Nada que no sea bueno para el planeta puede ser bueno para ti
Este mes nos detendremos en el amaranto, que en la cocina es un cereal pero botánicamente ha sido clasificado aparte (como sucede con la quinoa). Actualmente está considerado uno de los alimentos del futuro.
TEXTO: PATRICIA RESTREPO, DIRECTORA DEL INSTITUTO MACROBIÓTICO DE ESPAÑA, CONSULTORA MACROBIÓTICA.
Poco a poco una masa crítica sin una consciencia suficientemente despierta o en contacto con la verdad más orgánica, está llevando a cabo un cambio que aunque aparentemente tiene la mejor de las intenciones (o al menos una intención noble) nos está llevando en la dirección opuesta.
Esta masa crítica, sin saberlo, está siendo manipulada por el nuevo capitalismo verde y con ello me refiero a la creciente nueva tendencia vegana y, con ella, todas las tendencias sociales que aparentemente fueron nuestras causas 40 años atrás y que hoy se rifan, se prostituyen y se retroalimentan creando confusión de género, familia, comida, política, salud, paz, clima, medio ambiente y un largo etc.
Además esta tendencia considera comida las nuevas hamburguesas Beyond Meat, creadas en un laboratorio, así como una serie de sustancias desnaturalizadas… imitación de la comida cárnica y láctea, polvos con súper poderes y toda una serie de comestibles virtuales, alimentos transgénicos (propiedad de Monsanto). Se trata pues de una sociedad sin referentes ni valores que, a los ojos maquiavélicos de globalistas es una sociedad fácilmente o totalmente manipulable.
Está claro que todos los cada vez mayores apoyos en la comunicación, que hormiguean por doquier y que además son propiedad de los mismos tienen un único propósito: la confusión libertina necesaria para conseguir seguidores ciegos. Quien controla la prensa controla el mensaje, la información tiene dueño y lo han hecho de manera brillante.
Hemos dejado atrás la era de la sabiduría, con información profunda, reflexiva y con debate, donde se podía disertar y estar a favor o en oposición a lo establecido. En la época de la sabiduría, la experiencia vivida, contrastada con los hechos, nos llevó al discernimiento, al sentido común y la lógica aplastante. Al menos tú eras tú y tus ideas, y luchabas por ellas. La metodología, la practica y la velocidad de comunicación nos llevó a la era de los conocimientos, donde todo se basó en experimentos científicos la mayoría disociados de la realidad humana vivida. Muchos de ellos eran válidos u otros no, pues está claro que la persona tipo no existe y si no se valora la individualidad, el conocimiento deviene generalizado y queda huérfano de la experiencia del ser.
Pero esta era de los conocimientos degeneró a la actual era de la información inconexa: información que es mera propaganda, bulímica, efímera, constante en noticieros y redes sociales y pasquines online. La velocidad de comunicación se multiplica, nos robotiza y todo analiza a nivel superficial, nada tiene solidez, se expone a lo virtual, a soluciones rápidas, donde incluso los alimentos son utilizados de esta manera.
Nos conminan diariamente a utilizar cúrcuma o maça o jengibre, nos venden que tal o cual producto tiene efectos mágicos sobre esta u otra disfunción, sin profundizar en la causa. El resultado es que incluso personas educadas y preparadas caen en el facilismo de la información incoherente.
El capitalismo verde, nos ha hecho creer que los seres humanos somos responsables del calentamiento global, omitiendo que la tierra es un ente vivo cíclico y que desde sus orígenes mismos se ha transformado (algunas veces en caos y calentamiento extremo, otras en inundaciones y condiciones apocalípticas).
«El precio de la apatía hacia asuntos públicos es ser gobernados por hombres malvados»
Platón
Según Gary Glatzmaier, geofísico de la Universidad de California en Santa Cruz, los polos magnéticos de la Tierra se han invertido varias veces a lo largo de la historia del planeta, la última, hace miles de años. De hecho, los geofísicos creen que los polos podrían estar en proceso de intercambiar de nuevo sus posiciones y, a la luz de algunos estudios recientes, puede que eso ocurra antes de lo previsto.
La red de satélites Swarm, de la ESA, ha observado que el campo magnético terrestre se está debilitando diez veces más rápido de lo que se pensaba: un 5 % cada diez años, en lugar de cada siglo. Esa merma tal vez indique la inminencia de la próxima inversión, la cual podría completarse antes de 2000 años. De hecho, el norte magnético parece estar desplazándose hacia Siberia.
Los expertos no conocen todas las causas qué provocan la inversión de los polos, pero coinciden en que el campo magnético del planeta presenta una configuración dipolar. El centro de la Tierra consta de un núcleo interior de hierro sólido y uno exterior de hierro líquido, muy buen conductor de la electricidad. Al calentarse en las proximidades del núcleo interior, el hierro líquido asciende, tras lo cual se enfría y se hunde de nuevo. La rotación terrestre retuerce su trayectoria, lo que genera un campo magnético con polos norte y sur que se perpetúa a sí mismo.
De tanto en tanto, el flujo de hierro líquido experimenta perturbaciones locales que invierten parcialmente el sentido del campo magnético, lo que debilita el campo total. Se ignora por qué se desencadenan esas perturbaciones. Parecen consecuencia inevitable de un sistema caótico, y aparecen a menudo en las simulaciones por ordenador. «Al igual que ocurre con un huracán, no podemos predecir [con exactitud] cuándo o dónde comenzará una inversión, a pesar de que conocemos bien la física básica del proceso», explica Gary Glatzmaier, geofísico de la Universidad de California en Santa Cruz. Por regla general, esas inversiones locales remiten pasados unos mil años. A veces, sin embargo, la contorsión se extiende y acaba por invertir la polaridad de todo el campo. De media, esos volteos se suceden cada 5000 años, si bien pueden ocurrir en tan solo 1000 años o demorarse hasta 20.000.
Otro informe científico afirma que «Alrededor de 1550 la tierra entró en una Edad de Hielo menor y las temperaturas descendieron por todas partes. Este período ha terminado ahora y, como resultado, las temperaturas están aumentando ligeramente». Por tanto, la corteza de la tierra (litosfera) se está moviendo, lo que causa un aumento en el número de terremotos (10 veces más
que hace 100 años) pero también del vulcanismo. La gran mayoría de los volcanes se encuentran en el fondo de los océanos, por lo que no notamos fácilmente dicho aumento. Sin embargo, la cantidad mucho mayor de magma caliente CALIENTA los océanos y el agua más cálida del mar aumenta la temperatura de la atmósfera de la tierra. Dicha agua a mayor temperatura también derrite los icebergs, desde la parte inferior hacia arriba… Una vez que el movimiento de la litosfera se detenga, el vulcanismo y el número de terremotos disminuirán y las temperaturas volverán a bajar.
No ignoraría que, ciertamente, algunos de los cambios climáticos son provocados por el hombre, pero no por las personas de a pie. Me refiero a la antena HAARP. A algunas personas quizá no les suenen estas siglas, pero pertenecen a un misterioso proyecto de la Fuerza Aérea norteamericana cuyas siglas HAARP, High Frequency Advanced Auroral Research Project que puedes consultar en https://www.tiempo.com/ram/913/el-proyecto-haarp-mquinas-para-modificar-y-controlar-el-tiempo/
También nos dejan con muchas dudas las quimio estelas o más conocidas como chemtrails.
En realidad la incongruencia humana, la sociedad plástica en la extensión de la palabra, el capitalismo desmedido apoyado en el consumo desbordado hace que seamos responsables de la contaminación del planeta y de nuestro principal recurso, el agua. Pero de ahí a culpabilizarnos del calentamiento global y de la mentira del CO2 que tanto lucro político está representando hay un abismo, como una increíble ficción en la que la mayor parte de la población ha creído sin ningún tipo de replanteamiento. Y es que a los 300 banqueros que controlan el planeta, las diferentes logias, las cinco familias y los cuatro tecnócratas les viene muy bien que tu digas amén a su falsa religión. Debes creer ciegamente y además sentirte muy ecológico, dando crédito a las organizaciones gubernamentales de carácter científico y ecológico que en su momento cuando no tenían dueño emitían una información veraz.
«Matamos a cada paso, no solo en guerras, motines y fusilamientos, matamos cuando cerramos los ojos a la pobreza, al sufrimiento y a la vergüenza. De la misma manera todo irrespeto a la vida, toda dureza de corazón , toda indiferencia, todo el desprecio no es otra cosa que Matar», señaló Herman Hesse.
Me pregunto humildemente dónde comienza esta borregadas sin criterios a la que sucumben personas educadas, cultas, refinadas y, por supuesto personas, sin educación ni cultura. No hay una única respuesta, hay muchas y desdeñar la influencia directa que tiene la alimentación en cómo pensamos, sentimos y expresamos es también una inconsciencia.
La nuevas tecnologías de la nutrición plantean como alimento sostenible para la humanidad la comida sintética (incluyendo la enorme cantidad de aditivos que llevan), generando para ellos un lucro importante y lo único que esto tiene de sostenible es que sostienes a empresas inmorales que, bajo leyes inmorales, consideran alimento un comestible artificial. Como denuncia la activista Vandana Shiva: «somos suelo, somos tierra, lo que hacemos al suelo, nos lo hacemos a nosotros mismos».
Es el momento de poner en valor el amaranto, de poner en valor la comida verdadera, de crear comunidad entorno a la comida, los alimentos que vienen de la naturaleza son comunidad, empecemos por tener huertas, hacer comidas en casa, la comida representa la comunidad de agricultores, de insectos, de guardianes de la tierra, la familia y la sociedad. Por esto creo firente que si nos alimentamos de comida y no de comestibles, seremos menos vulnerables a la información reiterada que nos esclaviza.
¿Qué es el amaranto?
¿Conoces el amaranto? Este pseudocereal prodigioso conocido como el alimento de los astronautas, ya fue maldecido y prohibido su cultivo en 1492, cuando las cruzadas cristianas de españoles llegaron a América y descubrieron que los nativos le rendían culto a una cosecha que sustentaba la vida y que por sí es un alimento completo.
Es muy saludable y ampliamente utilizado en la cocina. Es uno de los cultivos más antiguos de América y probablemente de la humanidad, pues se han hallado vestigios arqueológicos en tumbas de la región andina que se remontan al año 4000 a.C.
Mayas, incas y aztecas dedicaron amplios territorios a su cultivo. En sus ceremonias sagradas, los pueblos prehispánicos mezclaban el amaranto con miel y formaban figuras de deidades. Junto con la quinoa, los amerindios les rendían culto porque ambos representaban la base de sus sustento. Esta práctica despertó el recelo de los primeros conquistadores, que llegaron por ello a prohibir el amaranto.
Valor nutricional del amaranto
La composición nutricional del amaranto ha merecido que sea considerado uno de los 36 vegetales con mayor potencial alimenticio para la humanidad, debido a su riqueza en minerales y proteínas, su resistencia a la sequía y su gran rendimiento agrícola. Es un vegetal con una increíble capacidad de adaptación (en los altiplanos andinos durante el día las temperaturas pueden elevarse a 40º y por las noches el fenómeno «paramo» pueden bajarlas bajo cero).
El amaranto constituye una excelente fuente de aminoácidos, muy útil para aumentar el consumo de proteínas de origen vegetal y obtener a la vez muchos otros valiosos nutrientes. Entre los cereales y pseudocereales el amaranto ocupa una posición destacada: con un 13,6% aporta casi el doble de proteínas que el arroz integral y supera al trigo (11,4%), al alforfón (10%) y al mijo (10,5%).
Pero lo que hace al amaranto aún más extraordinario es el valor biológico de sus proteínas, ya que incluyen todos los aminoácidos esenciales (los que el organismo no es capaz de sintetizar y precisa recibir de los alimentos) en una proporción óptima para ser asimilados. Es rico en minerales y oligoelementos, lo que lo hace muy reconstituyente. Es una gran fuente de calcio, superior a cualquier otro cereal, y aporta también una buena dosis de magnesio. Se considera asimismo una excelente fuente de hierro (superior al encontrado en las verduras), así como de zinc y selenio, que estimulan el sistema inmunitario.
Beneficios y propiedades del amaranto
La extraordinaria composición del amaranto se traduce en una serie de beneficios para el bienestar y la salud.
- AUMENTA EL RENDIMIENTO FÍSICO Y MENTAL. Se considera muy recomendable para
personas que realicen un gran desgaste físico e intelectual, incluyendo a estudiantes y a niños en edad escolar.
- SU BAJO INDICE GLUCEMICO LO HACE TOLERABLE PARA DIABETICOS. Su bajo índice glucémico lo convierte en un buen alimento para el cerebro. Sus hidratos de carbono complejos, la fibra vegetal y sus proteínas contribuyen, en conjunto, a facilitar un suministro constante de glucosa a las neuronas. Es el cereal idóneo para las personas con disfunciones de azúcar en sangre.
- ES CARDIO SALUDABLE. Regula los niveles de colesterol sanguíneo e impide la reabsorción del colesterol que produce la bilis. El amaranto es más rico en grasas que la avena y estas son de gran calidad, principalmente poliinsaturadas. Por todo ello es un alimento cardiosaludable. Además, posee compuestos fenólicos (de efecto antioxidante) y betasitosterol (que contribuye a disminuir el colesterol). Estos compuestos también son útiles en casos de hiperplasia benigna de la próstata.
- PROTEGE EL SISTEMA ÓSEO. La combinación de calcio, magnesio y fósforo fortalece el sistema óseo y contribuye a proteger frente a la osteoporosis.
- ES FUENTE DE ESCUALENO. El escualeno es una sustancia grasa antioxidante con efectos protectores sobre la piel, el sistema circulatorio y los intestinos, a la que se atribuían propiedades anticancerígenas. Esta sustancia se extraía del hígado de tiburón, pero no hace falta llegar tan lejos: el amaranto es una fuente vegetal abundante.
- ESTA LIBRE DE GLUTEN. El componente principal de esta semilla son los hidratos de carbono (59%), la gran mayoría de los cuales se encuentran en forma de almidón, que demás no vienen acompañados de gluten como ocurre en otros cereales.
- SALUD INTESTINAL. El contenido en fibra del amaranto (6,7%) es superior al de la mayoría
de los cereales y contribuye al buen transito intestinal y al cuidado de la microbiota.
COCINA CON AMARANTO
Lo puedes cocer en sopas, porridge para el desayuno, pasteles, palomitas, estofado con legumbres, mezclado con otros cereales. etc.
La semilla desprende un olor intenso cuando se cocina y su sabor es acentuado, por lo que algunas personas prefieren mezclarlo con otros cereales o legumbres para suavizarlo.
Para cocerlo se precisa una proporción de dos tazas y media de agua por una de semillas, aunque esto es solo aproximado, ya que fluctúa con la variedad. Es importante mantener la cazuela tapada durante la cocción y, una vez absorbida el agua, retirarla del fuego y dejarla reposar diez minutos. Si se ha puesto en remojo antes, debe usarse menos agua o quedará apelmazado. Se equilibra bastante bien si se le añade un poco de alga kombu en la cocción.
Una vez cocido se puede usar, por ejemplo, para rellenar calabacines o tomates, preparar croquetas o dar consistencia a sopas y salsas.
En las recetas dulces, la melaza de arroz es su mejor compañera. Con esta mezcla los mexicanos preparan un dulce típico cuya receta apenas ha variado desde los tiempos de Moctezuma: una nutritiva golosina llamada «alegría» que se ofrece en ferias y tiendas ambulantes.
LAS RECETAS
Palomitas de amaranto
Una forma muy práctica de preparar el amaranto es en forma de palomitas. Son fáciles de improvisar, de sabor suave y textura agradable, idóneas para el aperitivo o para incluir en mueslis, ensaladas, sopas o rellenos de verduras.
1. Se pone una cazuela de fondo grueso al fuego sin añadir grasa, y cuando esté caliente —no demasiado— se añaden una o dos cucharadas de semillas, que deben saltar sin chamuscarse.
2. Se tapa y, fuera del fuego, se agita hasta que se abran las palomitas.
Galletas navideñas de amaranto y chocolate
INGREDIENTES:
• 75 GR ALMENDRA TOSTADA.
• 75 GR NUECES.
• 100 GR DÁTILES SIN HUESO.
• 50 GR AMARANTO HINCHADO.
• 100 GR DE CALABAZA ASADA.
• 1 CUCHARADA DE SÉSAMO TOSTADO.
• 1 BARRA DE CHOCOLATE VEGANO.
• 1 CUCHARADITA DE POSTRE EXTRACTO DE VAINILLA.
• 2 CUCHARADAS DE HARINA DE ARROZ.
1. Precalentar el horno a 200º calor arriba y abajo. Poner los dátiles en un bol con agua muy caliente. Reservar durante unos 15-20 minutos.
2. Triturar las nueces y las almendras hasta obtener una mantequilla de frutos secos. Reservar en un bol, triturar con la batidora, aplastar la calabaza con un tenedor y reservar.
3. Triturar los dátiles junto con dos cucharadas de agua hasta que quede hecho una pasta.
4. En un bol añadir: la calabaza, la mantequilla de frutos secos y la pasta de dátiles, las semillas de sésamo y el extracto de vainilla. Mezclar
5. Incorporar el amaranto en 3 veces, mezclar una tercera parte (a ojo) y luego ir añadiendo las otras dos partes. Amalgamar todo hasta conseguir integrarlo. Reservar.
6. Poner papel en una bandeja de horno. Hacer bolitas y disponerlas en el horno durante 15 minutos.
7. A los 2 o 3 minutos, abrir el horno con la parte convexa de una cuchara mojada, aplastar las galletas. Si se hace antes, la cuchara se pegará a la galleta.
8. Hornear hasta completar el tiempo o hasta que estén doradas. Fundir una barra de chocolate vegano en un cazo pequeño.
9. Una vez las galletas fuera del horno añadir el chocolate formando hilitos y dejar que el chocolate se endurezca.
Sopa de amaranto
INGREDIENTES:
• 1 ZANAHORIA.
• 1 PUERRO CON SU PARTE VERDE.
• 1 CEBOLLA.
• 1 DIENTE DE AJO.
• UNA HOJA DE LAUREL.
• UN PUÑADO DE GUISANTES.
• 100 GR DE AMARANTO.
• UN TROCITO DE ALGA WAKAME.
• 3 CUCHARADAS DE LENTEJAS ROJAS.
• UN CHORRITO DE ACEITE DE OLIVA.
• UN MANOJO DE CILANTRO.
• AGUA.
• SAL.
1. Cortar la verdura en trozos pequeños. Añadir un poco de aceite a una olla mediana.
2. Saltear las verduras con un poco de sal. Añadir agua como para una sopa.
3. Incorporar el amaranto y as lentejas rojas y guisantes tiernos. Cocer a fuego alto 10 minutos
4. Bajar el fuego y seguir cociendo con la olla tapada hasta que el amaranto se abra y las lentejas ablanden
5. Rectificar de sal, servir con cilantro.