La menta, con su singular y apreciado aroma, constituye todo un tesoro medicinal, gastronómico y cosmético. Cada variedad tiene cualidades únicas.
Las mentas
Existen diferentes tipos de menta. Aunque todas ellas comparten propiedades digestivas, cada variedad posee sus propias cualidades.
Solo en España crecen hasta siete especies distintas. Todas emanan el fresco aroma del mentol, un aceite volátil que forma parte de su aceite esencial.
Crecen en ambientes húmedos y drenados, como riberas, prados húmedos y pastizales. Y la mayoría comparten su utilidad como aliadas de la digestión.
Se han considerado siempre una «hierba buena», y por ello con ese nombre genérico se ha conocido también a algunas de ellas.
Con la menta se aromatizan infusiones, ensaladas, guisos y sopas, y se mejoran perfumes, jabones, jarabes y dentífricos.
Tipos y propiedades de las mentas
Menta piperita
La Mentha piperita, que puede alcanzar hasta 80 cm de altura, presenta hojas opuestas, elípticas, y florecillas rosadas agrupadas en inflorescencias globosas. Se planta en viveros y jardines y de forma muy ocasional aparece subespontánea. Se considera digestiva, carminativa, analgésica, antiséptica, mucolítica, expectorante, colerética e hipocolesterolemiante. Es la más usada en cosmética y en las herboristerías.
Cómo nos ayuda: se destina a aliviar la pesadez estomacal, los espasmos gastrointestinales, los gases, el mal sabor de boca, las afecciones respiratorias con congestión, las molestias espasmódicas de la menstruación, la fatiga, la debilidad por convalecencia, las infecciones bucales y oculares, el dolor de muelas y la jaqueca.
Por vía externa, se emplea sobre dolores articulares y musculares, en caso de calambres, neuralgias, golpes, heridas, eccemas y urticarias.
Cómo se usa: en infusión de planta seca o fresca, en tintura y vahos. El aceite esencial, diluido, se usa en masaje sobre zonas doloridas.
En la cocina, aromatiza pasteles y mousses, zumos y bebidas alcohólicas como el mojito.
Hierbabuena
Como hierbabuena se conoce, entre otras, a la Mentha sativa. Tiene hojas opuestas, dentadas y rugosas, y flores rosas, reunidas en espigas densas. Se cultiva en viveros y jardines, y se considera digestiva, aperitiva y carminativa.
Cómo nos ayuda: se usa para favorecer la digestión y despertar el apetito.
Cómo se usa: en infusión, una taza antes o después de las comidas principales. En la cocina aromatiza sopas y cremas, guisos, pasteles y sorbetes. Es compañera fiel del té verde marroquí.
Menta poleo
Con el poleo (Mentha pulegium) se prepara una clásica tisana digestiva. Se trata de una planta ramificada muy aromática, de hojas ovadas y flores pequeñas y liláceas. Se considera digestiva, antiespasmódica, carminativa, antiséptica, antimigrañosa, colagoga y vulneraria.
Cómo nos ayuda: antes de comer, abre el apetito; después, mejora la digestión. Además es eficaz frente a gases y espasmos gastrointestinales. Se indica en dolores de cabeza, alteraciones hepáticas leves y para prevenir cálculos biliares.
Cómo se usa: en infusión simple, con miel o limón, dos tazas al día, antes o después de las comidas, o en extracto líquido y tintura. El aceite esencial, diluido en agua, sobre heridas y golpes, y en friegas sobre la frente en caso de jaqueca.
Menta de agua
La Mentha aquatica tiene hojas pecioladas, ovales y pilosas, y flores lilas, agrupadas en inflorescencias globulosas. Es estimulante, digestiva, carminativa, astringente, emética y emenagoga.
Cómo nos ayuda: se usa como la piperita, si bien su efecto es más suave, para aliviar diarreas, indisposiciones y gases. Se destina también a regular el flujo menstrual, y en uso tópico, sobre heridas leves con desgarro y sangrados bucales.
Cómo se usa: en infusión, tintura y lavados para heridas y golpes.
Menta de lobo
El Lycopus europaeus es una menta robusta sin apenas olor, con hojas dentadas y flores blancas manchadas de púrpura. Se considera antitiroidea, astringente, hipoglucemiante, antihemorrágica, febrífuga.
Cómo nos ayuda: reduce la hormona tiroidea tiroxina 4, por lo que resulta útil en el hipertiroidismo. Se indica como apoyo en la diabetes y, por sus taninos, en uso externo para frenar hemorragias y cicatrizar heridas.
Cómo se usa: el jugo de la planta fresca, un vaso al día, en infusión o tintura, y la infusión en lavados o compresas.
Menta de burro
Esta Mentha suaveolens tiene hojas obtusas, muy rugosas y gruesas, y flores azuladas reunidas en densas inflorescencias. Su aroma resulta menos agradable, pero igualmente intenso. Es la más común en el campo y se considera digestiva, carminativa, estimulante, tónica y astringente.
Cómo nos ayuda: rebaja la pesadez estomacal, la sensación de empacho y los espasmos gastrointestinales.
Cómo se usa: en infusión de hojas secas o frescas, y en emplastos de hojas frescas sobre heridas y arañazos.
El mentol
Entre los más de cien componentes que forman parte del aceite esencial de las mentas –en especial de la piperita, al que se atribuye la mayor importancia terapéutica– se encuentra el mentol, un alcohol monoterpénico responsable del aroma característico de las mentas. Esta sustancia, incolora y muy aromática, produce una inmediata sensación de frescor cuando se aplica sobre la piel o se inhala por la nariz.
El mentol tiene numerosas propiedades. Se emplea en farmacia para integrarlo en jarabes, descongestionantes, colutorios o dentífricos. Con él también se aromatizan bebidas, caramelos, chicles e incluso tabaco. Por último, se emplea en cosmética y como ingrediente de perfumes, geles, champús e insecticidas.