¡A la cama, vete a dormir ya!

El sueño, un gran rejuvenecedor

Después de la dieta, el estilo de vida tiene el impacto más significativo en la salud. Nuestro estilo de vida debe ejercer la cantidad adecuada de estrés en el cuerpo y la mente. Si nuestro estilo de vida no ejerce suficiente presión sobre nuestro cuerpo y nuestra mente, nos debilitamos. Si se le aplica demasiado estrés o el tipo incorrecto, nos agotamos. La otra cara importante de la moneda del estrés o la actividad es el descanso.

Textos: Patricia Restrepo, directora del Instituto Macrobiótico de España y consultora macrobiótica.

Insomnio y estilo de vida

El mayor equilibrio en nuestro estilo de vida es entre actividad y descanso. Los tipos correctos de actividad incluyen ejercicio moderado, estimulación regular y uso de la mente; incluyendo interacciones saludables con nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo y el mundo.

Aunque la actividad juega un papel muy importante en la salud, por el contrario, el descanso es igualmente importante. La mente suele estar demasiado activa, mientras que el cuerpo no recibe suficiente estimulación adecuada mediante alimentos equilibrados y ejercicio o recibe demasiado estímulo debido al exceso de sustancias químicas, grasas, azúcares y proteínas en la dieta.

De las pantallas a la meditación. Hay muchas formas dentro de nuestro estilo de vida de darle un respiro a nuestra mente, no solo reduciendo el uso de la tecnología, sino de vital y primerísima importancia, aprendiendo meditación porque es un gran descanso para la mente. Sin embargo, el mayor descanso proviene de nuestro sueño profundo y diario.

Si falta el sueño

La investigación científica ha indicado que los siguientes síntomas pueden surgir debido a la falta de sueño: déficit de atención como depresión, disminución de la actividad mental y la concentración, función inmunitaria reducida, mareos, confusión general, presión arterial alta, pérdida de memoria y aumento de peso.

La falta de sueño puede tener alguno de los mismos efectos peligrosos que estar ebrio. Algunos estudios sugieren que la obesidad podría tener como una de sus causas una disminución en el número promedio de horas que las personas duermen. En la medicina oriental clásica, en la que se basa la macrobiótica, el equilibrio de los opuestos se conoce como yin y yang. El descanso y la actividad son una expresión de este equilibrio en el día a día. En pocas palabras, la actividad del cuerpo y la mente es yang —un estado activo—, mientras que el descanso es yin —un estado de tranquilidad—. Ambos son necesarios para una buena salud.

¿Qué ocurre mientras dormimos?

Durante el sueño nuestro cuerpo entra en el mayor estado de reposo y rejuvenecimiento. Esto ocurre debido a la parte del sistema nervioso autónomo conocida como sistema nervioso parasimpático. Este sistema, cuando está activo, como lo está durante el sueño, hace que el cuerpo conserve energía y absorba nutrientes. Bajo la influencia parasimpática, nuestro cuerpo se reconstruye. Durante un período de días, semanas, meses y años se reemplazan todas las células del cuerpo. Esto sucede mientras dormimos.

El sueño inadecuado provoca un deterioro prematuro del cuerpo, lo que provocará un envejecimiento prematuro y una mayor probabilidad de padecer enfermedades degenerativas.

Una vez escuché esta historia, que más que una historia es un hecho científico. «Cuando los animales no duermen bien, una proteína conocida como péptido dimuramilo se acumula en su líquido cefalorraquídeo. Los péptidos no se originan en el cerebro, en cambio, provienen de bacterias en el cuerpo, lo que sugiere que la falta de sueño puede permitir el crecimiento bacteriano y que dormir lo suficiente impide el crecimiento bacteriano».

Horarios

La hora a la que te vas a dormir marca una gran diferencia en la salud. Durante el día, la atmósfera, como consecuencia directa de la radiación solar, se llena de iones positivos. Estos iones le indican al sistema nervioso simpático que se active. Nuestro cuerpo, en respuesta, utiliza nutrientes y energía para nuestras actividades diarias.

Por la noche, cuando el sol se pone, la atmósfera se inunda de iones negativos. Los iones negativos estimulan la acción del sistema nervioso parasimpático. El sistema nervioso parasimpático hace que tu cuerpo entre en modo de reconstrucción y limpieza. Todos los tejidos del cuerpo se reconstruyen mientras duermes. La mayoría de las toxinas que nuestro cuerpo produce y que tomamos de los alimentos se limpian.

Acostarse más temprano hace que el sistema parasimpático funcione mejor en la construcción y limpieza. Esto sucede porque el cuerpo está expuesto a más iones negativos cuando duermes en la oscuridad.

En otras palabras, el sueño es el gran rejuvenecedor, el momento del día en que tu cuerpo entra en el profundo estado yin de descanso. Un sueño adecuado y profundo ayuda a todos los niveles de salud y bienestar.

Regeneración, reequilibrio

Por esto un merecido descanso es de suma importancia para la regeneración de nuestro organismo, pues es el momento donde el sistema cardiovascular reposa y los sistemas linfático y glinfático se refuerzan. Es la clave para mantener el peso en condiciones, pues mientras dormimos se generan las hormonas que controlan el apetito, aumenta también la tonicidad de las facias y los músculos. La fertilidad y la líbido también están relacionadas con un buen sueño, y como si fuera poco, la actividad del hígado se ve beneficiada en el descanso nocturno que es el momento en el que sucede la detoxificacion de toxinas y el riñón, por su parte, almacena Ki para la  conservación de la vitalidad y el vigor.

Dormir bien también contribuye a los estados de alegría, y buen humor. Cuando nuestro sueño no es adecuado, cuando dormimos pocas horas y vamos arrastrando sueños atrasados, se pueden manifestar diferentes síntomas desagradables, dolores aparentemente sin causa, cambios en la temperatura corporal, desequilibrios emocionales, cansancio, irritabilidad, palpitaciones, falta de atención o foco, perdida de memoria y bajo rendimiento físico.

Insomnio Yin, insomnio Yang

Existen diferentes causas energéticas, bioquímicas y medio ambientales que nos pueden conducir al insomnio. Si lo analizamos desde el punto de vista de la macrobiótica, energéticamente, el insomnio puede ser yin o puede ser yang.

Un insomnio yang lo va a padecer una persona con características constitucionales o de estilo de vida más yang, y estas serían tensión, auto exigencia, trabajo y vida con presión externa. Si estos condicionamientos yang además son reforzados con una alimentación muy contractiva, como proteína animal, huevos, sal cruda, ahumados, comida en lata, mariscos, quesos curados, comida más seca horneada o salada, como consecuencia la persona no se podrá relajar a la hora de dormir.

Si eres más bien Yang. De manera que, a nivel energético, una persona de características muy yang o contractivas, debe elegir comida que le aporte más frescura, una alimentación basada en plantas, con sabor más dulce natural. Una alimentación de centro con una ligera tendencia yin, pero sobre todo las cenas deben ser a una hora temprana y evitar comer comida concentrada (como la proteína animal), o comida salada y seca.

Si eres más bien Yin. La condición opuesta sería una persona con característica yin extrema, o expansiva, que se va a caracterizar por tener una excesiva actividad mental y emocional, las piernas y parte inferior del cuerpo estarán más débiles, y toda la energía se va a situar desde el diafragma hacia arriba. Se queda sin centro, sin arraigo, sin dirección, la actitud es como si le faltara enraizarse con la vida.

Para esta condición en general se desaconseja (especialmente a partir del mediodía), tomar fruta cruda, estimulantes u excitantes, productos azucarados o ensaladas crudas, en general en la dieta del día a día pero sobre todo para cenar. Y en cambio sí se recomienda que tome verduras de raíz bien cocinadas, como zanahorias, nabos, o chirivías, en cocciones como kimpira, nishimes, y salteadas con un poco de aceite y condimento salado, cereales integrales, y estofados de legumbres y, por supuesto, algas marinas aportando yang de buena calidad y minerales.

En cualquiera de los dos casos es importante evitar cenar antes de irse a la cama. Deberíamos cenar al menos tres horas antes de acostarnos para dar tiempo al organismo a que digiera lo comido, y evitar la digestión durante el sueño, porque esta puede ser una de las causas de dormir toda la noche pero que el sueño no sea reparador y se despierte cansado, además de la fermentación de los alimentos que generan más tarde, hinchazón abdominal, gases y dolores estomacales.

Tipos de insomnio

Existen diferentes tipos de insomnio, las personas que tienen dificultad para conciliar el sueño, otras se despiertan muchas veces por la noche y algunas se despiertan extremadamente temprano.

Las personas de característica más yin les cuesta conciliar el sueño pronto, podríamos decir que son las personas que están vibrando constantemente en lo mental. Las personas que se despiertan varias veces en la noche, puede ser una mezcla de yin y yang, y las que se despiertan extremadamente pronto o su insomnio es después de las 3 de la madrugada son personas con características muy yang.

Dificultad para conciliar el sueño. Dentro del primer grupo, una de las principales causas para no poder dormirse son las preocupaciones. Aprender técnicas de relajación, hacer respiraciones profundas, tomar un baño de pies con agua salada, masajear uno a uno los dedos de los pies, y todo lo que pueda llevar la energía hacia abajo, son prácticas que podemos aprender y que nos ayudarán a alejar la atención de nuestra mente antes de meternos en la cama.

Melatonina. Otro motivo cada vez más frecuente para no poder conciliar el sueño, es la dificultad o el retraso en la producción de melatonina por nuestro cerebro. La melatonina es una hormona de vital importancia, regula nuestro sistema inmune, es un poderoso antioxidante, ayuda a que nuestro sistema nervioso funcione mejor e induce al sueño.

Si nuestros niveles de melatonina están bajos a la hora de ir a dormir, será más difícil conciliar el sueño.

En el próximo número: «Otros factores que contribuyen al insomnio y su solución energética».

La receta:

Kuzu con zumo de manzana

Ingredientes:

1 vaso de zumo de manzana

1 cucharada de kuzu

Preparación: disolver una cucharada de kuzu en el zumo de manzana.

Llevar al fuego removiendo constantemente hasta que espese.

Beber caliente.

¡Felices sueños!

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