En el universo late una energía vital que mueve la vida y con ella los seres humanos: el Chi. Vale la pena dejar que esta fuerza poderosa fluya sin trabas e inspire nuestra rutina para vivir con salud, energía y optimismo. En esta sección presentamos ideas sencillas para potenciar la energía universal en todos los ámbitos y favorecer la armonía y el bienestar.
Una taza de té puede reconfortar, sosegar y ser signo de hospitalidad en todo el mundo. Disfrutar de distintas variedades y modos de prepararlo es una manera de viajar.
TÉ VERDE CHINO
China es el mayor productor de té, y abunda el de origen artesanal. Las hojas se tuestan en planchas de hierro a unos 100 ºC para neutralizar sus enzimas y evitar así la fermentación posterior que caracteriza al té negro. Una vez secas, las hojas se tamizan por medidas. Las más diminutas y enteras, que corresponden a los brotes superiores de cada rama y se cosechan aparte, son las de mejor calidad y sabor. Las llamadas «flores de té» se forman con hojitas de té verde o blanco unidas artesanalmente con hilo de algodón. Cuando se infusionan generan la sensación de abrirse dentro de la taza.
TÉ AHUMADO
El lapsang souchong es un té negro procedente del monte Wuyi, en la provincia china de Fujián, ahumado con humo de raíz de abeto. Tras la recolección se enrolla y se deja fermentar para secarse finalmente en grandes recipientes bajo fuego vivo. Eso le confiere un aroma intenso y sorprendente. con un regusto ahumado que no gusta a todo el mundo. Es muy apreciado en Inglaterra, donde suele tomarse en el desayuno o en la cena, y combina bien incluso con platos salados. El agua no debe llegar a hervir porque entonces se pierde fragancia. Se puede cortar con un poquito de leche.
TÉ VERDE JAPONÉS
El té está arraigado en la cultura japonesa y se bebe a todas horas, incluso con las comidas. Se toma siempre verde. El sencha se elabora con hojas pequeñas de gran calidad. El bancha con hojas mayores de la última cosecha y de menos teína. El gyokuro suele ser la variedad más refinada.
Con sus hojas molidas en fino polvo se elabora el matcha, que es el que se utiliza en la ceremonia del té. El genmaicha o «té de arroz» combina té verde, generalmente bancha, con granos de arroz tostado e inflado. El arroz amortigua el sabor amargo. Suele tener poca teína y se ofrece incluso a los niños.
TÉ DE CACHEMIRA
En Cachemira se toma el té verde con cardamomo, una especia con sabor entre alimonado y picante. Para elaborarlo se calienta el agua a 90 ºC y se entibia la tetera con un poco de esa agua. que se elimina. Se colocan dos cucharadas de té, 4 o 5 cápsulas de cardamomo verde y se vierte el resto de agua. Se deja reposar y se sirve con el cardamomo en el vaso.
El clásico «chai», popular en toda la India, se elabora hirviendo azúcar y especias, entre las que destacan el clavo, la canela, la pimienta y el cardamomo. Al final se añade al cazo el té negro y un poco de leche.
TÉ MARROQUÍ
El té verde con hierbabuena –o quizá la hierbabuena con té, si nos atenemos a las proporciones– es la bebida emblemática del Magreb. donde se toma a todas horas, muy azucarada, como un tonificante suave.
Se elabora con té verde, azúcar y hojas de hierbabuena (o menta en su defecto) bien frescas. Se calienta la tetera metálica con agua hirviendo, se retira, se añade una cucharada de azúcar por persona, el té, la menta y finalmente el agua. Se escancia el té en un vaso y se vuelve a la tetera. Luego se vuelve a escanciar. De esta manera la mezcla se oxigena mejor.
TÉ TURCO
El té es la principal bebida turca. Se consume té negro, cultivado en la costa este del mar Negro. Se toma fuerte, bien caliente, con azúcar al gusto y en pequeños vasos. Se emplea una doble tetera metálica. En la superior se colocan 2-3 cucharadas soperas de té humedecido. En la inferior se hierve agua. El vapor calienta la tetera de arriba. Se vierte el agua hirviendo en ella y se añade más agua a la de abajo, para que siga hirviendo. Cuando las hojas bajan al fondo se llenan los vasos hasta la mitad y se agrega agua al gusto de la tetera inferior.
TÉ ROOIBOS
El rooibos no debe confundirse con el «té rojo» o pu-ehr. Tiene un sabor estimulante y carece de teína porque no es una variedad de té, sino que procede de un arbusto sudafricano (Aspalathus linearis). Se infusiona entre 2 y 5 minutos, o entre 5 y 6 si contiene otros ingredientes como flores, chocolate o fruta. Se puede tomar frío o caliente, con miel, azúcar o limón.