemento de boswellia la dosis recomendada puede variar. Y también puede variar si el extracto de Boswellia serrata se combina con otros extractos naturales.
Para maximizar la efectividad de los suplementos de boswellia, varios investigadores han analizado posibles sinergias. En particular, obtuvieron excelentes resultados al combinar la resina Boswellia serrata con extractos de cúrcuma (Curcuma longa). Los rizomas de la Curcuma longa contienen potentes principios activos: los curcuminoides, que actúan como antioxidantes, agentes cardioprotectores y antiinflamatorios naturales. Al combinar ácidos boswélicos y curcuminoides, los investigadores encontraron una poderosa acción antiinflamatoria. En particular, puede ser ideal para aliviar el dolor articular asociado con la osteoartritis, la artritis y la artritis reumatoide.
Un gran antiinflamatorio
El harpagofito o «garra del diablo» (Harpagophytum procumbens, ver Integral 403), es una planta vivaz con sorprendentes efectos antiinflamatorios. Procede del sur de África, crece bien en climas similares y se cosecha por su enorme tubérculo de color ocre. Una vez desecado, se tritura en pequeños fragmentos y entonces emana un penetrante aroma amargo.
Podemos considerarlo como la planta medicinal más eficaz en el tratamiento de los procesos reumáticos e inflamatorios, como lo demuestran numerosos ensayos clínicos y farmacológicos, que han comprobado que sus beneficiosos efectos sobre la salud se deben a la actividad conjunta de sus principios activos (harpagósido, entre otros iridoides) que ejercen una acción periférica (respuestas musculares sensitivas y vasculares) más que a una acción analgésica central, hecho que le convierte en especialmente activo en pacientes de edad avanzada.
El harpagofito disminuye considerablemente la sensación dolorosa y mejora la motilidad sin que aparezcan efectos adversos, por lo que (si se siguen tratamientos convencionales) puede asociarse a otros antiinflamatorios para reducir así la dosis de éstos.
Además, el harpagofito aumenta la producción de jugos gastrointestinales, favoreciendo la digestión. También estimula el apetito y las papilas gustativas, que por un efecto reflejo aumentan la producción de jugos gastrointestinales.
El harpagofito no sólo está muy indicado en casos de artritis, gota, artrosis, reumatismos, o dolores musculares y de espalda, sino que es, como decimos, un recurso excelente en procesos inflamatorios que además favorece la eliminación de ácido úrico. Por eso permite reemplazar ventajosamente los tratamientos antiinflamatorios clásicos.
Cómo se usa. Los preparados (pulverizaciones, infusiones o maceraciones, extracto fluido o seco, tinturas) recomendados para el tratamiento de los dolores articulares se tomarán en las dosis siguientes:
Sustancia pulverizada: 4.5 g/24 horas.
Infusión: 4.5 g/300 ml. Tomar 100 ml/8 horas.
Extracto fluido, 1:1 (g/ml): 1.5 ml/8 horas.
Es conveniente el seguimiento del proceso por un buen terapeuta especializado.
Otros consejos en caso de inflamación
Es mejor que el 75 % de la dieta esté compuesta de alimentos crudos. Beba abundantes zumos e infusiones de plantas medicinales. Y coma cada día 8º en días alternos) media piña fresca (no enlatada ni en almíbar). Este es uno de los mejores remedios que existen para el edema y la inflamación, y reduce el dolor y la inflamación en un lapso de dos a seis días.
Se evitarán los refrescos de cola, el azúcar, los productos elaborados con harina blanca y la comida preparada o ultraprocesada.
Algunas plantas medicinales que resultan provechosas para reducir la inflamación
Son: equinácea (Echinacea purpurea), sello de oro (Hydrastis canadensis), pau d’arco o lapacho (Tabebuia adenophylla), trébol rojo (Trifolium pratense) y yuca (Yucca).
Para saber más
– Gupta I. et al. Effects of Boswellia serrata gum resin in patients with ulcerative colitis. Eur J Med Res 1997 Jan; 2(1): 37-43.
– Gerhardt H. et al. Therapy of active Crohn disease with Boswellia eseratta extract. Z Gastroenterol. 2001; 39: 11-17.
– Gupta I. et al. Effects of Boswellia serrata gum resin in patients with bronchial asthma: results of a double-blind, placebo-controlled, 6-week clinical study. Eur J Med Res 1998 Nov 17;3(11): 511-4.