Os ofrecemos la segunda parte del artículo de Patricia sobre el cuidado del hígado (ver Integral 518). En la primera parte, junto a informaciones sobre la actividad del mayor órgano del cuerpo humano, recogía una invitación a depurarlo. Esta vez se incluyen los alimentos que lo tensan y sobrecargan, para tener en cuenta estos días de fiesta y, en general… ¡siempre!
Y recordamos brevemente las mejores plantas medicinales para el bienestar del hígado*.
Textos: Patricia Restrepo. Directora del Instituto Macrobiótico de España y consultora macrobiótica
En macrobiótica se considera que son los alimentos yang los que tensan y sobrecargan el hígado. Son los alimentos que lo contraen, lo recalientan y no le dejan realizar sus funciones de filtrado adecuadas. El hígado ha de estar relajado para realizar su trabajo; cuando vemos a las personas muy tensas y estresadas, generalmente tienen el hígado tenso.
ALIMENTOS PERJUDICIALES PARA EL HÍGADO
- Sal común, sal en general, pero también la sal de minas o de tierra, que es una sal muy yang, cargada de minerales. Aquí entrarían las sales de color gris, así mismo la sal refinada que es altísima en sodio y desprovista de la traza de oligoelementos. La sal cruda añadida directamente sobre las comidas, la comida salada, aunque esté cocinada con sal marina de buena calidad.
- Carnes y embutidos: por el exceso de grasas saturadas, ácido úrico, sal y los aditivos que contienen. Además energéticamente son alimentos que ciñen el hígado y tensan en general
- Lácteos de todo tipo: leche, nata, mantequilla, yogures y quesos. Contienen un exceso de grasas saturadas que sobrecargan y entorpecen la función hepática. Además, las caseínas, proteínas de la leche, son muy difíciles de digerir y asimilar, contribuyendo a esa sobrecarga.
- Lácteos blandos: como el yogur, la cuajada o el requesón.
- Harinas horneadas, y en este caso que sean con o sin gluten no hace ninguna diferencia, incluso sin son ecológicas o de espelta etc. Precisamente por estar hechos al horno generan esa sequedad que sobre carga y bloquea el hígado como el pan, pizzas, tostadas, crackers, galletas, bizcochos y todo tipo de harinas horneadas. Especialmente si son comerciales, pues a esto se le suman la cantidad de aditivos químicos, conservantes y sustancias artificiales, en este grupo también entrarían las tortitas de arroz y todos los alimentos muy secos y deshidratados. El hígado es un órgano que ante todo quiere frescura.
- Un estilo de cocción que genere una energía densa, estática y de contracción profunda (justo lo contrario de lo que el hígado necesita para funcionar bien).
- Endulzantes refinados y artificiales: azúcar refinado, miel comercial, fructosa, endulzantes sustitutos como la sacarina, la mayoría de siropes, chocolate, pasteles, helados, bollería, chucherías, caramelos, barritas energéticas elaboradas con azúcares simples o miel comercial, postres industriales, cereales azucarados para el desayuno, copos industriales.
- Bebidas comerciales artificiales: refrescos y zumos comerciales, bebidas isotónicas, bebidas estimulantes y en general todas las bebidas yin, es curioso pero la naranja debido a sus componentes, no es lo más adecuado para el hígado, de hecho las personas con disfunciones hepáticas severas lo detectan inmediatamente.
- Aperitivos y snacks fritos y salados: patatas, chips, palomitas de maíz, cortezas de cerdo, ganchitos, snacks y fritos comerciales y todo lo que viene en paquetitos cerrados, contienen una dosis elevada de químicos y aditivos, entre ellos el temido glutamato mono sódico.
- Los frutos secos no son lo más adecuado para un hígado graso, pero son además muy perjudiciales los comerciales (frutos secos industriales, tostados y salados).
- Cereales refinados: pan blanco, arroz blanco, pasta blanca, cuscús blanco…
- Aceites refinados.
- Freidoras: los fritos y rebozados en aceite refinado y/o reutilizado muchas veces.
- Huevos, su cualidad energética es muy yang, una estructura cerrada que tod@s sabemos eleva el colesterol.
Y llegados a este punto te preguntarás cual es la comida adecuada para el hígado. Pues sí, abrimos la despensa de los ingredientes naturales, frescos y completos y encontramos una amplísima variedad. Vamos a comenzar con los cereales completos:
- Cereales integrales de cultivo ecológico. La cebada y todos los cereales que contienen gluten son especialmente buenos, como el trigo espelta, kamut, avena, y todos los trigos antiguos que desde luego deben provenir de la agricultura ecológica. Arroz integral, que lo hay en muchas variedades (redondo, largo, basmati, salvaje), así como mijo, quinoa, trigo sarraceno, maíz (polenta), cuscús, bulgur y todo tipo de pastas integrales (espagueti, tallarines, fideos, macarrones).
Los cereales integrales nos aportan glucosa estable durante horas, sin altibajos.
- Legumbres, especialmente las lentejas, las judías mungo y guisantes verdes secos, garbanzos, alubias, judías azuki, todo tipo de frijoles, judías blancas, judías negras. Las legumbres son una excelente fuente de proteínas de origen vegetal, ricas en fibra y pobres en grasas.
- Proteínas vegetales como tofu (pero cocinado, no crudo), seitán, tempeh, natto, son derivados vegetales ricos en proteínas, sin apenas grasas. Huir de las carnes vegetales como Heura, Beyond Meat, Kuleana, que aunque tienen el aspecto y sabor de carnes o atún para conseguirlo están preparadas con ingredientes no naturales, y a veces peores que los alimentos que están sustituyendo.
- Verduras verdes y de hoja a diario, y sobre todo aprovechad todas las hojas verdes de raíces, las hojas verdes que rodean una coliflor o el brócoli. En general todas aportan calcio, fibra, agua, vitamina C y toda la energía de movimiento y frescura de las hojas, además de mejorar el funcionamiento del hígado. Las de sabor ligeramente amargo, como lechugas y endibias, rúcula, alcachofas, cames rotges o diente de león, son especialmente recomendables. En general lechugas de todo tipo, col verde, apio, perejil, parte verde de puerro y cebolleta, berros, canónigos, brócoli, judías verdes, coles de Bruselas, hojas de los nabos y rabanitos en sopas y caldos…
- Verduras redondas como la calabaza, col, coliflor, coles de Bruselas, cebolla, colinabo, brócoli, bola de apio… todas estas verduras nos ayudan a estabilizar nuestros niveles de glucosa, pues con su energía de centro y su aporte de carbohidratos complejos equilibran el estómago, bazo y páncreas.
- Verduras de raíz. Encontramos las zanahorias, nabos, rabanitos, chirivías que aportan fibra que sacia. Refuerzan la función del intestino, limpiándolo y contribuyendo a una eliminación eficiente, base de un organismo sano.
- Aceites de cultivo ecológico y de primera presión en frío (oliva, girasol, sésamo, lino, germen de trigo) y en pequeñas cantidades. El aceite es, junto con la cualidad de la sal y del agua, uno de los pilares de una alimentación inteligente y nutritiva libre de tóxicos. El aceite aporta ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6. Estos nutrientes no pueden ser producidos por nuestro cuerpo. Deben ser aportados a través de la alimentación y las fuentes principales son las semillas y frutos secos.
- Semillas y frutos secos: semillas de sésamo y calabaza, pipas de girasol, frutos secos como almendras, avellanas, piñones o nueces, así como el tahín (mantequilla de sésamo). Pueden tomarse en pequeñas cantidades para acompañar desayunos, ensaladas, postres… siempre con moderación y de alta calidad, ligeramente tostados en sartén, no en horno.
- Condimentos: El hígado es especialmente nutrido por el sabor ácido, que ha de tomarse en cantidades homeopáticas, pasta de umeboshi, zumo de limón, vinagre de umeboshi, vinagre de arroz, vinagre de manzana, pequeños toques de especias suaves como comino, ajo, jengibre, cúrcuma (antiinflamatoria). Hierbas frescas como cilantro, orégano o albahaca. Evitar especias y picantes fuertes como pimienta o pimentón picante, guindilla y tabasco, así como los vinagres que no sean de umeboshi, de arroz o de manzana.
- Umeboshi. La pasta de umeboshi es muy aconsejable, ya que tiene efectos antibióticos y alcalinizantes, por lo que favorece el buen estado de la flora bacteriana intestinal, aligerando trabajo al hígado. Para efectos medicinales se recomienda la ciruela completa (no en pasta).
- Agua mineral o agua filtrada, sin filtros agresivos que desmineralicen totalmente el agua, de esta manera evitamos el cloro, plomo y demás sustancias nocivas del agua corriente del grifo, hemos de usar agua de calidad para beber y cocinar.
En resumen, para depurar el hígado y la vesícula, se debe tener en cuenta (ver también Integral 518):
- Filtrado de la sangre ● Detoxificacion ● Depuración ● Nutrición y dieta: en este punto es muy importante saber que no se trata de pasar hambre ni de restringir comidas.
RECETAS PARA DEPURAR EL HIGADO
Estas recetas sirven de acompañamiento a las comidas diarias.
Caldo depurativo
Ingredientes:
1 tallo de apio
1 nabo blanco
100 gr de col repollo
un chorrito de vinagre de umeboshi
agua
- Cortar las verduras en trozos grandes.
- Añadir un litro de agua.
- Cocer a fuego medio durante 15 minutos.
- Condimentar con un chorrito de vinagre de umeboshi.
Alcachofas al limón
Ingredientes:
1 limón con su piel
4 alcachofas con su tallo
una pizca de sal
- Quitar las hojas externas de la alcachofa.
- Pelar el tallo.
- Sacar un poco de piel del limón.
- Colocar en un recipiente para cocinar al vapor, las alcachofas y la piel de limón.
- Servir con el zumo del limón.
Ensalada de pepino y cilantro
Ingredientes:
1 pepino sin la piel
un manojo de cilantro
½ manzana verde Granny Smith
vinagre de arroz
unas gotas de tamari
una cucharada de chucrut
una pizca de sal
- Cortar las puntas del pepino y frotar cada punta para que suelte el amargo.
- Cortar el pepino en lonchas finas.
- Cortar la manzana en lonchas finas.
- Agregar una pizca de sal y macerar 10 minutos.
- Añadir el chucrut al resto de ingredientes.
- Cortar el cilantro y agregar a la ensalada.
- Aliñar con vinagre de arroz y unas gotas de tamari.
Plantas medicinales para el hígado
Entre las más destacadas, conviene tener en cuenta:
Ajenjo (Artemisia absinthium); Cardo mariano (Silybum marianum); Celidonia (Chelidonium majus); Alcachofa (Cynara Scolymus); Milenrama (Achillea mielfolium); Rábano (Raphanus sativus); Diente de león (Taraxacum officinale); Menta (Mentha piperita); Espliego (Lavandula officinalis); Boldo (Peumus boldo), Cúrcuma (Curcuma longa) y Agrimonia (Agrimonia eupatoria).